Aqualia apuesta por la tecnología para lograr un ciclo integral del agua más eficiente y sostenible
La compañía acepta el reto de la ONU de acelerar el cambio en el Día Mundial del Agua y pone en el centro la innovación
La ciudad de Almería ha reducido a la mitad el consumo de agua en los últimos 30 años. Y eso a pesar de que la población ha aumentado en un 30%. En Baleares se han obtenido unos rendimientos muy elevados en las redes municipales, con unos porcentajes muy superiores a la media nacional. Y en Lleida, la depuradora es ya una de las más sostenibles del país.
Estos tres ejemplos tienen en común dos cosas. Una, la tecnología, que es la clave para conseguir estos buenos resultados. Y dos, la gestión a cargo de un operador especializado con la capacidad de apostar por la tecnología para conseguir un uso más eficiente y sostenible del agua.
En el caso de Almería, desde Aqualia apuntan la clave de estos resultados: la suma de sectorización de la red de agua, la implantación de sistemas de detección de fugas y el desarrollo de campañas de concienciación ciudadana han incrementado la eficiencia.
En las Islas Baleares se han desarrollado varias iniciativas. Por un lado, la implantación durante los dos últimos años de nuevas tecnologías para la búsqueda de fugas, junto a la sectorización de la red municipal de agua, se ha traducido en unos rendimientos muy elevados. Un 91,36% en Ibiza y por encima del 92% en Formentera. Por otra parte, la utilización de agua desalada ha permitido también que la compañía dejara de extraer 1,3 millones de metros cúbicos de los acuíferos.
Finalmente, la colocación en la depuradora de Lleida de placas fotovoltaicas ha permitido a la instalación gestionada por Aqualia cubrir el 50% de sus necesidades energéticas, mientras que ha aumentado la producción de biogás con el tratamiento de los fangos, usando el biocombustible para cogeneración y para su flota de vehículos.
Desde Aqualia explican que “la tecnología impulsa a la compañía a la innovación en sistemas, equipos y procesos”, mejorando la eficiencia del ciclo integral urbano del agua desde la captación, el almacenamiento y la distribución, hasta el saneamiento y la depuración. Todo ello concluye en un uso más eficiente y sostenible del recurso, convirtiendo el ciclo urbano del agua en un pilar de la sostenibilidad en sus tres dimensiones: social, medioambiental y económica.
El reto del cambio climático
El desafío ahora en España pasa por mejorar la eficiencia y la sostenibilidad en la gestión del agua teniendo en cuenta el impacto y las transformaciones que se están produciendo en muchas zonas de nuestro país como consecuencia del cambio climático. Este golpea no solo a los lugares más habituados a estos episodios de sequía. También se está extendiendo a territorios considerados hasta ahora como húmedos, e incluso a otros no acostumbrados a largos periodos sin lluvias, como ocurre en Cataluña.
En Aqualia consideran “imprescindible el desarrollo y mejora de las tecnologías hídricas”, por un lado, para enfrentar esta circunstancia, y por otro, “disponer de una planificación sostenida” en el tiempo para responder de una forma eficaz.
Desde la fortaleza que le da a Aqualia ser una de las compañías con mayor implantación en España, ha establecido dos ejes básicos desde los que actuar para gestionar el ciclo del agua de forma eficiente.
El primero ha sido transformar por completo su forma de trabajar y de actuar con una apuesta firme y sólida por la tecnología y la aplicación de la I+D. De esta forma, la compañía está implantando una red de nueve centros tecnológicos en España, en los que centraliza la gestión de redes, la cartografía, el lanzamiento de órdenes de trabajo y el control de almacenes, entre otros. Todos los trabajadores adscritos a estos centros tecnológicos reciben en su móvil sus órdenes de trabajo, ahorrando tiempo y aumentando su productividad.
Las nuevas técnicas son un aliado imprescindible para cumplir con el ODS 6, agua y saneamiento seguro para todos en 2030
Además, ha desarrollado Aqualia Live, la principal herramienta en este proceso tecnológico. Esta es una plataforma modular e integrada en torno a la que se concentran todos los servicios digitales de la compañía. Su objetivo es la interconexión de los millones de datos que la empresa gestiona cada día para la toma de decisiones más eficientes.
El segundo eje que ha establecido para seguir avanzando en la transformación digital del sector, mejorar la gobernanza del agua y alcanzar un uso más racional y eficiente de este recurso es a través de la colaboración público-privada. Por esta razón, Aqualia considera que el Perte de digitalización del ciclo del agua, impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), es una herramienta muy valiosa para acometer una transformación del sector aprovechando los fondos europeos.
El Perte pretende movilizar 3.060 millones de euros para poner en marcha las actuaciones previstas. De estos, 1.940 millones procederán de la inversión pública directa, y se estima en 1.120 millones la colaboración público-privada.
Almería, Lleida y Sant Joan en Ibiza, tres ejemplos de una mayor eficiencia en el consumo por el impacto de la tecnología
Avances sí, pero todavía insuficientes
Al ODS 6, que clama por garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, le sucede algo parecido que al resto de sus 16 hermanos. En los últimos años se han producido significativos avances, pero son aún insuficientes para alcanzar la meta de su resolución sus metas en apenas unos años, en 2030.
Las cifras que aporta Naciones Unidas siguen definiendo un panorama poco alentador: hay todavía 2.000 millones de personas en el mundo que no tienen acceso a agua potable. Más de 700 millones de personas viven en cuencas fluviales sobreexplotadas y se estima que en 2025 dos tercios de la población mundial podrían vivir en países con escasez de agua.
Por eso es necesario trabajar, como dice la ONU, cuatro veces más rápido que hasta ahora para llegar a tiempo. El papel de Gobiernos, organizaciones, personas y empresas como Aqualia se antojan fundamentales para cumplir con el llamamiento que ha hecho la ONU y acelerar el cambio.
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