La energía regresa al radar del mercado
Eléctricas y petroleras vuelven a las carteras de los inversores tras el mal comportamiento de estos valores en el año y ante un entorno de tipos más bajos
En un 2024 hasta ahora positivo para las Bolsas, a pesar del reciente susto, los valores energéticos (petroleras y eléctricas) no han gozado del beneplácito de los inversores, más atentos a unos tipos de interés erráticos –con los que estas compañías compiten en rentabilidad por dividendo– y a la fiebre tecnológica. En Europa, el sectorial de utilities desciende el 3% en el año y en el mundo, el S&P World Utilities se ha revalorizado el 8%, por debajo del 11,5% del S&P 500. El MSCI World Energy también se sitúa por debajo de su homónimo general. Además de los tipos altos, el otro factor negativo para el sector ha sido el desplome de los precios de la energía, que tocaban sus mínimos el pasado mes de febrero, si bien en España las olas de calor están acercando el precio de la electricidad a máximos anuales.
Pero la opinión del mercado sobre el sector energético está empezando a virar. Los más cercanos recortes de tipos en Estados Unidos, los asequibles precios de estos valores energéticos y su elevada rentabilidad por dividendo y por los programas de recompra de acciones invitan a mirar a este sector con mejores ojos. Como muestra, la última encuesta de gestores de fondos de inversión de Bank of America apunta a que se ha producido una rotación en la cartera hacia sectores más defensivos como las utilities (electricidad, gas, agua, autopistas…), que vuelven a tener un peso positivo en sus carteras por vez primera desde 2009. El reciente repunte del precio del gas, en máximos anuales en Europa con la incursión de tropas ucranias en territorio ruso, es ejemplo del potencial latente del sector.
“El mercado no respondió lo suficiente al rebote de alrededor del 30% en los precios de la energía en Europa desde sus mínimos de finales de febrero. Creemos que también ignora la mejora significativa en las perspectivas de la demanda de energía, que ya ha comenzado a apreciarse en EE UU y está a punto de hacerlo en Europa”, explican en Goldman Sachs.
Los expertos también destacan el carácter tradicionalmente defensivo de las energéticas frente a momentos de volatilidad de los mercados y con unas expectativas macroeconómicas de desaceleración, como ocurre en el contexto actual. Y en la ecuación positiva acompañan también unos tipos más bajos.
Luca Paolini, estratega jefe de la gestora Pictet AM, se lamenta de que el sector de los servicios públicos ha sido poco apreciado hasta ahora. “El sector ha estado cotizando a precio/beneficios (PER) esperados a 12 meses de 14,5 veces, frente a 17,5 veces del índice mundial MSCI All Country World. El incremento de la demanda de electricidad (coche eléctrico, centros de datos) debe ser positivo para las previsiones de beneficios”, concluye.
Eléctricas
Las mejoras de previsiones en precios y consumo del sector eléctrico chocan con la regulación y el mantenimiento de los impuestos extraordinarios que empequeñecen su rentabilidad. En el mercado español, estos valores se encuentran en negativo, destacando las caídas de Naturgy y, sobre todo, de los valores renovables, con descensos del 28% para Acciona Energía y del 41% para Solaria. Desde Goldman Sachs apuntan también a la preocupación por cambios regulatorios tras las elecciones al Parlamento Europeo y las tensiones sobre los tipos que, de momento, han desaparecido.
Noah Barret, director del equipo de análisis de los sectores de energía y suministros públicos en Janus Henderson, da una de cal y otra de arena sobre el sector: “Las empresas españolas se ven obligadas a invertir para apoyar los planes nacionales de desarrollo de las energías renovables. El coste del capital ha aumentado en los últimos años y no está claro si el nuevo marco regulatorio les permitirá obtener una rentabilidad aceptable de sus futuras inversiones”. Y añade que “los precios de la electricidad seguirán siendo volátiles, pero han aumentado sustancialmente respecto a los niveles de marzo y abril, lo que es positivo para los productores. Las perspectivas para el segundo semestre de 2024 parecen mejores que los precios medios registrados en la primera mitad del año”.
Para los analistas de Goldman Sachs, el alza de precios y el esperado aumento del consumo eléctrico “son importantes vientos de cola para todos los proyectos de electrificación en el sector”. En su análisis de valores eléctricos europeos destaca a Iberdrola, para la que fija un precio objetivo de 14,5 euros por acción, frente a los 12 euros en los que se mueve ahora. Los resultados del primer semestre han crecido un 64% por la desinversión en México, mientras el ebitda reflejó una subida del 9%, todo ello con un volumen de emisiones récord.
Los analistas de Bankinter destacan su buenos ratios con rentabilidad por dividendo del 5% y un PER de 14,5 veces y su cambio hacia un modelo de negocio más estable y menos volátil. “Su posicionamiento en renovables y en redes, la diversificación geográfica y una sólida estructura financiera le permiten capturar las oportunidades”, dicen. Y en Renta 4 mantienen la visión positiva en el valor de cara al largo plazo, con un precio objetivo de 13,6 euros: “La buena evolución operativa y la revisión de la guía de cara a 2024 es probable que sean recogidas con un mejor comportamiento de la cotización”, indican.
