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Los aranceles de Trump al motor castigan con fuerza al sector en Alemania, Japón, Corea... y Wall Street

Las pérdidas penalizan en Europa a Stellantis (-4%) y a los alemanes BMW, Mercedes o Porsche. Las caídas más abultadas, para General Motors (7%) y empresas de componentes de todo el mundo, mientras suben Tesla, Michelin y las firmas chinas

Logotipo de Mercedes-Benz en un vehículo en las instalaciones de Arnhem, Países Bajos.
Laura Salces

Donald Trump ha cumplido con su amenaza de imponer severos aranceles a la industria del motor. El presidente de Estados Unidos confirmó el miércoles la imposición de un gravamen del 25% a la importación de todos los coches y componentes fabricados fuera de EE UU, provocando así fuertes caídas en Bolsa entre los fabricantes de todo el mundo, un movimiento que enfrió el ánimo del conjunto de los mercados, pues supone una vuelta de tuerca en la guerra comercial. Las tasas, que entrarán en vigor el 3 de abril, perjudican a los fabricantes alemanes: en 2024 el volumen de exportaciones de coches a EE UU ascendió a 24.800 millones de dólares, muy por delante de otros países como Eslovaquia (6.200 millones de dólares), Suecia (3.900) o Italia (3.300).

Con todo, Porsche, Mercedes Benz, Porsche no son las automovilísticas europeas más castigadas: Stellantis (francoitaloestadounidense), fabricante de Opel y Jeep, se deja el 7%, pues tiene fábricas en Canadá y México destinadas al mercado estadounidense. Mientras, Mercedes-Benz, Porsche o BMW y caen en torno al 2,5%. Dentro del sector europeo, solo Renault, con menos peso en Norteamérica, se libra de las caídas. Las pérdidas también salpican a los fabricantes de componentes, con Valeo a la cabeza, que se deja un 7%, Continental recorta un 3% pero Michelin sube. El impacto depende no solo de la exposición al mercado de EE UU, sino también de la localización de las plantas de fabricación: en España, Gestamp apenas baja y Cie Automotive ha cotizado al alza. Los aranceles se han llevado por delante las ganancias que acumulaba el sector europeo del motor en lo que va de año, frente a la subida cercana al 10% que acumula el Stoxx 600.

En la actualidad, Europa ya impone un arancel del 10% a las importaciones de vehículos desde EE UU, que a su vez grava con un 2,5% las que provienen de Europa. Con la imposición de la nueva tasa 25%, Mercedes-Benz y Porsche sufrirían un golpe en sus cuentas cercano a 3.400 millones de euros, según cálculos de Bloomberg Intelligence. Los analistas estiman que los aranceles afectarán a una cuarta parte de las ganancias previstas para ambas compañías en 2026. El impacto les forzará bien a subir los precios de los coches, bien a trasladar su producción a EE UU para eludir el pago de estas tasas. Porsche tiene el 100% de su producción en Europa y Stellantis ensambla menos del 53% en EE UU. En el caso de BMW, el mercado estadounidense representa cerca del 15% de sus ventas. Los analistas de Bankinter calculan el impacto potencial, en términos de resultado de explotación, rondaría el 25% para Mercedes, un 20% para Volkswagen y un 15% para BMW.

Sectorial motor europeo Gráfico

Las pérdidas que se han extendido también a los fabricantes de coches estadounidenses, que ya encajaron el miércoles caídas previas a conocer el detalle de los aranceles. Aunque se trate de sociedades domiciliadas en EE UU, buena parte de su producción y de sus componentes proceden de otros mercados, fundamentalmente México y Canadá. Estos dos países exportan anualmente vehículos a su vecino por valor de 71.000 millones (México) y 28.000 millones (Canadá). Así, General Motors se hunde un 7,36%, más que cualquier empresa europea, y Ford recorta un 3,88%. Según los estrategas de Berstein, su beneficio operativo podría recortarse en un 30% este año por los aranceles. El único que se libra de las caídas y registra ganancias del 0,39% es Tesla, con fábricas en California y Texas. Con todo, la empresa presidida por Elon Musk no recupera la caída del miércoles. Los números rojos también han marcado la sesión en los mercados asiáticos, donde Mazda se ha dejado un 6%, Subaru ha restado un 5%, Mitsubishi Motors ha caído un 3,2%, Toyota un 2% y Nissan, un 1,6%. Solo en 2024 los fabricantes de coches japoneses exportaron a EE UU modelos valorados en 36.000 millones de euros. También han caído con fuerza la india Tata (-5,6%), las coreanas Hyundai y KIA (en torno al 4%).

