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Las actas de la Reserva Federal muestran que no tiene prisa por bajar los tipos

Las expectativas del mercado, la relativa debilidad del empleo y la mejora de la inflación llevaron al banco central estadounidense al descenso de 0,5 puntos de septiembre

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en la rueda de prensa posterior a la reunión del pasado 18 de septiembre.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en la rueda de prensa posterior a la reunión del pasado 18 de septiembre.Tom Brenner (REUTERS)
Fernando Belinchón

Las actas de la reunión que la Reserva Federal concluyó el pasado 18 de septiembre, cuando el banco central de Estados Unidos decidió bajar 0,5 puntos los tipos de interés hasta el rango del 4,75%-5%, han estado en el foco de los inversores en los últimos días. Y es que ese encuentro marcó el punto de inflexión tras cuatro años y medio sin descensos en el precio del dinero. La cuestión no era tanto si los tipos debían bajar o no, sino, más bien, en cuánto hacerlo. Finalmente, el documento publicado este miércoles denota un cierto optimismo respecto a la posibilidad del ansiado aterrizaje suave, alumbra un ritmo más moderado en los futuros descensos de tipos y arroja luz sobre el debate que resultó en la elección de la alternativa más agresiva de entre las opciones que estaban sobre la mesa.

Una “sustancial mayoría” del Comité de Operaciones de Mercado Abierto -todos los integrantes salvo uno- votaron a favor de rebajar los tipos en 0,5 puntos dada la evolución de los datos de inflación y a la luz de los números procedentes del mercado de trabajo. En aquel entonces, tal y como recuerdan las actas, la Fed tenía a su alcance una inflación que estaba a la baja “pero que todavía permanece en cierto modo elevada”, un crecimiento sólido del PIB y un mercado laboral que causó una cierta inquietud. “El ritmo de generación de empleo ha ido moderándose a lo largo del año y la tasa de paro ha aumentado, aunque sigue siendo baja”, describe el documento. La votación refleja una gran mayoría a favor de restar 0,5 puntos, pero sí que hubo debates antes de ella en los que varios integrantes expresaron que también se sentían cómodos con un descenso de 0,25 puntos.

En lo que sí hubo unanimidad fue en lo necesario de permanecer muy atentos a la evolución de los datos y del entorno económico de cara a determinar futuras acciones. También a la hora de mostrarse preparados para actuar si la situación lo exige. Los miembros del comité ya adelantaron al final de la reunión de septiembre que habrá más recortes antes de final de año, hasta dejar los tipos en el rango del 4,25%-4,5%, lo que implicaría dos nuevas bajadas en las reuniones del 7 de noviembre y del 18 de diciembre. Con las elecciones estadounidenses solo dos días antes de su próxima reunión, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quiso templar las expectativas de los mercados a finales de septiembre al descartar otra nueva bajada de 0,5 puntos de golpe.

Además de la inflación y los datos de empleo, de las actas se desprende que el comité tuvo muy en cuenta las expectativas que tenía el mercado ante esa reunión. Finalmente, ese fue un argumento más para recortar los 0,5 puntos, ya que por aquel entonces las probabilidades que le otorgaba el consenso a bajar 0,5 puntos los tipos superaban a las de una caída de 0,25 puntos. Actualmente, las expectativas de cara a las reuniones que quedan en 2024 van acompasadas a la hoja de ruta que defendió Powell a finales del mes pasado, es decir, unos tipos del 4,25%-4,5% a finales de año.

El aterrizaje suave

Los integrantes del comité destacaron durante la reunión que la actividad económica estadounidense ha seguido creciendo “de forma sólida” y destacaron la “resiliencia del gasto de los consumidores”. No obstante, dos miembros advirtieron que el aumento de los ingresos reales de los hogares en Estados Unidos había efectivamente ayudado a la salud del consumo, pero que, por otro lado, habían empezado a aparecer signos de una desaceleración o de problemas presupuestarios en algunos hogares. Entre estas señales están los mayores impagos que se han producido en los créditos al consumo o en los préstamos para automóviles.

Estos signos, interpretados como un síntoma de problemas en hogares que tienen ingresos medios o bajos, podrían dañar el crecimiento en los próximos trimestres a ojos de los miembros que los enumeraron. La cautela entre empresarios a la hora de hacer contrataciones, el impacto de nuevas tecnologías, el aumento de la productividad... Al poner todos estos factores en la balanza, la mayoría de los integrantes del máximo órgano decisorio de la Fed concluyó que esperan un crecimiento del PIB alineado con la tendencia histórica de cara a los próximos años. A juzgar por el contenido de las actas, salvo imprevistos, la Fed no tiene pensado acometer bajadas más agresivas en lo que queda de año.

Sobre la firma

Fernando Belinchón
Madrid. 1994. Máster en periodismo económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactor de la Mesa Web de CincoDías. En el periódico desde 2016.
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