Alfonso Benito (Dunas Capital): “Nos pusimos morados a comprar deuda bancaria en la crisis de Credit Suisse”
La firma, que maneja 2.400 millones de euros, mantiene un nivel de riesgo en carteras muy bajo y duda del potencial de la Bolsa
Alfonso Benito (Madrid, 1976) es el director general y de inversiones de Dunas Capital, una de las gestoras españolas más exitosas y que ya administra 2.400 millones de euros. Su modelo está basado en gestionar con un estricto control de la volatilidad y sin ningún apriorismo en cuanto al tipo de activo utilizado (bonos, acciones, deuda subordinada, derivados financieros...). El éxito de su propuesta ha sido patente, con todos sus fondos esquivando las severas caídas que sufrió el mercado en 2022.
¿Cuál es el nivel actual de riesgo en sus carteras?
Si habláramos de una escala entre 0 y 100, diría que nuestros fondos están ahora en 30.
No terminan de ver clara la coyuntura...
No creemos que la inversión en Bolsa tenga mucho potencial. Los márgenes ya han subido mucho, los costes financieros van a aumentar, los impuestos es más probable que suban a que bajen, teniendo en cuenta el endeudamiento público... ¿Qué nos queda? El aumento de las ventas, que con unas previsiones de ralentización e incluso contracción económica, no parece que vayan a mejorar mucho. Creemos que, en general, los mercados de renta variable están caros y que el avance de la Bolsa de Estados Unidos se ha concentrado en solo un puñado de valores.
Desde que empezaron a operar en 2017 siempre han evitado la renta variable...
Es cierto. Aunque nosotros somos agnósticos en cuanto al tipo de activo en el que invertimos. Lo que intentamos es maximizar el binomio volatilidad-rentabilidad, dentro de los parámetros de riesgo de cada uno de nuestros fondos. Y lo hemos conseguido. El Dunas Valor Prudente nunca ha pasado del 1% de volatilidad y el Dunas Valor Equilibrado del 2,5%. Eso, con todo lo que ha ocurrido en los últimos años. Y siempre hemos logrado evitar las pérdidas. Sí ha habido momentos puntuales en que en el fondo de más riesgo hemos llegado al 55% de inversión en Bolsa.
Lograr esos niveles de volatilidad con la depreciación generalizada de la renta fija no ha debido de ser fácil...
No. Durante mucho tiempo nadábamos a contracorriente, con mucha deuda cotizando con rentabilidades negativas. Algo absurdo. Pero nos mantuvimos firmes. Tomamos posiciones cortas sobre deuda de Alemania, de Francia, de Italia, de España... Y, cuando finalmente se pusieron las cosas en su sitio y se depreciaron todos estos activos, sacamos provecho. También nos refugiamos mucho en deuda corporativa.
Esa ha sido hasta ahora una de las señas de identidad de Dunas
Sí, aunque no ha sido algo buscado. No nos vemos como una casa especializada en deuda corporativa. Si en unos meses la Bolsa corrige un 40%, podríamos aumentar mucho nuestra posición en renta variable. Pero es verdad que los bonos de empresas y bancos han sido hasta ahora nuestra mejor inversión.
¿Cuál es ahora la mayor posición de sus fondos?
Sin lugar a dudas, la deuda emitida por bancos y aseguradoras. La crisis de Credit Suisse nos brindó una oportunidad brutal y nos pusimos morados a comprar. Hemos encontrado oportunidades de inversión en bonos bancarios de la máxima calidad crediticia con un vencimiento de cinco años y que te pagan el 6% anual. Cajamar, que tiene una calificación crediticia también de alta calidad, nos está dando un 7,5%.
¿Cuánto aumentaron la inversión en bonos bancarios?
Hoy por hoy representa casi el 70% de las posiciones netas de nuestras carteras. Entre finales de 2022 y el segundo trimestre de 2023 más que duplicamos ese peso. Además, después de muchos trimestres en que comprábamos deuda híbrida, como los cocos, ahora directamente invertimos en deuda senior, de la mejor calidad. Nuestro jefe de renta fija dice que el nivel de rentabilidad y seguridad de estos bonos es como si te fueras encontrando billetes de 500 por el suelo.
¿No ven problemas en el sector bancario?
Los bancos han pasado las de Caín en la última década, durante el periodo de los tipos de interés negativo. Pero ahora viven en un entorno estupendo. Pagan poco por los depósitos, sus márgenes se han disparado y tienen unos balances muy saneados. En términos de renta variable, ya han recogido en sus acciones esta situación. Además, pueden afrontar más impuestos, nuevos requerimientos del BCE o subidas salariales. Como bonistas vemos que sus emisiones son muy atractivas porque pagan unos cupones altísimos y vemos muy improbable que en los próximos años vayan a sufrir problemas tan graves como para impagar sus deudas.
¿Tienen algo de deuda soberana?
Sí, alrededor del 20%. Fundamentalmente deuda de Estados Unidos ligada a la inflación. Tiene una valoración mucho mejor que la europea y, además, nos parece que es un activo refugio para el caso en que la situación geopolítica se deteriore aún más. Esa posición la cubrimos con un derivado financiero pero, por primera vez desde que arrancamos, también hemos comprado un bono soberano directamente. En concreto, deuda de Italia a seis meses.
¿Y qué tienen en Bolsa?
Sí, aunque poco. Tenemos alguna petrolera, como Shell o Total. También invertimos en Logista, que nos gusta mucho. Pero, en general, seguimos viendo más valor en la deuda corporativa. Si miras Telefónica, por ejemplo, ahora que ha entrado el fondo saudí y que podría entrar también el Estado español a través del SEPI, es una gran noticia para los bonistas, porque es una garantía de que no va a quebrar. Y sus bonos te están pagando un 7%.
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