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Los movimientos corporativos para acercarse a Nvidia impulsan a la industria de chips en Bolsa

Las grandes firmas del sector buscan alianzas que le permitan plantarle cara al líder del momento

Luis Enrique Velasco
Semiconductores. Imagen de archivo.
Semiconductores. Imagen de archivo.LIM HUEY TENG (REUTERS)

Los grandes jugadores en la industria de los chips mueven ficha para intentar desbancar al rey del tablero: Nvidia. No es tarea fácil. La compañía que construyó un imperio gracias a tarjetas gráficas que resultaron ser ideales para entrenar a la IA y que acaba de presentar una vez más resultados de récord, se ha convertido en el proveedor indiscutible de las grandes tecnológicas. Cerca del 80% de los semiconductores utilizados en los centros de datos de gigantes tecnológicos como Microsoft o Alphabet salen de sus fábricas. Y de momento no ha llegado una empresa que altere la dirección del viento, aunque esto podría llegar a cambiar en algún momento. Otros fabricantes como AMD, Intel, Arm o TSMC —o incluso, grupos económicos como SoftBank— están buscando forjar alianzas y firmar tratos que les permitan rascar una porción del pastel que ahora se come casi en solitario la estrella del momento.

La estadounidense AMD ha sido la última en tomar la iniciativa. A mediados de agosto adquirió ZT Systems, una empresa estadounidense fundada en 1994 y especializada en centros de datos y grandes infraestructuras en la nube. Dos áreas en las que AMD flaqueaba hasta ahora. La intención de la firma capitaneada por Lisa Su es irrumpir con fuerza en el mercado de semiconductores con IA para la nube, sector que a Nvidia le reportó el año pasado 4.280 millones de dólares —frente a los 123 millones de beneficios totales que AMD ingresó en todo 2023—. Es decir, donde los gigantes de Silicon Valley como Alphabet o Meta están apostando su dinero en este momento.

La directora ejecutiva de AMD, Lisa Su, presenta una CPU durante su discurso de apertura antes de la feria COMPUTEX en Taipei, Taiwán, el 3 de junio de 2024.
La directora ejecutiva de AMD, Lisa Su, presenta una CPU durante su discurso de apertura antes de la feria COMPUTEX en Taipei, Taiwán, el 3 de junio de 2024. RITCHIE B. TONGO (EFE)

La búsqueda de aliados es vital en un segmento donde es imposible abarcar todos los niveles de fabricación al mismo tiempo. Antes de lanzarse por ZT Systems, AMD había adquirido varias empresas de menor tamaño, entre ellas Xilinx y ATI Technologies. Y las compras han sido bien vistas por el mercado. En el último año, la acción de AMD se ha revalorizado el 150%. Los analistas de Huatai Research creen que la compañía “tiene la oportunidad de acercarse a la cotización de Nvidia a medida que continúa buscando participación de mercado en chips de IA de la mano de nuevos fabricantes”. Aunque a día de hoy la distancia en capitalización entre ambas es abismal: 240.000 millones de dólares de AMD frente a los más de 3 billones de Nvidia.

Por lo mismo, la firma de acuerdos con los mejores jugadores en el mercado prima. Aunque no siempre terminan dando frutos, como es el caso de Intel, quien no consiguió cristalizar el acuerdo con SoftBank. El grupo japonés está buscando un aliado que pueda poner en marcha una línea de producción de chips de IA para competir directamente con Nvidia. SoftBank tiene dinero, pero le falta la experiencia. Sin embargo, la de Intel parece no ser suficiente. El conglomerado de Masayoshi Son alega que el fabricante de Santa Clara es incapaz de satisfacer sus demandas de volumen y velocidad. En una industria donde el talento, la infraestructura y el capital son determinantes —y donde los retrasos en los envíos se pueden pagar caro—, no hay margen para el error e Intel no atraviesa su mejor momento.

Los retrasos en los envíos, sumado a un reciente reporte de pérdidas y un anuncio de despidos masivos, han minado la confianza en la empresa comandada por Pat Gelsinger. Intel ha perdido un tercio de su valor en lo que va de mes, dejando la acción al filo de los 20 dólares —cuando en su pico histórico llegó a cotizar por encima de los 75—. Los analistas de Bloomberg no creen que la empresa levante cabeza pronto “ya que la debilidad cíclica, la pérdida de participación en servidores y la participación casi insignificante en el mercado de la IA pesan sobre el crecimiento de los ingresos”. De momento, la que fue la firma que colocó procesadores en los ordenadores de la mayoría de hogares se ha quedado fuera de la fiesta bursátil de las grandes tecnológicas que han llevado a niveles récord al S&P500, en el que tienen un peso que ronda el 30%.

TSMC chips
Interior de una de las fábricas de TSMC. Foto de promoción

Sin embargo, SoftBank tiene otras cartas bajo la manga. El otro gran fichaje del grupo este año ha sido el fabricante británico de chips para IA Graphcore por cerca de 700 millones de dólares, según informó el Financial Times. El apoyo financiero de SoftBank “proporcionará a Graphcore una enorme cantidad de recursos” para competir con Nvidia y AMD, según aseguró el grupo japonés al anunciar la operación. El conglomerado japonés ya se subió al barco de la inteligencia artificial con la compra de Arm en 2016, firma que el año pasado lanzó exitosamente a Bolsa. Desde entonces, los títulos de SoftBank no han dejado de revalorizarse. Este año la cotización ha subido un 38%. Los analistas de Bloomberg Research consideran que el impulso del valor de los activos netos de SoftBank está ligado al valor de Arm, aunque también creen que el conglomerado japonés necesitaría nuevas inversiones para sostener las ganancias.

SoftBank también estaría buscando asociarse con Taiwan Semiconductor Manufacturing, más conocido como TSMC, para ganarle terreno a Nvidia. La fabricante taiwanesa ha atravesado unos años con el viento a favor. El aumento de la demanda global de semiconductores llevó la cotización de las acciones de la empresa de fundición (como se conoce a las firmas del sector en inglés) a máximos en julio de este año. Solo en los últimos seis meses ha mejorado un 34,96% su cotización. El fabricante isleño posee actualmente la mejor tecnología para la impresión de chips de alta gama, lo que según los analistas de Bloomberg, la seguirá manteniendo en el podio.

Nvidia también se ha blindado para seguir liderando la carrera en la inteligencia artificial. La semana pasada, la firma liderada por Jensen Huang firmó una alianza con MediaTek para acelerar la fabricación de hardware. Entre los grandes movimientos corporativos también se encuentra la adquisición de la firma americana Inphi, por parte de Marvell, en 2020, por cerca de 10.000 millones de dólares. Marvell fabrica sus propios chips de redes que también son necesarios para los centros de datos. El aumento de la demanda de esta nanotecnología sigue empujando a la compañía en Bolsa. Ha subido un 20% en el último mes ante la obsesión por la fiebre de la IA.

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