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El ruido de las redes sociales pone en guardia a Europa por su impacto en el pequeño inversor

El supervisor europeo considera que los mensajes pueden amplificar los ‘shocks’ financieros a corto plazo e influir en las decisiones de los ahorradores

Laura Salces
Logotipo de Tik Tok junto a un fajo de billetes de dólar.
Logotipo de Tik Tok junto a un fajo de billetes de dólar.DADO RUVIC (Reuters)

Las redes sociales están llenas de ruido. Mucho, mucho ruido, que diría Sabina. Tanto, tanto ruido que el supervisor europeo de los mercados financieros, la ESMA, ha concluido que hay una conexión directa entre la publicación de mensajes en redes sociales sobre empresas europeas que cotizan en Bolsa y la evolución a corto plazo de sus acciones. “Nuestros resultados muestran una correlación significativa entre las interacciones en las redes sociales y el exceso de rendimiento de las acciones a muy corto plazo, lo que sugiere que la información que se difunde en las plataformas de redes sociales influye en las decisiones de los inversores y puede amplificar los movimientos del mercado financiero a corto plazo”, concluye un informe publicado recientemente por el supervisor.

Hoy en día son pocas las personas que carecen de redes sociales. A principios de 2023, el 80% de los ciudadanos europeos tenían algún perfil en X -conocida anteriormente con Twitter-, Meta, Tik Tok o Reddit. Un porcentaje que en Estados Unidos alcanza el 73% y el 84% en Reino Unido, según estimaciones de Datareportal. Quien más y quien menos entra cada día en alguna de estas apps y hace un repaso de fotos, vídeos o comentarios de las cuentas que siguen y, en no pocas ocasiones, las tendencias acaban teniendo impacto en los mercados financieros. Así ocurrió en Credit Suisse, que sufrió una sangría de depósitos en marzo de 2023 motivada por “la tormenta de las redes sociales” según aseguró su por entonces presidente, Axel Lehmann, y que desencadenó su absorción por parte de su principal competidor hasta el momento, UBS.

Una avalancha de mensajes que, días antes del colapso de Credit Suisse, también se cebó con Silicon Valley Bank (SVB), y que desembocó en la mayor quiebra de un banco estadounidense desde 2008. Si bien algunos estudios han matizado el papel de las redes sociales en esta quiebra, apuntando a la concentración del negocio, hay menos dudas sobre cómo las comunidades online han dado lugar a espectaculares subidas en Bolsa de algunas compañías como las vividas por los denominados valores meme a comienzos de 2021. GameStop y AMC fueron sus principales exponentes -la tienda de videojuegos vio como sus acciones se disparaban un 1.800% en pocas semanas-. Más allá, la cuenta de Elon Musk en Twitter ha dado lugar a fuertes revalorizaciones y caídas en la cotización de empresas como Tesla o Signal Advance y criptoactivos meme como dogecoin.

ESMA ha realizado un estudio que se centra en los mensajes lanzados en redes sociales como X, Instagram o Reddit sobre las empresas del Stoxx 600 entre enero de 2019 y junio de 2023, pero también en foros especializados en mercados como Seekingalpha.com, y reconoce que no hay pruebas claras de que la caída del precio del Stoxx 600 coincida con los picos de mensajes negativos en redes sociales sobre sus componentes. Ahora bien, apunta que esa falta de coincidencia puede estar ligada al hecho de que mientras el sentimiento, positivo o negativo, obtenido en redes sociales es sobre empresas cotizadas concretas, el precio es el del Stoxx 600 y todos y cada uno de sus componentes.

El supervisor del mercado europeo apunta que el ruido de las redes sociales implica “riesgos notables” en la protección de los inversores y en la estabilidad financiera. “La cantidad de información que se intercambia en las redes sociales y la velocidad de su circulación generan grandes dificultades para verificar su exactitud y veracidad”, añade el informe. De ahí que los inversores puedan estar expuestos a la “desinformación y el fraude y, por tanto, al riesgo de incurrir en pérdidas significativas” dado el creciente uso de las plataformas de negociación bursátil y unos conocimientos financieros “en general limitados”.

La ESMA ahonda en las conclusiones del informe, que afirma se pueden extrapolar a la Bolsa estadounidense, en la existencia de un vínculo relevante entre la interacción en redes sociales y el sentimiento de los mercados, especialmente en el corto plazo. Así, afirma que por término medio en los valores más mediáticos, un auge de los comentarios negativos sobre ellos va ligado a una caída en Bolsa en esa misma jornada. Una corrección que “no duran más allá de unos pocos días”, de ahí que el supervisor recuerde a los inversores que no es conveniente planificar sus estrategias de inversión en función de los consejos en redes sociales. “Es importante señalar que los medios financieros especializados son responsables de la exactitud de la información que publican”, añade, algo que en su opinión se replica en las redes sociales.

Vigilancia sobre los ‘fininfluencers’

Los influencers han llegado para quedarse y el colectivo de famosos y deportistas se ha colado entre aquellos que aconsejan sobre brókers para operar en Bolsa o activos digitales, tanto que los vigilantes de los mercados han estrechado en los últimos años su cerco sobre ellos. En España, la CNMV dio años atrás un toque de atención al futbolista Andrés Iniesta por promocionar una plataforma de compraventa de criptoactivos, Binance, y en los últimos tiempos trabaja para instar a todos los prescriptores a cumplir con unas obligaciones mínimas y que pasan por identificar quién está detrás del consejo, y paga por el contenido realizado, revelar posibles conflictos de interés y presentar la información de forma objetiva. Así mismo, recuerda que para realizar recomendaciones de inversión se debe estar sujeto a la regulación propia de las entidades de asesoramiento financiero (EAF), agencias o sociedades de valores.

El supervisor del mercado estadounidense, la SEC, ha impuesto varias multas a personajes como Kim Kardashian, por promocionar criptoactivos de forma encubierta, pero también ha pactado con la gestora de ETF Van Eck el pago de 1,4 millones de dólares por recurrir a un influencer en el lanzamiento de un producto sin ser claro sobre su papel y el dinero cobrado.

Más polémica ha resultado la decisión de la justicia estadounidense de retirar los cargos realizados por la SEC a un grupo de usuarios de X con más de 1,5 millones de seguidores por supuesta manipulación de varias cotizadas. La investigación concluyó que habían manipulado a sus seguidores con la técnica de pump and bumb (inflar y vaciar, de inglés) y obtenido más de 100 millones de dólares con ello, sin embargo un juez federal ha estimado que “no privaron a los inversores de su dinero o propiedad mediante ninguna tergiversación”.

La presión también ha llegado a Reino Unido, donde la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) acaba de publicar una guía dedicada a los influencers en la que advierte que pueden ser acusados de delitos penales con penas de hasta dos años de cárcel por promocionar activos financieros sin contar con la autorización pertinente. “Cualquier comercialización de productos financieros debe ser justa, clara y no engañosa para que los consumidores puedan invertir, ahorrar o pedir prestado con confianza”, apuntaba Lucy Casteldine, directora de inversiones de consumo de la FCA.

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Sobre la firma

Laura Salces
Es jefa de sección de Mercados/Inversión de Cinco Días, donde ha ejercido la mayor parte de su trayectoria profesional. Entre 2017 y 2020 coordinó también la sección de Economía y previamente estuvo especializada en empresas turísticas.
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