El sector automovilístico de Navarra resiste gracias a la producción de nuevos modelos eléctricos

La industria de la región enfrenta grandes retos. El cambio tecnológico, los conflictos comerciales o la competencia son solo algunos de ellos

Cadena de montaje de Volkswagen en Pamplona.Villar López (EFE)

Cuando se describe la estructura económica de Navarra, es habitual destacar su marcada especialización en el sector de la automoción. “Quizás por la frecuencia con que se cita, dicha afirmación ha alcanzado la categoría de axioma”, afirma Amaya Erro Garcés, del departamento de Economía de la Universidad Pública de Navarra. La historia de esta industria en la Comunidad Foral se remonta a la segunda mitad de los años 50, con la creación de una serie de empresas dedicadas a la fabricación de componentes a partir de las firmas especializadas en metalurgia, explica Garcés en un informe. En 1962 se instaló allí la primera ensambladora: Automóviles de Turismo Hispano-Ingleses (Authi), la primera compañía automovilística española que operó entre 1963 y 1975. Después le siguió Seat y el grupo Volkswagen y así en Navarra se consolidó una larga cadena de 120 empresas asociadas a esta actividad.

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Múltiples retos

En un momento de cambios tecnológicos, conflictos geopolíticos y competencia asiática, el sector no quiere perder el rumbo. “La industria europea del automóvil está sufriendo los cambios tecnológicos”, dice Pep Ruiz, economista principal de BBVA Research. “La matriz de la empresa principal de Navarra es alemana y, ahora mismo, la automoción allí atraviesa las dificultades de la electrificación”, advierte.

Hay factores que explican por qué la industria del motor pierde fuelle. Alemania registra un crecimiento económico muy bajo, lo que afecta a las exportaciones navarras. “Es algo que venimos señalando: España tiene comunidades con una fuerte orientación exportadora y Navarra es una de las que más dependen del exterior. Si los mercados de destino muestran poco dinamismo, las ventas se resienten”, afirma el economista del banco.

La industria navarra, al igual que la mayoría de las empresas, se vio afectada al inicio de la pandemia, especialmente por las disrupciones en las cadenas de suministro globales. Los niveles de producción tardaron casi dos años en recuperar los niveles previos a la pandemia, pero después se enfrentaron al aumento de los precios de la energía debido a la invasión rusa de Ucrania. A ello se ha añadido una aceleración hacia los automóviles enchufados y los problemas económicos a los que hacen frente Alemania, Francia y el Reino Unido, países a los que van el 50% de las exportaciones industriales.

“La industria del motor en Navarra mantiene un nivel de actividad sólido, pese a los reveses recientes, como el cierre de Sunsundegui o varios ERTE”, dice Alberto de la Parte, director de proyectos estratégicos y miembro del comité ejecutivo de Zabala Innovation, en un correo electrónico. El sector sigue impulsado por el principal fabricante (Volkswagen) y por proveedores de primer nivel como Gestamp, que sostienen la cadena de valor en todo el ecosistema, dice el experto de la consultora. “La transición al vehículo eléctrico, principal desafío global, avanza de forma positiva gracias a la llegada de Hyundai Mobis, cuya nueva planta está muy avanzada, y al lanzamiento de los nuevos modelos eléctricos en Landaben. Estos proyectos posicionan a Navarra en la primera línea internacional”, añade.

“Hablar del sector de la automoción desde Navarra es sinónimo de hablar de vehículos eléctricos”, añade Mikel Irujo, consejero de Industria de Navarra. La industria promete abaratar los costes y hacer estos vehículos más accesibles, desde los 20.000 euros, asegura el representante del Gobierno. Esto dará un empujón al sector. “En Europa, la cuota de mercado de los electrificados suponía el 10% en 2020. Se prevé que cierre este año por encima del 25%. Este aumento es imparable”, resalta Irujo. “Hay que dejar claro: las marcas europeas dominan el segmento de vehículos eléctricos. Los fabricantes europeos copan el 65% de los vehículos eléctricos vendidos en nuestro continente y VW se sitúa como líder indiscutible”.

En el ámbito empresarial, una delegación de la Comunidad Foral, con la presidenta María Chivite a la cabeza, visitó a mediados de noviembre a algunas empresas del sector automotriz en China, con el fin de atraer inversiones y observar los avances en la electrificación.

El futuro del sector

1. Próximos años. El futuro de la industria navarra está en las cadenas de valor vinculadas a la movilidad inteligente y sostenible, las energías renovables, la biotecnología y la producción avanzada, para sectores como la automoción, la agroalimentación y la salud, indica Guillermo Dorronsoro, profesor de Deusto Business School. Pero la transición hacia ese nuevo modelo de industria no es tan sencillo.
2. Despliegue. Las empresas tractoras y el trabajo de centros tecnológicos muy activos en la región han permitido dinamizar la coordinación sectorial, dice el experto de la escuela de negocios. “La transición energética, la electrificación y el despliegue de tecnologías habilitadoras (datos, IA, automatización) están actuando como vectores que arrastran al conjunto del tejido industrial”, afirma.
3. Desafíos. El sector industrial navarro afronta obstáculos significativos de cara al futuro, que también comparten otras regiones europeas que dependen mucho de la industria del motor. La necesidad de acelerar la transición energética, el reto demográfico y la dificultad constante para encontrar el talento cualificado necesario, además de la exigencia de aumentar la escala, la internacionalización y la inversión en capacidades tecnológicas, son otras dificultades que enfrenta el sector, añade Dorronsoro.
4. Competencia. En este cóctel nocivo para el futuro del empleo en Navarra también hay que añadir una pizca de presión competitiva global y el riesgo de fragmentación en algunas cadenas de suministro estratégicas. “El gran desafío no es solo mantener su fortaleza industrial, sino consolidar un modelo que permita a sus pymes ganar tamaño, absorber tecnologías avanzadas y aprovechar plenamente los fondos europeos”, concluye el experto.