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Política monetaria

Por qué los bancos centrales entran en pérdidas (y no es preocupante)

Los números rojos impedirán que transfieran a los gobiernos los beneficios de años atrás. El BIS afirma que los mandatos de política de los bancos centrales están por encima de las ganancias

Sede del Banco Internacional de Pagos de Basilea
Sede del Banco Internacional de Pagos de BasileaReuters
Nuria Salobral

Las pérdidas que puedan arrojar la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra o el BCE no deben ser motivo de alarma ni duda sobre la efectividad y credibilidad de su política monetaria. Es más, sus accionistas, mayoritariamente los propios estados soberanos, deben tener presente que los mandatos de política monetaria “están por encima de los beneficios”. Es la advertencia que lanza hoy a través de un documento el Banco Internacional de Pagos de Basilea, el banco de los bancos centrales, a propósito de los números rojos que ya registran o van a sufrir en breve estas instituciones.

Las pérdidas de los bancos centrales se han precipitado en 2022 con las intensas subidas de los tipos de interés. Estos organismos se han encontrado, por un lado, con que tienen que pagar cada vez más por las reservas bancarias: al ejercer de banco para otros bancos, retribuyen los depósitos de éstos (hasta ahora pagaban un 0%). En paralelo, las compras de deuda ejecutadas durante los últimos años a un tipo de interés mínimo apenas les reportan ingresos. Y el valor de mercado de esta cartera de deuda ha caído con la subida de los tipos, tal y como han experimentado los inversores en fondos de deuda.

Según puntualiza el BIS, la Fed, el Banco de Inglaterra, el de Japón, Suecia, Holanda, Suiza, República Checa y Nueva Zelanda han advertido ya de pérdidas, a las que sumará el BCE previsiblemente en 2022. Pero esos números rojos no son motivo de alarma, según el BIS, que advierte de que pueden operar de forma efectiva, y ya lo han hecho en el pasado, incluso con capital negativo. La institución recuerda que entre 2002 y 2021 unos diez bancos centrales de entre los 32 que supervisa el BIS han tenido periodos con fondos propios negativos, como ha sido el caso del Banco de Chile, del de República Checa, Israel y México durante años. "En todo momento se mantuvo la estabilidad precios", puntualiza el BIS.

En el momento actual, en que surge la incertidumbre sobre el alcance que pueden tener esas pérdidas de los bancos centrales, el BIS reconoce que “pueden aparecer percepciones erróneas que erosionen su credibilidad”. En este sentido, hace un llamamiento para que los accionistas de los bancos centrales “entiendan la naturaleza única de las finanzas de los bancos centrales a la luz de sus mandatos”.

En definitiva, reclama comprensión ante el hecho de que con cargo a 2022 los bancos centrales no van a transferir ingresos a los Estados, sus principales accionistas, a causa de sus números rojos. Es por ejemplo el caso del Banco de España, parte del Eurosistema y que se estima va a dejar de transferir al Tesoro alrededor de 1.800 millones de euros este año, una situación que se prolongará durante los próximos ejercicios.

"Para mantener la confianza del público y preservar la legitimidad de los bancos centrales ahora y a largo plazo, las partes interesadas deben comprender que los mandatos de política de los bancos centrales están por encima de los beneficios", concluye el BIS.

Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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