Watson Farley & Williams reina en ‘project finance’ en 2024, el año de las operaciones verdes
Clifford Chance y A&O Shearman, segundo y tercero por el total del valor asesorado. Gómez Acebo & Pombo, plata por número de proyectos
El bufete Watson Farley & Williams se corona como líder en asesoramiento de operaciones de financiación de proyectos (project finance) en España en 2024, según el ranking de la plataforma TTR Data. La oficina capitaneada por Pilar García Guijarro, nombrada recientemente head de energía de la firma para Europa y América, ha conseguido colgarse la medalla de oro tanto por importe (6.701 millones de euros redondeados) como por número de transacciones encauzadas (32) un año más. Un ejercicio dominado por despachos anglosajones: Clifford Chance le pisa los talones y es segundo en el podio por la envergadura de las operaciones (6.588 millones) y tercero por cantidad (18), modalidad en la que Gómez-Acebo & Pombo da la campanada al colarse en segunda posición. El bronce por valor total se lo lleva A&O Shearman.
La financiación de instalaciones de energía renovable, especialmente la fotovoltaica, tiran fuerte de este mercado desde que CincoDías publicó el primer ranking en 2023. Mirando por el retrovisor, la envergadura global de las operaciones reportadas en 2024 por el bufete líder en el ranking supera en más de 2.700 millones a las apuntadas en 2023. Es un negocio en alza que también sirve de indicador de futuro del país. Según asegura Marcela Chacón, portavoz de TTR Data, “se está observando que hay un aumento de liquidez en el entorno inversionista, lo que favorecerá la financiación de proyectos, no solo en energías renovables sino en otros sectores claves para la economía como infraestructura, transporte y tecnología, que están registrando un gran crecimiento a nivel local”.
Watson Farley & Williams (WFW) lidera un año más el top 10 de despachos por el importe de las operaciones, adelantando en la recta final del año a Clifford Chance, que se queda apenas a 114 millones de mantener la primera plaza de la que disfrutaba en el primer semestre. En tercer lugar, A&O Shearman que anota 4.542 millones de euros. Les siguen Linklaters (3.063), White & Case (2.675), Gómez-Acebo & Pombo (2.131), Garrigues (1.393) y Ashurst (1.339). Completan el listado Cuatrecasas (860) e EY Abogados (775).
En el ranking por volumen de operaciones, tras WFW, que anota 32, las mismas reportadas en 2023, aparecen Gómez-Acebo & Pombo (26), que sube desde el quinto puesto, y Clifford Chance (18), que este año se ha colado en el podio al superar a Garrigues (también con 18) en el importe de los proyectos. Pisándoles los talones, Cuatrecasas (16). Con 9 proyectos aparece Linklaters, seguido de Squire Patton Boggs (8), Ashurst (6) y Uría Menéndez y Ontier (ambos con 5).
Inversiones
Los rankings recogen el asesoramiento en derecho español de operaciones anunciadas a lo largo del año en las que al menos una de las partes de la transacción es de origen nacional. La complejidad de estos proyectos y su creciente internacionalización requiere de equipos expertos que, además de conocer al dedillo el marco jurídico, manejen “los usos y prácticas contractuales históricamente patrocinados desde la City londinense”, apunta Rodrigo Berasategui, socio responsable de bancario y financiero de WFW en Madrid. Los inversores siguen comprando las “inmejorables condiciones de recurso tanto eólico como solar, la existencia de un marco normativo seguro y la decidida apuesta por el sector”, explica Berasategui.
El apoyo de un sector financiero “muy experimentado”, añade José Guardo, socio de banca y finanzas y responsable del área de project finance de Clifford Chance, apuntala esta posición ventajosa. El abogado destaca las operaciones warehouse financings “para la financiación de portfolios de activos de producción de energía renovable que permiten financiar proyectos en diferentes estados de desarrollo, jurisdicciones y tecnología” y cree que en 2025 verán la luz proyectos en el ámbito de los gases renovables.
La estabilidad regulatoria es miel para los inversores, comenta Vanessa Cuellas, socia especializada en energía e infraestructuras de A&O Shearman. Si este año la actividad se ha centrado en grandes porfolios de proyectos solares, una tendencia que continuará según la abogada, desde el bufete esperan “que en 2025 aumenten los de financiación de almacenamiento y data centers”. Las operaciones individuales, reflexiona Cuellas, han dejado de ser eficientes y ahora se opta por “soluciones a nivel portfolio o plataforma que, además otorgan un mayor grado de flexibilidad al desarrollador”.
