El BCE, ante el duro dilema de subir tipos en plena sacudida financiera
El mercado cree que cumplirá con su previsión de un alza de medio punto pero no descarta un aumento inferior
La subida de tipos decidida por Jean-Claude Trichet en julio de 2008 se recuerda como uno de los grandes errores del BCE. En marzo había quebrado el banco estadounidense Bear Stearns, un anticipo de la gigantesca crisis financiera que desató en septiembre de ese año el colapso de Lehman Brothers. El Consejo de Gobierno del BCE decide hoy sobre qué hacer con el precio del dinero en la zona euro bajo la inesperada presión que ha desatado la caída del Silicon Valley Bank y que ha activado las alarmas también en la banca europea. El miedo a una crisis bancaria también se palpaba ayer en Europa ante el desplome bursátil, uno más, de Credit Suisse, que no cuenta con que su principal accionista, el Saudi National Bank (SNB), vaya a aportarle más capital.
La magnitud y profundidad de las turbulencias financieras que se han desatado esta semana aún se desconoce pero el BCE se encuentra ante la difícil tarea de seguir subiendo los tipos cuando crece la desconfianza en el sistema bancario. En un momento como el actual, las subidas de tipos, y en especial la perspectiva de su continuidad en el tiempo, pueden hacer aún más daño. La estabilidad financiera es una de las prioridades de la institución que preside Christine Lagarde, si bien su mandato supremo es el control de la inflación y es por ello que se espera que el BCE opte por subir los tipos en medio punto en la reunión de hoy: al 3,5% en la tasa general y al 3% en la facilidad de depósito.
“Es poco probable que la situación actual impida al BCE subir los tipos 50 puntos básicos hoy. La exposición directa de la economía europea a la crisis de SVB es limitada y el BCE tiene que luchar contra un problema de inflación cada vez más autóctono”, sostiene Sylvain Broyer, economista jefe para Europa de S&P.
El BCE lleva apuntando desde la reunión de principios de febrero, cuando elevó los tipos también en medio punto, que el próximo movimiento sería de esa misma magnitud y que el ajuste monetario no terminaría en marzo. La persistencia de la inflación es demasiado fuerte como para bajar la guardia y las alzas de precios continúan muy lejos del objetivo de estabilidad de precios que se marca el BCE, del 2%. Pero la crisis bancaria en EE UU, y el nerviosismo en Europa por Credit Suisse, han dado un vuelco a la previsión del mercado sobre los tipos de interés en la zona euro. Si antes del colapso de SVB, los futuros apuntaban a una subida de la tasa de depósito hasta el 4%, con un aumento por delante de 1,5 puntos, la estimación ahora es de un máximo del 3,65% en el otoño.
La expectativa es que hoy el BCE no renuncie a seguir combatiendo la inflación y vuelva a subir tipos pero sin dar indicaciones sobre sus próximas decisiones. En definitiva, que mantenga firme su discurso frente a la espiral alcista de los precios sin descuidar la protección de la estabilidad financiera.
El mercado da así un 85% de probabilidades a un alza de tipos hoy de medio punto aunque no descarta del todo que la subida pueda ser más suave, de 25 puntos básicos. Así lo prevén en Deutsche Bank. “Esperamos que el BCE considere que el sistema bancario europeo es fundamentalmente sólido. No obstante, se está produciendo un shock financiero mundial de tamaño y duración inciertos y los indicadores de crédito bancario europeos han sido débiles últimamente”, señalan en el banco alemán.
La renuncia a subir hoy los tipos en medio punto, según el propio guion que el BCE viene telegrafiando al mercado, podría interpretarse como una falta de compromiso en su lucha contra la inflación. Para el presidente de Société Générale, Bini Smaghi, un alza de solo 25 puntos básicos no tendría sin embargo por qué ser un problema si se explica bien. En una entrevista publicada ayer, pedía cautela al BCE y no aferrarse a la subida de 50 puntos básicos “como si no hubiera ocurrido nada”. La presión sobre Lagarde llega por tanto de uno de los pesos pesados de la banca de la zona euro, que fue además miembro del comité ejecutivo del BCE.
En Goldman Sachs mantienen su previsión de un alza de tipos de medio punto en la reunión de hoy, sin rechazar del todo la posibilidad de un aumento de solo un cuarto de punto. “Las nuevas incertidumbre sugieren que el Consejo de Gobierno probablemente no facilitará una guía clara sobre futuras subidas de tipos. Esperamos que ponga énfasis en que las futuras decisiones dependerán de los datos”, añaden en el banco estadounidense.
Paul Diggle, economista jefe de abrdn, advierte de la dificultad de la decisión de hoy del BCE a causa de las turbulencias bancarias. Por un lado, señala que “el mercado se encuentra claramente preocupado, y que el miedo se propague a los depositantes es actualmente el verdadero factor de riesgo”. Incluso a pesar de que los bancos europeos están poco expuestos a los depósitos estadounidenses y de que el sistema bancario de la zona euro está correctamente capitalizado y ha sido sometido a pruebas de resistencia, según explica.
Pero por otro lado, el experto destaca que “el BCE también debe tener en cuenta que los datos de actividad económica han sido ligeramente superiores y que la inflación subyacente se encuentra en máximos históricos. Esto requiere una política más restrictiva”. En febrero, la tasa de inflación general se desaceleró al 8,5%, desde un máximo del 10,6% en octubre, pero la inflación subyacente siguió aumentando hasta el 5,6%.
El BCE también anunciará hoy la actualización de sus estimaciones de crecimiento e inflación. En Goldman Sachs prevén un ajuste al alza frente a las de diciembre en el crecimiento y en la inflación subyacente en 2023, que podría subir al 4,7%, desde el 4,2% de la previsión anterior para este año.
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