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Los trabajadores de Boeing en EE UU, en huelga tras rechazar un acuerdo que incluye subir los salarios un 25%

Los operarios de Seattle y Portland detienen la producción por considerar insuficiente el aumento de los sueldos

Un avión Boeing 737 Max.
Un avión Boeing 737 Max.Peter Cziborra (REUTERS)

Más de 30.000 trabajadores de Boeing en la costa oeste de Estados Unidos han comenzado una huelga este viernes, la primera para el fabricante de aviones desde 2008, después de que una propuesta de acuerdo laboral que incluye una mejora salarial del 25% en tres años fuera rechazada por abrumadora mayoría en la votación de los trabajadores. La huelga paraliza las fábricas del área de Seattle y suspende la producción de aviones en estas plantas, en un momento en el que la compañía acumula problemas de reputación y de confianza tras el incidente en enero del avión Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines en pleno vuelo.

Los paros en las plantas del área de Seattle y Portland, que ensamblan los aviones MAX, 777 y 767, suponen un nuevo revés para el fabricante aeronáutico, que ha luchado por aumentar la producción y superar una crisis que se desencadenó tras los problemas de seguridad. El conflicto laboral estalla apenas unas semanas después del nombramiento en agosto del nuevo consejero delegado, Robert Kelly Ortberg, que llegó con la misión de restaurar la confianza en el fabricante de aviones. El pasado mes de abril, Boeing tuvo que pagar una compensación de 160 millones de dólares a Alaska Airlines por el desprendimiento de un panel del fuselaje de un avión en pleno vuelo, incidente que sucedió a principios de año.

Cerca del 95% de los miembros del sindicato International Association of Machinist (IAM, por sus siglas en inglés) votaron el jueves en contra del acuerdo provisional, alcanzado entre el sindicato y la empresa, que incluía un incremento salarial del 25% hasta 2027, un bonus de 3.000 dólares y el compromiso de construir el próximo avión comercial de Boeing en la zona de Seattle, siempre que el programa se pusiera en marcha en un plazo de cuatro años. Los trabajadores también respaldaron en un 96% los paros.

“Se trata de respeto, se trata de abordar el pasado y se trata de luchar por nuestro futuro”, dijo Jon Holden, quien encabezó las negociaciones para la IAM, antes de anunciar el resultado de la votación. “Empezaremos la huelga a medianoche”, dijo el líder sindical que había aceptado el acuerdo, rechazado después por la plantilla, mientras los miembros del sindicato coreaban: “¡Huelga! ¡Huelga! Huelga”.

“Vamos a volver a la mesa de negociaciones lo antes posible”, dijo Holden, aunque no especificó cuánto estima que durará la huelga o cuándo se reanudarían las conversaciones. “Es algo que veremos día a día, semana a semana”, añadió, en declaraciones a los periodistas. Boeing señaló en un comunicado que estaba dispuesta a volver a la mesa de negociaciones, señal de que la empresa se plantea introducir mejoras para el acuerdo. “El mensaje ha sido claro: el acuerdo provisional que alcanzamos con la dirección del IAM no era aceptable para los afiliados. Seguimos comprometidos a restablecer nuestra relación con nuestros empleados y el sindicato, y estamos dispuestos a volver a la mesa para alcanzar un nuevo acuerdo”, indicó el fabricante aeronáutico.

La anterior huelga en Boeing, en 2008, tuvo una duración de más de 50 días, en los que se paralizó la producción, y le costó a Boeing unos 100 millones de dólares por día, según señalan medios estadounidenses como Wall Street Journal. Algunas estimaciones apuntan a que una huelga de 50 días podría costar a Boeing entre 3.000 y 3.500 millones de dólares.

Los trabajadores consideran que el aumento salarial propuesto, del 25% en tres años, es insuficiente tras una década de estancamiento de los sueldos y con un fuerte aumento del coste de la vida. Aunque la dirección de la IAM recomendó el domingo que sus miembros aceptaran el acuerdo, muchos trabajadores habían respondido con enfado, defendiendo el aumento salarial del 40% exigido originalmente y lamentando la pérdida de una bonificación anual. En los días previos a la votación, los trabajadores habían protestado en las fábricas de Boeing en la zona de Seattle.

Las acciones de Boeing caen en torno a un 3% este viernes y acumulan un descenso del 38% en el año, entre fuertes preocupaciones de los inversores por los problemas de seguridad, el ritmo de producción y por una deuda que supera los 60.000 millones de dólares.

La huelga plantea a la nueva dirección de Boeing múltiples retos, ya que tendrá que decidir cómo responder en la mesa de negociación, después de haber asegurado que había ofrecido todo lo que podía. Los analistas consideran que la clave ahora “es la duración de la huelga, dada la diferencia entre el aumento salarial propuesto y la petición de los miembros del sindicato”, según señaló Jefferies en una nota. Además, una huelga prolongada “plantea un riesgo clave para la producción del 737 MAX”.

El conflicto ha provocado también la intervención del Gobierno de Biden. La portavoz de la Casa Blanca señaló que las autoridades están “en contacto con ambas partes” y aseguró animará “a ambas partes a negociar de esa manera, de buena fe y alcanzando un acuerdo sólido”, añadió.

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