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Los inversores apuestan por un recorte de 0,50 puntos de los tipos en Estados Unidos

La reunión de la Reserva Federal comienza con incertidumbre sobre cuál será la cuantía de la primera rebaja de tipos desde 2020

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en la rueda de prensa posterior a la reunión de julio.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en la rueda de prensa posterior a la reunión de julio.Kevin Mohatt (REUTERS)
Miguel Jiménez

Los bancos centrales llevan más de 20 años entendiendo las ventajas de resultar previsibles. Es raro que una reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal comience sin que se anticipe ampliamente qué decisión se tomará sobre los tipos de interés. Desde que en 2022 empezó el endurecimiento más agresivo de la política monetaria en cuatro décadas, no ha habido una reunión cuyo resultado haya sorprendido. Esta vez es diferente. Las apuestas del mercado están divididas —y han ido oscilando bruscamente en las últimas semanas— acerca de la cuantía del primer recorte de tipos en cuatro años y medio. En estos momentos, los inversores se inclinan más por una rebaja de 0,50 puntos.

Una cosa está clara: “Ha llegado el momento”. Lo dijo con claridad Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, en el simposio de Jackson Hole. Nada extraordinario ha pasado desde entonces que haga replantearse que es la hora de bajar los tipos y de cambiar el foco desde combatir la inflación a evitar una posible recesión. Sin embargo, hasta ahí llega la llamada orientación prospectiva (forward guidance). La Fed ha preferido dejar abierta la cuantía del recorte hasta que ha llegado la reunión. Es posible que ni siquiera dentro del FOMC haya aún consenso sobre si el ciclo de rebaja de los tipos debe empezar con un puñetazo sobre la mesa (una rebaja de medio punto) o con un tímido paso (un recorte de 0,25).

Según la herramienta CME Fedwatch, que mide las probabilidades implícitas que se derivan de las cotizaciones de los futuros sobre fondos federales, los inversores concedían este lunes una probabilidad del 61% a que la rebaja de tipos sea de medio punto y del 39%, a que sea de un cuarto de punto. Hace solo una semana, la probabilidad era de 30% a 70% en favor de una rebaja de solo 0,25 puntos.

Hay argumentos para todos. El mercado laboral se ha debilitado, pero por ahora sigue creando empleo. La inflación general ha bajado a su mínimo desde comienzos de 2021, pero la subyacente aún se resiste. La economía está en un punto de inflexión y el riesgo es tanto de quedarse corto (y que el mercado laboral se siga deteriorando) como de pasarse (y no terminar de meter el genio de la inflación en la botella).

El precio del dinero se ha mantenido sin cambios desde julio del año pasado, en el rango del 5,25%-5,5%, su máximo desde comienzos de 2021. Sin embargo, los tipos de interés reales han ido subiendo a medida que bajaba la inflación y están claramente por encima de lo que se consideraría el tipo neutral, que ni impulsa ni retiene la economía.

Por si los factores económicos no fueran suficientes, Powell está también bajo el fuego cruzado de las presiones políticas. Tres senadores demócratas (Elizabeth Warren, Sheldon Whitehouse y John Hickenlooper) le han pedido a través de una carta que baje los tipos de interés este miércoles 0,75 puntos. “Si la Fed se muestra demasiado cauta a la hora de recortar los tipos, se arriesgaría innecesariamente a que nuestra economía se encaminara hacia una recesión”, señala la carta en su último párrafo. “El Comité debe considerar aplicar recortes de tipos más agresivos desde el principio para mitigar los riesgos potenciales para el mercado laboral”, añade.

Para los republicanos, con Donald Trump a la cabeza, en cambio, un recorte cualquiera ya sería interpretado como una declaración de guerra. El expresidente cree que Powell no debería hacer ningún movimiento antes de las elecciones. En realidad, no es raro que la Reserva Federal suba o baje los tipos durante un año electoral. Los bajó en 2020 por la pandemia y en 2008 por la crisis financiera. Hubo alzas en 2000 y 2004 para frenar las burbujas tecnológica e inmobiliaria, respectivamente.

Powell asegura que las consideraciones políticas no entran en el cóctel de variables con las que toma las decisiones el banco central. “No pensamos en política. Pensamos en lo que es correcto para la economía”, dijo en diciembre. Aun así, bajar los tipos por primera vez desde 2020 cuando faltan menos de dos meses para las elecciones implica un escrutinio adicional para su decisión.

La Reserva Federal se declara dependiente de los datos y aún desconoce uno que se publicará este martes, justo cuando empiece la reunión de dos días sobre política monetaria. Se trata de las ventas minoristas de agosto. Sería hacer caer mucha responsabilidad sobre un modesto dato, pero con las espadas en alto, es posible que contribuya a inclinar la balanza. La inflación se encuentra en el 2,5% (más abajo, si se toma el índice PCE, el preferido por la Fed) y la tasa de paro en el 4,2%, tras haber crecido de forma abrupta y haber activado algunos indicadores adelantados de recesión.

La reunión de política monetaria llega con los índices bursátiles cerca de máximos históricos. El dólar, mientras, ha perdido terreno contra el yen y contra el euro. El recorte de este miércoles será el primero de una serie. Los inversores esperan nuevas bajadas de tipos el 7 de noviembre y el 18 de diciembre, en las otras dos reuniones de este año. En total, según la herramienta Fedwatch, los inversores descuentan como más probable rebajas de tipos de 1-1,25 puntos en el conjunto de las tres reuniones.

Tras la cita de este miércoles, como cada última reunión del trimestre, los miembros de la Reserva Federal publican también sus previsiones de dónde creen que se situarán a final de este año y de los próximos la tasa de paro, el crecimiento económico, la inflación y los tipos de interés. Se espera que se dibuje un escenario de aterrizaje suave en cuanto a los indicadores económicos, pero el mayor interés estará en ver cuál es el ritmo de rebajas de tipos que prevén los que tienen la responsabilidad de fijarlos (aunque con frecuencia se equivocan al anticipar lo que van a hacer).

Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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