La gasista Naturgy es otra de las preferidas del sector, tras la fuerte caída anual por el proceso de opa frustrado tras el abandono del grupo emiratí Taqa. Su beneficio semestral se ha mantenido en máximos, por encima de los 1.000 millones. “Vemos Naturgy como una opción interesante dentro de la temática de transición energética, ya que combina una valoración actual poco exigente, una rentabilidad por dividendo atractiva y un interés especulativo por el supuesto proceso de sustitución de inversores”, alegan en GVC Gaesco.
Desde Bankinter opinan que el castigo tras la opa frustrada ha sido excesivo y subrayan su elevada rentabilidad por dividendo (6,3%) y un PER 2025 de 12,9 veces, por lo que recomiendan comprar, con un precio objetivo de 23,6 euros. En Renta 4 ven potencial del 15% al valor, pero prefieren ser cautos ya que existe “la posibilidad de salida de dos de sus principales accionistas, GIP (20,6%) y Rioja (20,7%), y es un factor a tener en cuenta”.
Petroleras
El sector petrolero en Europa ha tenido una evolución negativa en el año y Repsol hace tablas en su saldo anual, pese a que a cierre del semestre ha elevado su beneficio un 14%, a 1.626 millones. Los analistas ven potencial por su fuerte generación de flujo de caja, a lo que se suma la continua disciplina de capital. Así, Goldman Sachs estima que el flujo de caja libre crecerá un 12% este año, “muy por encima de los promedios históricos”. Estos expertos recalcan que las petroleras europeas ofrecen una rentabilidad por dividendo media del 6% y las recompras de acciones contribuirán con un rendimiento adicional de otro 6%, “lo que resultará en un 12% de retornos totales en efectivo para los accionistas en 2024″.
Aunque desde Goldman ven a Shell como el valor más seductor del sector, indican que “la española tiene la historia de transición energética más convincente. La firma cotiza actualmente con una valoración atractiva, con un 25% de descuento sobre la media del sector, y ofrece fuertes dividendos y recompras con una rentabilidad total del 13,5%”. Los pronósticos de los analistas son muy favorables para el valor. Renta 4 fija un precio objetivo de 19,5 euros, mientras que Alantra, Jefferies o Morgan Stanley han subido sus recomendaciones hasta los 18,85 euros, 16 euros y 17,70 euros, respectivamente.
Las renovables buscan su encaje en el modelo eléctrico
Si este 2024 ha sido malo en Bolsa para las energéticas tradicionales, las dudas se han cebado con las empresas renovables. En el caso de las cotizadas en el Ibex 35, Acciona Energía acumula un descenso cercano al 30%, mientras Solaria se ha dejado en torno al 40% de su valor. Los ambiciosos planes de transición energética en Europa se han visto frenados el último año y el esperado aumento de la demanda eléctrica aún no se ha materializado. Los analistas confían en un incremento de las necesidades de electricidad apoyadas en los centros de datos y la inteligencia artificial (IA).
Pero mientras tanto, también hablan de canibalización, ya que en Europa ha habido 180 horas más de precios negativos que el pasado año. Como indican los expertos, el sector de renovables está afectado por su propio éxito como respuesta a la crisis energética tras la guerra de Ucrania. Ese bum explica la competencia feroz en los precios, dado que unas renovables devoran a otras al ofertar cada vez precios más baratos para colocar su producción. Llegan incluso a ofrecer su energía a precios negativos con el fin de entrar en el mercado mayorista. El otro talón de Aquiles es la necesidad de aumentar y mejorar la red para que la energía renovable acabe llegando a los consumidores.
Un reciente informe de Bank of America (BofA) pone el dedo en la llaga sobre la necesidad de buscar sistemas de almacenamiento de esta energía. “La naturaleza intermitente de la generación renovable significa que el almacenamiento (a través de baterías) es necesario no solo para suavizar las cargas, sino también para abordar la monetización comercial”, indican. También ven necesario un mayor apoyo público a estas energías limpias y el desarrollo de la red. “Si bien las energías renovables no están rotas de ninguna manera, aún se necesitan acciones políticas de apoyo que no quedan muy claras con las inciertas elecciones estadounidenses y el contexto desafiante tras las elecciones europeas. BofA da un potencial de subida en Bolsa del 19% para Solaria y del 71% en el caso de Grenergy, aunque se mantiene al margen en Acciona Energía.
Más optimismo muestran desde Goldman Sachs, donde esperan un papel más decisivo de las renovables. En los últimos 15 años, la demanda de energía de Europa ha disminuido en alrededor del 10% y el consumo se mantuvo prácticamente estable en Estados Unidos. “Durante este periodo, las energías renovables han actuado en gran medida como sustitutos de las plantas de combustibles fósiles. Ahora esperamos que las energías renovables serán fundamentales para satisfacer las crecientes necesidades de electricidad en ambos lados del Atlántico”.
Estos analistas creen que el fenómeno ya se está produciendo en Estados Unidos pero que todavía tardará en llegar a Europa uno o dos años. También apuntan que las rentabilidades actuales de los PPA (contrato de compraventa de energía a largo plazo) se mueven entre el 8% y el 10%, y prevén que estas tasas se eleven con la mayor demanda.
Jennifer Boscardin-Ching, especialista de inversión temática en Pictet AM, considera imprescindible realizar fuertes inversiones en redes eléctricas para el futuro desarrollo del negocio renovable.
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