_
_
_
_

Repsol gana 1.626 millones hasta junio, un 14,5% más, pese a los menores márgenes de refino

La petrolera supera, también, la caída en el precio del gas. Su deuda crece con fuerza por las inversiones y las recompras de acciones

Ignacio Fariza
El consejero delegado y el presidente de Repsol, Josu Jon Imaz y Antonio Brufau, en la última junta de accionistas de la empresa.
El consejero delegado y el presidente de Repsol, Josu Jon Imaz y Antonio Brufau, en la última junta de accionistas de la empresa.Pablo Monge

La mayor petrolera de España, Repsol, se anotó un beneficio neto de 1.626 millones de euros en los seis primeros meses al año, según las cifras remitidas a primera hora de la mañana de este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Es un 14,5% más que en el mismo periodo de 2023, cuando ganó 1.420 millones. El resultado ajustado, por su parte, se situó en 2.126 millones, un 21,8% menos. Las acciones de la energética han cerrado la jornada con un mínimo descenso del 0,2%.

La dirección de Repsol tiene varios argumentos para esta aparente asincronía entre ambas variables. El resultado ajustado, dice, se ha visto afectado por los menores márgenes de refino —el epígrafe que más engordó su cuenta de resultados durante la crisis energética— y por la reciente caída en el índice Henry Hub, el que mejor refleja el precio del gas natural en Estados Unidos. En sentido contrario, el neto se ha visto favorecido por efectos de inventario.

Hay, sin embargo, un punto que llama particularmente la atención en la cuenta de resultados de Repsol: la deuda. Tras caer con fuerza durante la crisis energética, el periodo más dorado de sus 40 años de historia, sus pasivos netos han crecido con fuerza en el último año: los 797 millones de euros del 30 de junio de 2023 han pasado a ser 4.595 millones, según las cifras divulgadas este miércoles.

Solo en el último trimestre, el endeudamiento de la petrolera ha crecido en 694 millones de euros. Una cifra que la empresa achaca tanto al esfuerzo inversor en los últimos meses —como la compra de la firma estadounidense de renovables ConnectGen por 715 millones— como a los programas de recompra de acciones y a los nuevos contratos de arrendamiento. El ratio de apalancamiento del grupo al cierre del segundo trimestre queda así en el 13,8%, frente al 11,5% al cierre del primer trimestre de 2024.

El reverso es la liquidez, que sigue alta: en casi 9.700 millones, una cantidad —según subraya este miércoles la dirección de Repsol— suficiente para cubrir 3,1 veces todos sus vencimientos a corto plazo.

Mejora en la retribución al accionista

En una segunda comunicación a la CNMV, la compañía que dirige Josu Jon Imaz ha anunciado una nueva operación de recompra de títulos propios para su posterior amortización, una forma de remunerar a sus accionistas más allá del tradicional dividendo. Tras haber adquirido 40 millones de acciones en lo que va de año, la energética se compromete a comprar 20 millones más de aquí a finales de 2024, a un euro de valor nominal cada una y representativas del 1,70% del capital. Una operación encaminada, también, a revivir la acción, que tras una notable subida en los primeros meses del año cotiza ahora en negativo en el acumulado desde el pasado 1 de enero.

Como en anteriores semestres, la petrolera pone énfasis en su política de retribución directa al accionista, tras haber “aumentado aproximadamente un 30% la remuneración en efectivo en 2024, en cumplimiento del objetivo de 1.095 millones de euros”. Su plan pasa ahora por destinar 4.600 millones de euros a dividendos en metálico hasta 2027, “a lo que se puede sumar la recompra y amortizaciones de acciones por un valor de hasta 5.400 millones, para alcanzar un rango de distribución a los accionistas de entre el 25% y el 35% del flujo de caja operativo del periodo”.

Desde 2022, el año más crudo de la crisis de precios del petróleo y —sobre todo— del gas, Repsol ha recomprado y posteriormente amortizado 350 millones de acciones, casi el 23% de su capital social.

Combustibles renovables y electricidad

Consciente de que la era de los combustibles fósiles está próxima a su fin, Repsol —como la mayoría de petroleras europeas— se ha embarcado en los últimos años en una estrategia de diversificación con dos pilares: la producción de combustibles renovables y la generación de electricidad verde. En el primer caso, la empresa afirma haber multiplicado por cinco los puntos de suministro en la península Ibérica de estos carburantes producidos con residuos y destaca la firma de acuerdos de suministro de SAF (queroseno renovable) con varias aerolíneas. “La demanda está ahí”, ha sintetizado Imaz en conversación con los analistas que siguen el día a día del valor.

El salto es aún mayor en electricidad, donde ya cuenta con casi 3,12 gigavatios (GW) de potencia instalada, casi un 55% más que un año atrás. Un salto que la compañía achaca, sobre todo, a la puesta en marcha de dos grandes proyectos fotovoltaicos: Sigma, en Jérez de la Frontera (Cádiz), con 204 megavatios (MW) de capacidad; y Frye, en Kress (Texas, EE UU), que suma otros 637 y que es su mayor instalación solar. Repsol cuenta con una cartera de proyectos de 60.000 MW “en varias fases de desarrollo”, de los que 2.870 MW se encuentran ya en construcción.

El impuesto extraordinario, “cosa del pasado”

“Lo que hemos visto en la primera mitad del año en precios de electricidad [con valores históricamente bajos] no va a ser lo normal”, ha confiado Imaz en la conferencia con analistas. “Vemos muchas oportunidades en eólica en España, donde los retornos son significativamente altos, mientras que en solar vamos a ser mucho más selectivos”, ha añadido al tiempo que anunciaba una “primera operación de rotación de activos en Estados Unidos”, un país estratégico en los planes de futuro de Repsol.

Preguntado por el impuesto extraordinario sobre los beneficios de las energéticas, puesto en marcha por el Gobierno español en 2022, el primer ejecutivo de Repsol ha confiado en la conferencia con analistas en que termine “en los próximos meses”. “Hay razones para pensar en que es cosa del pasado. La Comisión Europea ya ha dicho que no es momento de este tipo de tasas, sino de seguridad de suministro e inversiones”, ha zanjado.

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

_
_