Iberdrola da el ‘sorpasso’ a Santander y se convierte en el valor más negociado en la Bolsa española
La contratación de la entidad financiera llevaba cuatro años de liderazgo ininterrumpido. Aunque el consenso de analistas no ve recorrido a la acción de la eléctrica, firmas como Renta 4 y Goldman ven su precio objetivo sobre los 16 euros
Iberdrola se ha convertido en el valor más negociado de la Bolsa española. La eléctrica ha superado por primera vez en cuatro años en volumen diario negociado, en euros contantes y sonantes, a Banco Santander, al lograr una negociación media diaria en lo que va de año de 136,3 millones de euros, por encima de los 130,8 millones de euros de la entidad financiera.
En tercera posición se mantiene BBVA, que en lo que va de 2024 ha cruzado operaciones de compra y venta por importe medio diario de 115,4 millones de euros, según datos de Bloomberg. Inditex se sitúa, por su parte, en cuarta posición debido al reducido free float (capital que circula libremente en Bolsa) de la compañía, dado que Amancio Ortega controla un 59,3% de su accionariado y su hija Sandra Ortega otro 5,05%.
Los títulos de la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán han cruzado operaciones en el mercado por un importe hasta ahora un 4,2% superior que el registrado en el ejercicio 2023, cuando su volumen medio diario negociado ascendió a 130,8 millones de euros. Una subida que contrasta con la caída del 12,6% que registran en lo que va de año las acciones de Santander, frente a la caída del 9,4% que registra la negociación en Bolsa de Inditex o el recorte del 7,8% de Telefónica.
El incremento de la negociación de Iberdrola está acompañada además por una fuerte subida en Bolsa de la empresa, que obviamente eleva la contratación medida en euros. La eléctrica se revaloriza un 15,9% en lo que va de año, y que ha llevado a la compañía a cotizar en zona de máximos históricos -el pasado 1 de octubre tocó los 13,91 euros por acción- en un momento en el que ante la incertidumbre que sobrevuela el mercado los inversores están buscando refugio en la renta variable en valores defensivos. Una subida que le ha permitido además rozar los 89.000 millones de euros de capitalización bursátil y adelantarse a Banco Santander, cuyo valor en Bolsa se sitúa en los 70.000 millones de euros, pero aún lejos de los 165.000 millones de euros de Inditex. Su evolución en Bolsa le permite además ser la eléctrica que más capitaliza de la Bolsa europea, seguida desde la distancia por Enel con 71.000 millones de euros, y valer más que la suma de todas las energéticas del Ibex -Naturgy, Endesa, Repsol, Acciona Energía, Enagás, Redeia y Solaria-. Si además de la subida en Bolsa se tienen en cuentan los dividendos repartidos, en los últimos diez años ha ofrecido un retorno anualizado a los accionistas del 14,5% por encima del 5,2% del Ibex con dividendos.
En el caso de Santander, el volumen negociado de sus acciones ha reducido un 25% en los últimos cuatro años a pesar de que desde los mínimos de septiembre de 2020 la entidad se dispara un 208% en Bolsa al calor de la recuperación de la economía y del impacto de la subida de los tipos de interés ejecutada por el Banco Central Europeo (BCE) en sus márgenes.
La fuerte subida en Bolsa de Iberdrola en 2024, que se suma al 8,6% que avanzó el año previo, ha llevado a la acción a cotizar sin potencial respecto al precio medio del consenso de firmas de análisis recopiladas por Bloomberg, que se sitúa en los 13,82 euros por acción. Pese a ello, en las últimas semanas el valor ha recibido el espaldarazo de varias entidades que han elevado su consejo. La última de ellas ha sido Renta 4 que ha elevado un 20% su precio objetivo, desde los 13,6 euros por acción a los 16,3 euros, dándole un potencial que roza el 19%, con una recomendación de sobreponderar. Sus analistas destacan que el modelo de negocio de la empresa “muestra gran resiliencia respecto al entorno macro y nos mostramos optimistas de cara a la consecución de objetivos a largo plazo. Su solidez financiera y el apoyo del mercado permiten combinar un fuerte nivel de crecimiento y una atractiva y creciente política de dividendos”. Estiman además que el crecimiento previsto de la base de activos regulados en su negocio de redes, así como una mayor capacidad renovables instalada prevista permitirían superar los objetivos previstos para 2026 o situarse en la parte alta de la horquilla fijada.
En esa misma línea, los expertos de Goldman Sachs elevaron su consejo la pasada semana hasta los 16 euros por acción y destacaron que la eléctrica puede seguir comportándose mejor que sus rivales gracias a una posible alza de casi dos dígitos para el beneficio por acción de la compañía y a un “modelo de negocio defensivo”. La entidad estadounidense considera que el consenso que recoge Bloomberg para Iberdrola es bastante conservador y estima un beneficio neto para la eléctrica española de 6.500 millones de euros en 2027, el equivalente a 1,01 euros por acción. Alantra, por su parte, mantiene un consejo de compra y fija un precio objetivo en los 15,79 euros por acción. Menos euforia muestran los analistas de Deutsche Bank, que tienen una visión más neutral para el sector eléctrico y en concreto para las compañías españolas. Estiman que tras la reciente subida en Bolsa y ante una revisión al alza modesta en resultados, el sector está de nuevo cerca de lo que suele ser su norma, unas cotizaciones muy ajustadas a las expectativas de beneficios.
La negociación de la Bolsa española, de capa caída
Los datos de negociación de los últimos diez años dejan un panorama sombrío en la Bolsa española. El número de títulos negociados por las cotizadas patrias se ha desplomado en la última década. En 2023 Santander movió 11.130 millones de acciones el año pasado, un 46,8% menos que los 20.940 millones de títulos que se cruzaron de la entidad el año pasado. Una fuerte caída que roza el 50% en el caso de Telefónica.
Una caída que se extrapola a toda la Bolsa española y que se visualiza en el resto de plazas europeas. En el caso español, el volumen de contratación alcanzó los 962.138 millones de euros en 2015, frente a los 301.249 que registró el año pasado, según datos de BME, que apuntaba en su informe anual de 2023 que “la tendencia a la fragmentación de la negociación entre diferentes centros de ejecución, si bien es parte natural de la competencia promovida por la regulación europea en los últimos años, ha llevado a un fuerte deslizamiento de volúmenes negociados hacia mecanismos de mercado más opacos como los internalizadores sistemáticos, los dark pools o la negociación fuera de cualquier mercado (OTC)”.