¿Cómo puede afectar a los clientes la posible fusión de BBVA y Sabadell?
Las condiciones de las hipotecas no pueden cambiar, pero sí que se podrían llegar a pagar nuevas comisiones
En la posible fusión entre BBVA y Banco Sabadell hay muchos ojos puestos. Los de los ejecutivos que tendrán que negociar las condiciones, los de los empleados que pueden tener dudas sobre su puesto de trabajo, los del mercado y, por supuesto, los de los clientes. En base a fusiones bancarias recientes, se puede intuir cómo se verán afectados estos últimos de llegar a producirse la unión.
¿Cambia el número de cuenta del cliente?
Uno de los primeros cambios para los clientes de Sabadell si se lleva a cabo la integración con BBVA afectaría al número de cuenta, ya que el IBAN de la entidad variaría. Se perdería el de Sabadell (0081) y las cuentas llevarían el de BBVA (0182). En operaciones similares, como la fusión de Caixabank y Bankia o la Banco Santander y Banco Popular, los clientes no tuvieron que hacer ninguna gestión por este cambio, ni, en principio, debería afectar a los pagos domiciliados. Sin embargo, Caixabank registró en 2022 un considerable aumento, de 1.598 a 6.875, en las reclamaciones de sus clientes, el 28% de las cuales tenían que ver con lo que la entidad califica como operaciones de pasivos, entre ellas la devolución de recibos.
¿Habrá que pagar más comisiones?
La respuesta a esta pregunta no es sencilla ya que dependería de las condiciones que pudiera poner BBVA a los clientes que provengan de Sabadell. En la unión de Caixabank y Bankia, las quejas más recurrentes de los clientes que llegaban nuevos a la entidad catalana es que debían pagar comisiones que no tenían anteriormente. Por ejemplo, se les cobraba por tener una tarjeta de débito, y si no querían pagar por ella debían optar por una de crédito. La Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana, donde tiene su sede social Caixabank, consideraba “perjudicial y abusivo” el cambio de las condiciones. Eso sí, cualquier modificación deberá ser notificada con antelación por parte de la entidad para que el cliente no se encuentre por sorpresa con nuevos gastos.
¿Cambiarán las condiciones de las hipotecas y de los productos contratados?
Uno de los grandes quebraderos de cabeza de muchos españoles son las hipotecas, especialmente en estos meses de subidas de las cuotas. Y quizá la fusión les añada algo de inquietud. Pero pueden estar tranquilos. Las hipotecas se contratan con unas condiciones que no se pueden modificar a no ser que ambas partes estén de acuerdo. Lo mismo ocurre con los productos ya contratados que tienen una duración determinada, caso de seguros, préstamos o depósitos a largo plazo. Las condiciones pactadas no se pueden modificar. No ocurre lo mismo con las cuentas de ahorro cuya duración es indeterminada y sus condiciones sí que se pueden modificar. Pero, al igual que con las tarjetas, el banco debe avisar con antelación para que el cliente pueda decidir si acepta las nuevas condiciones o prefiere cerrarla e irse a otra entidad.
¿Habrá menos sucursales?
La concentración bancaria vivida en España en la última década ha traído consigo el cierre de miles de sucursales a lo largo y ancho del país, así que no es descartable que suceda lo mismo si se produce la fusión. Especialmente en aquellas localidades o barrios con sucursales muy próximas. Esta circunstancia también podría afectar a los empleados. De hecho, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha mostrado convencida de que si la fusión sale adelante, se va a presentar un ERE, mientras BBVA asegura en su carta de oferta que no se plantea adoptar “medidas traumáticas” con los trabajadores.
¿Qué pasa con las aplicaciones?
Los clientes que ya casi no pisan una sucursal, y con eso se ahorran alguna que otra cola, se decantan por hacer sus operaciones en el móvil, tableta u ordenador. Lo previsible es que las aplicaciones de Sabadell desaparezcan para dejar paso en los dispositivos a las de BBVA, como ha ocurrido en otras fusiones.
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