La transición energética sigue siendo el motor, coincide Verónica Romaní, socia de bancario y financiero y coordinadora de energía en Gómez-Acebo & Pombo. “Hay un número elevadísimo de megavatios que tienen que construirse entre 2025 y 2028 que, en su gran mayoría, requerirán financiación”, apunta. Las infraestructuras, añade Romaní, han vuelto a asomar en 2024, un sector en el que el bufete se ha posicionado con proyectos, por ejemplo, de reacondicionamiento de carreteras.
Panorama y tendencias
Las perspectivas para 2025 son alentadoras. Los responsables de los despachos consultados ven un cielo sin muchas nubes negras en este mercado. Así lo confirma también el análisis de TTR Data: “Si bien en los últimos trimestres se ha visto un periodo de cautela en el mercado de project finance, la perspectiva para 2025 puede ser alentadora tanto en España como en Europa y a nivel mundial”, expone Marcela Chachón.
España ha metido quinta con algunas reformas legislativas que flexibilizan los tiempos para desarrollar los proyectos. Como explica Chacón, “la aprobación de regulaciones que han permitido extender los plazos para cumplir diversos proyectos abarcados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), son iniciativas que permitirán atraer inversión, garantizar la viabilidad económica de los proyectos y revitalizar el mercado de project finance, especialmente en el sector de energías renovables”.
En cuanto a la temática de las operaciones, poco a poco están despuntando proyectos de financiación de infraestructuras (hospitales, puertos, carreteras…), con mención especial para los centros de datos. Además, los inversores están atentos a construcciones para biogás e hidrógeno, así como “las cada vez más habituales hibridaciones de proyectos”, apunta Berasategui (WFW). El abogado confía en que se autoricen las primeras financiaciones de baterías stand alone (es decir, no integradas en una central de generación eléctrica sino a disposición de la red) “una vez tengamos por fin aprobado el tan deseado mecanismo de pago por capacidad”.
Riesgos y deberes
La principal amenaza en el horizonte para el florecimiento de este mercado es, en opinión de Berasategui, “unos bajos precios del pool que dificulten el dimensionamiento y, a la postre, la financiación de los proyectos”. El antídoto, según el socio, es “incrementar la demanda de energía y la electrificación, acelerar la efectiva implementación del almacenamiento o fomentar la contratación de PPA [power purchase agreement, un acuerdo o contrato de compraventa de energía a largo plazo entre un desarrollador renovable y un consumidor]”.
Vanessa Cuellas (A&O Shearman), coincide en que es necesario que el Gobierno “fomente la electrificación de la economía y favorezca la inversión en almacenamiento, data centers y nuevas tecnologías como el hidrógeno”. Estas medidas, opina, son necesarias para “equilibrar oferta y demanda y mantener niveles de precio adecuados”.
Entre los nubarrones que dificultan el desarrollo de estos proyectos, José Guardo (Clifford Chance) señala la incertidumbre “que generan algunas decisiones judiciales”. Se refiere a la lucha que mantienen, tanto a nivel administrativo como judicial, algunas organizaciones ecologistas y asociaciones locales. El abogado cree que urge “acelerar las inversiones en la red para aumentar los puntos de conexión y la aprobación de una regulación que permita el esperado despliegue de las baterías y el desarrollo de otro tipo de vectores energéticos como el hidrógeno”.
Verónica Romaní (Gómez-Acebo & Pombo) subraya que esta práctica requiere de un equipo que entienda y gestione “riesgos complejos y ayude al cliente y las contrapartes a superarlos”. En una operación greenfield (aquel que se realiza desde cero), pone de ejemplo la abogada, “siempre surgen problemas, más en nuestro entorno regulatorio, que no ayuda”. Este año, agrega, “ha sido especialmente complicado en ese sentido, porque existen riesgos regulatorios y relacionados con el proceso de autorización de los activos que han requerido buscar muchas soluciones imaginativas”.
Las tres operaciones más caras de 2024
- Sonnedix. Sonnedix Group cerró en diciembre una financiación por importe de 2.500 millones de euros para la refinanciación de un portfolio de activos fotovoltaicos en España, Italia, y Francia con una potencia agregada de 1,1 GW. Sonnedix ha estado asesorada por A&O Shearman Spain. El pool bancario ha contado con White & Case.
- Nueva Centilena. El proyecto, ubicado en la región de Antofagasta, al norte de Chile, obtuvo abril una financiación de 2.302,87 millones. Con el incremento de la capacidad de producción de cobre en 170.000 toneladas por año, Centinela se ubicará entre las 15 principales minas de cobre del mundo. El bufete Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría Chile fue asesor.
- Gases licuados. El grupo Hanseatic Energy Hub, asesorado por Clifford Chance, consiguió en marzo una financiación de 1.600 millones para la primera terminal terrestre de Alemania para gases licuados. A&O Shearman asistió a los bancos.