El BCE deja a cero su beneficio por el impacto del alza de tipos
Evita las pérdidas netas gracias a una provisión por 1.600 millones y descarta la necesidad de una inyección de capital
Las alzas de tipos de interés evaporaron los beneficios del BCE el pasado año. El Banco Central Europeo cerró el ejercicio con un resultado cero, después de evitar las pérdidas contables gracias a echar mano de 1.627 millones de euros de la provisión frente a riesgos financieros con que cuenta la institución. Los números rojos van a ser la constante en la cuenta de resultados del BCE en los próximos años, aunque ello no supondrá la descapitalización del banco ni influirá en el objetivo de combatir la inflación de su política monetaria.
El BCE ha presentado hoy unos resultados marcados por el rápido incremento del alza de tipos que emprendió en julio de 2022. Estos aumentos han incrementado el coste para el organismo de las reservas bancarias de los bancos centrales nacionales y de los bancos comerciales, que remunera a la tasa general, que dio un salto el pasado año desde el cero al 2,5%. En paralelo, el BCE no ha podido compensar ese gasto con mayores ingresos en su elevada cartera de deuda, engordada durante años con bonos a tipos muy bajos e incluso negativos y que la institución mantiene a vencimiento.
Llevará por tanto un tiempo que el BCE se pueda beneficiar en sus cuentas del alza de rentabilidades de los bonos gracias a mayores ingresos en el cobro de cupón, en un momento en que además ha comenzado la reducción de su balance, por lo que dejará de reinvertir la totalidad de los bonos que van venciendo.
Como resultado de las alzas de tipos, el BCE ha tenido un gasto en su margen de intereses de 2.075 millones de euros por la remuneración de las reservas bancarias. El resultado de sus operaciones financieras arroja un saldo negativo de 1.950 millones de euros, a los que se añaden gastos operativos por 1.224 millones de euros. En 2021, el BCE logró un beneficio neto de 192 millones de euros, aún lejos de los 2.366 millones de ganancia de 2019.
El Banco Central Europeo ha recurrido sin embargo a a 1.627 millones de euros de su colchón de provisiones por riesgos financieros, con los que ha dejado a cero su cuenta de resultados. Aún conserva en ese colchón provisiones por 6.566 millones de euros, que serán clave en los próximos años para evitar la descapitalización de la institución y la necesidad de inyección de dinero por parte de sus accionistas, los Estados miembros de la zona euro, con el consiguiente dilema político que ello supondría.
Fuentes del BCE reconocen que las pérdidas se mantendrán en el medio plazo y aseguran que no está previsto en ningún caso una situación de fondos propios negativos, que exigiera por tanto una inyección de capital. Los números rojos no serán tampoco obstáculo para el mantenimiento de su política de estabilidad de precios, el mandato por el que se rige el BCE, ahora centrado en combatir la espiral inflacionista en la zona euro con alzas de tipos de interés.
El Banco Internacional de Pagos de Basilea, el banco de los bancos centrales, insistió recientemente en que el objetivo de los bancos centrales no es ganar dinero sino cumplir con sus mandatos de política monetaria. “Para mantener la confianza del público y preservar la legitimidad de los bancos centrales ahora y a largo plazo, las partes interesadas deben comprender que los mandatos de política de los bancos centrales están por encima de los beneficios”, defiende el BIS. Este año también registrarán pérdidas la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra, una situación que según el BIS no deben ser motivo de alarma ni duda sobre la efectividad y credibilidad de su política monetaria.
El nulo beneficio del BCE en 2022 sí tendrá como consecuencia que, a diferencia de los años anteriores y por primera vez desde 2007, no transferirá ganancia alguna a los bancos centrales nacionales de la zona euro, que a su vez tampoco derivarán ganancias a sus respectivos Estados. Es por ejemplo el caso del Banco de España, parte del Eurosistema y que se estima va a dejar de transferir al Tesoro alrededor de 1.800 millones de euros este año, una situación que se prolongará durante los próximos ejercicios. El Banco de España publicará sus resultados de 2022 el próximo 24 de marzo.
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