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Radiografía del nuevo inversor digital: mujeres y jóvenes, la punta de lanza de los neobrókeres

BlackRock detecta un aumento de 700.000 en personas que han empezado a invertir en España

Una persona operando con Trade Republic
Una persona joven operando con Trade Republic
Miguel Moreno Mendieta

Un movimiento de calado empieza a detectarse en el mundo financiero español: cada vez hay menos miedo a invertir. Cada vez hay más jóvenes y mujeres que deciden destinar una parte de su dinero a acciones o fondos para conseguir algo de rentabilidad. Y cada vez lo hacen más a través de nuevos jugadores, como los neobrókeres o entidades financieras 100% digitales, como Revolut, Openbank, Myinvestor o N26. Para la mayor gestora de activos del planeta, BlackRock —con 11 billones de euros de activos bajo gestión — se trata de una tendencia muy poderosa, que perciben en casi toda Europa y que, solo en España, ha movilizado a 700.000 nuevos inversores desde 2022, según sus cálculos. En buena parte del Viejo Continente (Alemania, Italia, Francia, España...) los bancos han sido hasta hace poco los principales intermediarios a la hora de invertir. En España, las entidades financieras tradicionales acaparan el 93% de la venta de fondos y los contratos de gestión discrecional de carteras.

Rachel Lord es una de las máximas directivas de BlackRock, con presencia en el comité ejecutivo global y responsabilidad sobre el negocio internacional del grupo en Europa y Asia. La ejecutiva participó en un encuentro con periodistas organizado por la firma en Londres y habló sobre el empuje de las nuevas generaciones de inversores. “Desde 2022 hemos visto como 11 millones de europeos empezaban a invertir por primera vez, y una parte importante de este movimiento lo están protagonizando jóvenes y mujeres, que eran dos grupos muy infrarrepresentados”.

Para la experta, este movimiento se explica porque “cada vez es más fácil, más barato y más asequible empezar a invertir”, gracias a las nuevas plataformas de inversión con un origen casi 100% digital. Proyectos como los británicos Monzo y Revolut Bank; los alemanes N26 y Trade Republic, o iniciativas españolas como Myinvestor, Imagine y Openbank (estos dos últimos, controlados por CaixaBank y Santander, respectivamente).

Lo que tienen en común todos estos proyectos es que parten prácticamente de una aplicación para el móvil. En algunos casos, el gancho inicial fue una tarjeta sin comisiones por sacar en el extranjero, o un depósito con una remuneración muy atractiva —como el 4% que llegó a dar Trade Republic— pero, una vez captado el cliente, la vocación de todos estos proyectos es que el particular empiece a hacer aportaciones recurrentes a un fondo, a la compra de acciones o para comprar ETF (fondos cotizados de bajo coste, por sus siglas en inglés).

Mayur Kunal, jefe de producto de N26 (ocho millones de clientes), recuerda que la entidad financiera “ya lleva más de 10 años operando, pero es ahora cuando el proyecto está lo suficientemente maduro para lanzar una propuesta de inversión”, tal y como indicó en la mencionada conferencias de Londres. El directivo relata cómo empezaron ofreciendo una cuenta corriente con una rentabilidad atractiva, luego empezaron sacaron un bróker para poder comprar ETF y acciones “y ahora es cuando estamos fomentando los planes de inversiones sistemáticos”. La entidad, añade, tiene mucha información sobre su clientela y que ahora “les podemos ayudar mucho en esa trayectoria para ahorrar de cara a la jubilación”.

El informe de BlackRock sobre los nuevos inversores, realizado con una encuesta a 37.000 personas en España, indica que uno de los productos cuya contratación más ha crecido en España son los ETF. Se trata de un tipo de fondo que se puede comprar y vender de forma instantánea y que tiene unas comisiones bajísimas (de entre el 0,1% y el 0,4% anual, cuando en los fondos se puede pagar hasta un 1,5%). Desde 2022, la contratación de estos fondos cotizados habría crecido más del 55%, frente al 24% de incremento en criptomonedas, el 10% en acciones y el 5% en fondos convencionales.

Hace varios años que el gigante estadounidense detectó el empuje de esta tendencia de las nuevas plataformas digitales. Stephen Cohen, uno de los principales directivos para Europa y Oriente Medio, explicaba en 2022 a CincoDías que “por primera vez en Europa se estaba formando una comunidad de inversores”, más allá de la inversión tradicional a través del banco.

En España, los neobancos ya dan servicio a más de nueve millones de clientes. Algunos son puramente independientes (Revolut, Bnext, N26...) y otros son filiales de bancos (Evo Banco, de Bankinter; Openbank, de Santander; Imagine Bank, de CaixaBank; Myinvestor, de Andbank...). Pero todos los modelos comparten unas estructuras de costes muy ligeras y un acceso al cliente que se basa casi exclusivamente en la aplicación para móviles, la página web y algo de atención telefónica.

Trade Republic, que está a punto de obtener la ficha bancaria en España, también ve potencial en los planes de aportaciones sistemáticas a fondos cotizados (ETF). A mediados de octubre, visitó Madrid Julian Collin, director general de mercados internacionales. Para la firma, España es un país estratégico. “Aquí va a haber un grave problema con el ahorro para la jubilación, y propuestas como la nuestra creemos que pueden ser muy válidas para jóvenes que quieren empezar a aprovechar su dinero para invertir y acumular un capital que complemente la pensión pública”.

El jugador más fuerte en Reino Unido es Monzo. Sin haber empezado a cotizar en Bolsa, ya tiene una valoración que roza los 6.000 millones de libras (7.200 millones de euros). Andy Smart, responsable de banca privada de la entidad, explicaba en las jornadas de Londres que desde el neobanco “estamos ayudando a muchos que se inician en la inversión a construir carteras de activos bien diversificadas, con unos niveles de costes muy ajustados y que, además, invierten de forma recurrente”. Según relata el directivo, el 60% de su clientela ya hace al menos una aportación mensual a productos de inversión.

En BlackRock, líder mundial en fondos cotizados (a través de su marca iShares), están encantados con el surgimiento de todo este nuevo ecosistema de neobancos y nuevos inversores. Para ellos, su interlocutor siempre habían sido las gestoras de fondos convencionales y las entidades financieras de siempre. Con esta nueva tendencia, están logrando ampliar su base de negocio a nichos de mercado que hasta ahora eran inaccesibles.

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.
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