La industria agroalimentaria y la biosanitaria guían el avance económico de Navarra
Las estimaciones apuntan a un alza anual del 2,8% en el tercer trimestre de 2025. La agroalimentación gana peso ante la caída de la automoción


La economía navarra resiste y se transforma. Su modelo productivo, tradicionalmente fuerte en industria y orientado al exterior, vive ahora una etapa de diversificación impulsada por la innovación y por nuevos polos de actividad. La agroindustria y la creciente potencia del sector biosanitario aportan dinamismo a un tejido empresarial que avanza hacia actividades de mayor valor añadido. En este contexto, la comunidad anotó un crecimiento del PIB del 2,8% en el tercer trimestre de 2025 frente al mismo periodo del año previo, en línea con la media del conjunto de España, según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).
Esta inercia económica ha permitido que Navarra se mantenga como la tercera comunidad autónoma con mayor renta per cápita en España (39.075 euros frente a los 32.633 euros de media nacional), solo por detrás de la Comunidad de Madrid (44.755 euros) y del País Vasco (41.016 euros), según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) para 2024. Uno de los motores del crecimiento es el consumo privado, según el Instituto de Estadística de Navarra. La agencia señala también la moderación de la inflación subyacente, que ha cedido hasta situarse en octubre en el 2%, cinco décimas por debajo de la media española (2,5%).
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El crecimiento de la economía navarra se apoya en un mercado laboral firme. Navarra cerró el tercer trimestre de 2025 con una tasa de paro del 7,29%, la más baja para ese periodo desde 2008, según datos del INE. La comunidad registró 317.152 afiliados medios en octubre, un 1,4% más que el mismo mes de 2024 (312.744 afiliaciones). BBVA Research revela en su informe regional publicado en noviembre que el sector público, las actividades profesionales y la construcción han impulsado el avance de la afiliación este año, tras crecer de media entre 2019 y 2024 del 4,09%, 0,72% y 0,5% respectivamente.
Industria en transición
La clave de esta fortaleza sigue siendo el músculo industrial, “un sector que representa el 31% del PIB” de la comunidad, afirma Álvaro Bañón, profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra. Sin embargo, este pilar productivo atraviesa una fase de transición. El INE recoge que, tras un descenso del Índice de Producción Industrial (IPI) del 5,8% en 2023 y un repunte del 2,9% en 2024, la actividad cayó un 1,9% entre enero y septiembre de 2025. Asier Aguilera, director gerente del Instituto Navarro de Inversiones (INI) y doctor en Economía, subraya que esta evolución responde a un proceso tecnológico y de diversificación: “La industria mantiene una estructura sólida, aunque no crezca al mismo ritmo”.
El grueso del ajuste se concentra en la automoción, inmersa en la transformación hacia la movilidad eléctrica. El caso más visible es el proceso de electrificación de la planta de Volkswagen en Pamplona, que ha cesado su actividad este año con previsión de reabrir en 2026. “Esta actividad atraviesa una adaptación estructural y temporal, pero tenemos los mimbres para seguir creciendo”, apunta el director gerente del INI.
A su vez, emergen nuevos focos de oportunidad. La agroindustria se consolida como una rama dinámica. Bañón destaca el papel del Canal de Navarra, que entra en la segunda fase de construcción: “El proyecto permite que el agua llegue a hectáreas donde ahora pueden cultivarse alimentos de alto valor añadido y grado de exportación, como el brócoli”. La industria biosanitaria gana peso con farmacéuticas líderes como el Grupo CINFA y un ecosistema “que se está convirtiendo en un nuevo motor estructural”, afirma Aguilera.
El sector exterior refleja también este momento de cambio. Entre enero y agosto de 2025, las exportaciones sumaron 6.330 millones de euros, un 5,6% menos que el mismo periodo de 2024, según datos del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. Para Aguilera, la caída se explica por el parón temporal de la automoción y el menor dinamismo económico en la Unión Europea, principal destino de las ventas navarras. El informe de BBVA Research pronostica una recuperación de las exportaciones y de la industria que podría “empujar la actividad el próximo año”.
A medida que la economía navarra se reconfigura, la innovación emerge como hilo conductor. En 2024, la Comunidad Foral se situó a la cabeza de España en inversión en I+D con un porcentaje de gasto sobre el PIB del 2,34%, por encima del País Vasco (2,3%), Madrid (2,18%) y Cataluña (1,82%), según el INE. La Comisión Europea reconoció a Navarra como uno de los 11 focos de excelencia en innovación de Europa en el informe Regional Innovation Scoreboard (RIS).
Idoya Zabaleta, profesora de Economía de la Universidad Pública de Navarra, subraya la necesidad de reforzar “el aprovechamiento de la autonomía fiscal” navarra y los “incentivos fiscales para atraer multinacionales, empresas tecnológicas y retener talento”. Para Aguilera, el régimen foral es un elemento más para el desarrollo y destaca la relevancia de la colaboración público-privada: “Navarra cree firmemente en lo público como una palanca para el crecimiento y una oportunidad de futuro”.
Perspectivas de crecimiento
- Transición energética. Navarra marcó un “máximo histórico” en 2024 al generar el 67,5% de su electricidad con renovables, según Red Eléctrica. La región también fue pionera en comunidades energéticas en España: la primera se creó en 2019 y hoy hay más de 50 activas que permiten a empresas y municipios compartir energía y reducir costes. Asier Aguilera, director gerente del Instituto Navarro de Inversiones (INI) subraya que “Navarra está creando un ecosistema industrial y ciudadano innovador”.
- Movilidad sostenible. El proceso de electrificación que afronta la automoción ofrece una oportunidad de reposicionamiento, según Aguilera. Para el director gerente del Instituto Navarro de Inversiones la movilidad sostenible puede convertirse en “un sector de diversificación, con proyectos europeos y empresas tecnológicas internacionales, que estén buscando un entorno industrial con una apuesta fuerte en I+D como el de Navarra”.