Los analistas de Julius Baer explican que las tasas tendrán un doble efecto: “Los aranceles también afectarán a los volúmenes de demanda en el mercado automovilístico estadounidense, ya que se espera que tengan un impacto inflacionista de un dígito medio-alto [alrededor del 7,5%] sobre los precios de los automóviles”. Según estos analistas, los fabricantes con flexibilidad para trasladar más producción a ese país se verán menos afectados que las empresas con una base de fabricación pequeña o inexistente en Estados Unidos. Las empresas con gran poder de fijación de precios podrán repercutir parte de los aranceles a los consumidores. En esta misma línea, Paul Donovan, economista jefe de UBS WM, comenta que “el impuesto se aplica a los precios de importación, pero no a los costes posteriores de la cadena de suministro; los precios al consumo subirán menos del 25%. Es probable que los consumidores estadounidenses conserven sus coches actuales durante más tiempo y que pasen a comprar coches usados, por lo que los precios de estos subirán. El aumento de los precios de los coches nuevos y usados acabará incrementando los precios de los seguros de automóvil; este impuesto afecta a las personas que no compran coche”. Según cálculos de la consultora especializada Anderson Economic Group, un coche de gama media puede aumentar de precio en unos 11.000 euros para un coche eléctrico, y en unos 3.600 para un compacto.

Las ventas, de hecho, también se han cebado con los fabricantes de componentes para el automóvil. Advient, británica de fabricación de asientos, cede el 10%, la japonesa Musashi Seimitsu, el 10,5%, y Magna y la estadounidense Lear, en torno al 8%. Pero también hay empresas que se salvan de tormenta. Según JP Morgan Renault, Iveco, Michelin y Volvo Truck son empresas refugio en este sector, y hoy han registrado leves caídas o incluso tímidas ganancias. Y, además de Tesla, hoy han cotizado al alza fabricantes chinos como BYD, SAIC Motors (dueña de MG) o LI Auto, poco afectadas porque las importaciones de coches chinos desde EE UU son limitadas y porque pueden reforzar su posición en el mercado doméstico.

Los analistas de Berstein apuntan que la confirmación de estos aranceles puede desencadenar represalias por parte de los países afectados a EE UU, pero se muestran esperanzados y confían en que estos gravámenes duren poco “dado el daño generalizado que causarán en todas las industrias y el impacto en la inflación de la economía estadounidense”. La Casa Blanca detalló ayer que el arancel del 25% se aplicará a los vehículos de pasajeros importados, como sedanes, SUV, crossovers, minivans, furgonetas de carga, así como camiones ligeros, y componentes claves para los coches. Un listado que apuntó que podría extender si lo considera preciso. Según estimaciones de la administración estadounidense, los aranceles supondrán unos ingresos de 100.000 millones de dólares anuales a EE UU. Cifras que podrían reducirse si los fabricantes optan por seguir las sugerencias de Trump y trasladan algunas de sus plantas de producción de México o Canadá a suelo estadounidense, reactivando fábricas infrautilizadas para evitar grandes inversiones, según detalla JP Morgan.








Sobre la firma

Laura Salces
Es jefa de sección de Mercados/Inversión de Cinco Días, donde ha ejercido la mayor parte de su trayectoria profesional. Entre 2017 y 2020 coordinó también la sección de Economía y previamente estuvo especializada en empresas turísticas.
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