Los sistemas de crédito y las pasarelas de pago ayudan a Pitas a exportar el 65% de sus zapatos
La marca Pitas nació en 2015 para dar un nuevo aire a las clásicas zapatillas ‘camping’, con la digitalización y la exportación como grandes pilares de su negocio. Vende en más de 20 países y en 2024 facturará más de 10 millones de euros
Las zapatillas color camel que calzó la Princesa Leonor durante su visita al pueblo ejemplar de Asturias de 2023 eran de la marca Pitas. Se las regaló el Principado, cuyo actual presidente, Adrián Barbón, es un asiduo de esta firma que busca su identidad en lo local, pero vende en más de 20 países del mundo. Esta dualidad, si se la puede llamar así, se percibe muy bien en sus propios orígenes. Nació en 2015 en Oviedo, como una “nueva marca para explorar el canal digital de ventas, novedoso y con posibilidades por aquel entonces, y con una apuesta muy fuerte por la exportación”, detalla su cofundador, Francisco Rojo. Pero su idea de negocio era recuperar el modelo camping –loneta, suela de goma–, muy popular entre los niños españoles de los años sesenta, setenta y ochenta. “Era el uniforme del verano: te quitabas los pantalones largos, los calcetines y los zapatos del cole, y te ponías los pantalones cortos y las camping”, recuerda con una sonrisa.
Para 2015, las camping solo se podían adquirir en comercios muy tradicionales, y en pocos colores. “Quisimos darle un aire nuevo”, apunta Rojo. Algodones lavados, una paleta cromática mucho más amplia, divertida, atrevida. Eligieron el nombre de Pitas, como se llama a las gallinas, por eso mismo del desenfado y el apego a su tierra, y le pusieron por delante un Walk in que está a punto de desaparecer: la marca se encuentra en un proceso de rediseño para quedarse en Pitas a secas. En 2016 vendieron 5.000 o 6.000 pares, calcula a ojo el cofundador, por valor de menos de 100.000 euros. Para llegar a los más de 10 millones de euros que alcanzarán en 2024 tendrían que pasar todavía muchas más cosas.
Para empezar que, como suele ocurrir, los planes iniciales no salieron según lo previsto. “Nuestra intención era fabricar en España; pronto descubrimos que aquello era muy romántico, pero casi imposible; no tenía recorrido”, admite Rojo. Hoy todo el diseño se hace en España, pero el 90% de la producción se ha trasladado a Asia.
Tampoco aquellas camping de los orígenes son ya su principal línea de productos. Pitas comenzó a ampliar su catálogo en 2019 y actualmente tiene colecciones de náuticos, zapatos estilo wallabee, mocasines, zapatillas, chanclas y hasta camisetas. Los cofundadores, Francisco y su primo Juan, han pasado de estar en el proyecto a media jornada a liderar un equipo de 18 personas a tiempo completo, sin contar con la logística, que está subcontratada.
Pitas es una empresa familiar de distribución tradicional, fundada en 1888 en Oviedo y dedicada en los últimos años a fabricar marca blanca para grandes grupos. Francisco y Juan son la cuarta generación de una familia vinculada al comercio. “Mi bisabuelo inició el negocio en 1888″, cuenta Francisco. Durante la pandemia demostraron lo bien que podía funcionar el proyecto digital y con vocación internacional que habían creado. “Nuestro bagaje en comercio electrónico nos ayudó a capear mejor el temporal”, reconoce. Más que eso, en 2020, facturaron un millón de euros y enfilaron un crecimiento exponencial: dos millones en 2021, más de cuatro en 2022; más de siete en 2023.
Salto al exterior
¿Cuesta trabajo salir al mundo desde un lugar que no sea Madrid o Barcelona? “Cuesta trabajo todo, pero lo digital ayuda”, responde Rojo. Porque permite una cierta democratización geográfica. En esta película que podría titularse De Asturias al mundo ha jugado un papel fundamental el Banco Sabadell, reconoce Rojo. “Es el banco de toda la vida del negocio familiar; tenemos un vínculo muy grande, mucha conexión; siempre nos ha ayudado”, remacha. Ha favorecido las exportaciones de Pitas con sus sistemas de crédito y sus pasarelas de pago y, más allá de eso, con intangibles como su apoyo y su asesoramiento, valora. “El Sabadell nos ha ido abriendo mercados en los que éramos unos desconocidos; de otra manera, a puerta fría, habría resultado muy difícil”, concede.
El 20% del negocio de Pitas corresponde a las ventas nacionales; el 65%, a la exportación. El camino arrancó en la Feria del Calzado de Milán, a la que Pitas sigue acudiendo. De hecho, Francisco Rojo se encuentra en ella durante esta entrevista, que tiene lugar por teléfono. Italia continúa siendo, a día de hoy, el primer país en volumen de ventas; hubo un tiempo en el que ganaba por goleada al resto de mercados, incluido el español. “En los últimos tiempos, España ha experimentado un crecimiento muy importante, y ha acortado distancias”, certifica.
Tras Europa le tocó el turno a Asia. A continuación, América. La “aventura americana”, como la denomina Rojo, es el más reciente caso de éxito de la colaboración de larga duración con el Sabadell. “Acabamos de desembarcar en Estados Unidos, a través de una sociedad; gracias al banco, hemos podido hacerlo todo desde España”, explica. El país norteamericano centra ahora mismo los esfuerzos e inversiones de Pitas. “Ha sido un proceso lento, farragoso y costoso, porque lo hemos querido hacer nosotros”, lo describe. “Hasta que echa a rodar supone un consumo de recursos”, insiste. Se trata del primer mercado que abre en el continente después de una incursión en México, a través de un distribuidor, que no prosperó.
La otra gran pata, el canal digital, copa el 15% del negocio. La marca ha ido creciendo a través de la venta online directa, pero, a juicio de Rojo, ha llegado el momento de que el marketplace vaya ganando peso en la ecuación. De hecho, Pitas ya está en plataformas como Amazon o Zalando. “Es una opción muy interesante, pero queremos hacerlo bien, cuidando de nuestra marca durante el proceso”, señala. “De cara al futuro queremos seguir abriendo nuevos mercados, fortaleciendo al mismo tiempo nuestra marca”, avanza.
Ficha clave
Nombre: Pitas.
Año fundación: 2015.
Producto o servicio que comercializa: calzado.
Localización: polígono industrial de Olloniego (Oviedo).
Facturación: 10,5 millones de euros.
Producto o servicio que exporta: calzado.
Mercados en los que exporta: más de 20, en Europa, Asia y, a partir de ahora, Estados Unidos.
Principales socios para la exportación: Banco Sabadell.
Su mayor reto: seguir fortaleciendo la marca.
Objetivo futuro: seguir abriendo mercados.
Un consejo: con perseverancia y las ideas claras, las cosas terminan saliendo.