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El Ibex firma su mejor semestre en 10 años apoyado en Inditex y la banca

El selectivo español sigue sin recuperar los niveles precovid, pero alcanza máximos de tres años

Las principales Bolsas a 30 de junio de 2023
Carlos Cortinas Cano

El temor a perderse el rally ha llevado a los inversores a seguir apostando por la Bolsa. Ni las expectativas de más subidas de tipos ni las alertas de recesión han pasado factura al apetito por el riesgo. La renta variable, que en los seis primeros meses del año ha tenido que hacer frente al endurecimiento monetario, las turbulencias financieras y en la recta final del semestre incluso a los temores de impago en EE UU, muestra mayor resistencia de lo esperado.

Aunque la tendencia es generalizada, destaca el comportamiento del Ibex 35 en las últimas sesiones. Después de semanas de atonía, el reposicionamiento de carteras y el intento de maquillaje de última hora permiten al selectivo español recuperar los niveles previos a la quiebra de Silicon Valley Bank. Con un alza del 6% en junio, el mejor mes desde comienzo enero, la Bolsa española alcanza los 9.593 puntos, máximos de finales de febrero de 2020. En el año el Ibex avanza un 16,57% y firma su mejor primer semestre en 10 años. Entre junio y diciembre de 2013 el Ibex rebotó un 26,21%.

A corto plazo el primer reto para la Bolsa española es recuperar los niveles prepandemia, un hito que sus homólogos europeos y estadounidenses ya lograron en 2021 y 2022. Antes del estallido de la pandemia el Ibex coqueteaba con la barrera de los 10.000 puntos.

Ganadores y perdedores

Con un alza del 43,5% y del 42,7% Amadeus e Inditex lideran las ganancias. La recuperación del sector turístico y los buenos resultados del primer trimestre sirvieron de impulso ambas cotizadas. Un escalón por debajo se situaron Meliá (38,7%), IAG (35,7%) y Aena (26,17%). Es decir, todas ellas se enmarcan dentro de la corriente que imperó en Europa y que llevó a las cotizadas de ocio y viajes a liderar las ganancias con un alza del 26,15%.

La caída de Silicon Valley Bank y el rescate in extremis de Credir Suisse sirvieron de correctivo a los bancos que en el arranque del año venían liderando las ganancias por el efecto de la subida de tipos. Aunque desde el estallido de las turbulencias financieras el sector en Europa ha remontado en vuelo sigue sin recuperar los máximos del año. Dentro del selectivo, BBVA (24,81%), Santander (20,79%), CaixaBank (3,13%) y Sabadell (19,66%) escapan a las pérdidas, una suerte que no corren ni Bankinter (-10,18%) ni Unicaja (-6,6%).

En los seis primeros meses del año solo nueve valores escapan a la corriente alcista. Las firmas de energías limpias Solaria (-17,98%) y Acciona Energía (-15,27%) lideran los descensos. Junto a estas sobresalen la socimi Merlin (-10,66%) y Repsol (-10,24%). Las socimis son algunas de la cotizadas más perjudicadas por el alza de los tipos mientras la petrolera se ve penalizada por la caída de los precios del crudo. El Bren retrocede un 12,8% en los seis primeros meses del año. Unos descensos que se explican por las alertas de recesión, el debilitamiento experimentado por la recuperación de China y la contracción del sector manufacturero.

Resto de Bolsas

Las ganancias son la tendencia generalizada entre las principales Bolsas europeas. Pero son las periféricas las que consiguen un mejor desempeño. Por encima del Ibex sobresale el comportamiento de la Bolsa italiana. El Mib se anota un 19%. Una parte importante de este resultado es el elevado peso que en ambos selectivos tiene el sector servicios y en especial los bancos, las cotizadas más beneficiadas por el alza de los tipos. Mientras el sector manufacturero muestra claros síntomas de contracción, los servicios están resistiendo más de lo esperado. Una tendencia que empieza a correr peligro.

A pesar de la desaceleración que empieza a mostrar la economía en la eurozona, que se vio arrastrada por la entrada en recesión de Alemania, las Bolsas han logrado resistir. El Dax alemán acumula una subida del 15,98% en el año, ganancias que el Cac francés son del 14.3% y en el FTSE británico se moderan al 1%.

Aunque las expectativas de subida de tipos son generalizadas entre los grandes bancos centrales, es el Reino Unido donde existe más presión. Hace una semana los inversores tuvieron que encajar una subida más agresiva de lo esperado debido a la resistencia que muestra la inflación británica. Con una tasa general en el 8,7% y una subyacente en el 7,1%, el mercado espera que la institución que preside Andrew Bailey dé una vuelta de tuerca al endurecimiento monetario y siga subiendo los tipos hasta el 6,25% en febrero, máximos de 1992.

“De cara al segundo semestre esperamos que la actividad vuelva a moderarse, situando a la eurozona al borde la recesión”, señala Martin Wolburg, economista senior de Generali Investments. Como principales vientos en contra el experto apunta a la trayectoria descendente de la industria manufacturera y deterioro de las condiciones financiación, dos factores que presionarán más a las economías orientadas a las exportaciones como lo son la alemana y la francesa.

La gran sorpresa de los últimos seis meses ha sido el comportamiento de las tecnológicas estadounidenses, cotizadas que como ya se pudo comprobar el 2022, son las más perjudicadas en un entorno de subidas de tipos. Aunque la Fed ha continuado adelante con el mayor endurecimiento monetario desde 1981, el furor despertado por la inteligencia artificial (IA) y las potencialidades que ofrece esta nueva área de negocio han ejercido de contrapunto. Al cierre de los mercados europeos, el Nasdaq Composite enfilaba el mejor semestre de su historia con un alza de más del 30%. Dentro del índice sobresale Apple, que después de semanas rondándolo, superó el viernes los tres billones de dólares de capitalización, por segudna vez en año y medio. Es la primera compañía que lo logra.

El tirón de las tecnológicas ha agravado la concentración de la Bolsa estadounidense, donde un puñado de cotizadas son las responsables el grueso de las subidas. Es precisamente esta falta de amplitud uno de los grandes riesgos que identifican los expertos para la sostenibilidad de las ganancias. Si las potencialidades de la IA no se hacen realidad el riesgo de corrección es aún mayor.

En el mercado de deuda destaca la disparidad de comportamiento que experimentan los vencimientos largos y cortos. Mientras la deuda a 10 años se mantiene sin apenas cambios respecto a comienzos de año, las rentabilidades de los bonos a corto plazo repuntan con mayor intensidad a las expectativas de subidas de tipos. El rendimiento de la deuda alemana con vencimiento en 2025 se sitúa en el 3,2%, frente al 2,7% de cierre de 2022 mientras la deuda estadounidense al mismo plazo pasa del 4,3% al 4,87%. Los mayores repuntes que experimentan la deuda a corto acentúan la inversión de las curvas de deuda, un síntoma de recesión.

Aunque el BCE y la Fed han reiterado que harán lo que sea necesario para devolver la inflación al 2%, los inversores dudan de cuántas subidas serán necesarias. Lagarde ya ha señalado que en julio repetirán el movimiento, la incógnita está en septiembre. Todas las probabilidades están sobre la mesa, pero desde Bank of America consideran probable un nuevo incremento a la vuelta de las vacaciones. La resistencia que ofrece la economía estadounidense, que en el primer trimestre creció un 2%, da margen a Powell para subir los tipos dos o más veces en lo que queda de año.

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