Europa redobla su apuesta por la inteligencia artificial: ¿puede competir a nivel global?
El Viejo Continente ha lanzado un nuevo proyecto de iniciativa público-privada para potenciar uno de los sectores más relevantes a escala mundial P No obstante, los expertos consideran que las limitaciones en infraestructura, recursos humanos y acceso al capital pueden ser un obstáculo para alcanzar el liderazgo


La carrera por el liderazgo en la inteligencia artificial (IA) continúa a nivel global, y Europa no se quiere quedar atrás. Después de la presentación hace unas semanas de DeepSeek, una aplicación china de IA capaz de competir con gigantes como ChatGPT o con Gemini, los líderes del Viejo Continente han decidido mover ficha en un sector que parecía capturado por las compañías estadounidenses. En concreto, la UE quiere movilizar 200.000 millones de euros para este propósito a través del proyecto de asociación público-privada InvestAI. No obstante, algunos expertos cuestionan que la inversión pública sea suficiente, y alertan de que la regulación, la poca infraestructura y la falta de dinamismo en el sector privado podrían obstaculizar el avance.
Europa busca su propia perspectiva para la IA, una que vaya de la mano con sus objetivos como región. “Como dijo la presidenta Von der Leyen en la Cumbre de Acción sobre la IA en París, necesitamos nuestro propio enfoque distintivo. Deberíamos invertir en lo que podemos hacer mejor y aprovechar nuestras fortalezas, que son nuestro dominio de la ciencia y la tecnología que hemos brindado al mundo. Como mostró la cumbre, existe una marca europea distintiva de IA que ya está impulsando la innovación y la adopción. Está ganando velocidad”, ha indicado una portavoz de la Comisión Europea a CincoDías.
Con todo, los expertos consultados coinciden en que no basta con movilizar dinero para desarrollar este sector. “En primer lugar, en relación con la velocidad de adopción de la IA, Europa compite con grandes potencias como Estados Unidos y China. En este sentido, tiene que poder atraer inversión y talento por encima de sus competidores. En términos de regulación, es necesaria una armonización de políticas entre los países miembros que fomenten la colaboración y crecimiento, el desarrollo de una IA ética y humanista, transparente y libre de sesgos”, apunta María Galván, subdirectora general de organización y tecnología del grupo Mutualidad.
Dicho esto, Joran Mambir, especialista de inversiones de J. Safra Sarasin Sustainable AM (JSS), resalta que las iniciativas de la UE son cruciales si la región quiere participar en la carrera tecnológica que actualmente lideran Estados Unidos y China. “EE UU también anunció recientemente su proyecto Stargate, que pretende invertir 500.000 millones de dólares en los próximos cuatro años para construir nuevas infraestructuras de IA. Además, solo el capex de los hiperescaladores estadounidenses superará los 300.000 millones de dólares en 2025, la mayoría de los cuales se destinarán a centros de datos. China también ha dado a conocer su Plan de Desarrollo de la IA de Próxima Generación, que incluirá financiación considerable tanto estatal como privada, y aspira a alcanzar el liderazgo mundial en 2030”, manifiesta el especialista de JSS a este diario
¿Es posible competir?
Los expertos consultados coinciden en que el Viejo Continente se encuentra muy por detrás de sus principales competidores en este segmento tecnológico. Sin embargo, las opiniones están divididas sobre la capacidad de Europa para competir, por lo menos en ciertos ámbitos. Algunos de los principales obstáculos son el capital humano, la potencia de sus mercados y la infraestructura tecnológica de sus empresas.
“La UE no tiene ninguna ventaja que se esté aprovechando para ganar en este momento. Tiene una gran reserva de talento en ingeniería, pero enormes problemas fiscales y de capital. Es un círculo vicioso que llevará a la UE a quedarse rezagada respecto a los otros dos polos del mundo”, opina David Rainville, gestor del fondo Sycomore Sustainable Tech.
Así, una de las principales ventajas de Estados Unidos es que se beneficia de sus grandes empresas tecnológicas, que generan grandes flujos de capital y, por tanto, pueden invertir miles de millones en inteligencia artificial. “Además, Estados Unidos atrae a muchos talentos de diferentes partes del mundo que están construyendo la tecnología estadounidense: cuatro de cada siete consejeros delegados nacieron fuera de Estados Unidos”, indica Mambir.
Las condiciones para la financiación son otro factor relevante. En esta línea, Mambir explica que el país ofrece a las empresas un mejor acceso al capital, lo que supone un apoyo a compañías en fase inicial a través del capital riesgo, pero también a las más desarrolladas. “De hecho, en el momento de salida a Bolsa, un gran número de compañías europeas prefieren cotizar en EE UU antes que en Europa. ARM es un buen ejemplo de esta preferencia por cotizar en el país norteamericano”, comentan desde JSS.
Otro campo que favorece a los estadounidenses es la capacidad material de sus compañías para sostener la innovación. “Los hiperescaladores de Estados Unidos cuentan con una serie de ventajas únicas para ser los primeros beneficiarios de la inteligencia artificial. Disponen de grandes cantidades de datos que pueden capturar, analizar y utilizar y, lo que es más importante, cuentan con los recursos necesarios para estar a la vanguardia del progreso en este ámbito”, sostiene Tom Riley, responsable de estrategias de renta variable temática global en Axa Investment Managers.
Riley enfatiza en que, según se calcula, Amazon, Microsoft, Alphabet y las metaplataformas gastarán en conjunto 320.000 millones de dólares en capex en 2025. “Estos niveles de inversión están muy por encima de lo que es posible para casi todas las demás corporaciones, lo que significa que en esta fase de la IA, en la que las compañías están entrenando grandes modelos lingüísticos y construyendo costosos centros de datos, es imposible competir para todas las empresas, excepto para las más ambiciosas y con mejores recursos”, sentencia el experto.
En cuanto al otro gran competidor, la considerable capacidad de inversión se suma a una estrategia nacional. “China, por su parte, considera desde hace tiempo que la IA y el progreso tecnológico son una prioridad económica y geopolítica de primer orden, por lo que ha dedicado muchos recursos estatales al desarrollo del sector. El país es líder mundial en algunos aspectos del número de patentes de IA desarrolladas, y aunque su industria está algo limitada por el acceso más limitado a los semiconductores de vanguardia, ha hecho grandes avances en algoritmos y software. Podría decirse que un entorno normativo más favorable para tecnologías emergentes como los coches sin conductor ha permitido a China ser líder en este segmento”, pondera Riley.
A pesar de esto, desde Abrdn señalan que los recientes avances de China en este campo han hecho evidente que es posible competir con los gigantes de EE UU incluso con menor presupuesto. Esto podría suponer una esperanza para las empresas europeas. “Es muy difícil discernir ventajas evidentes para la UE en este momento. Aunque lo que sí observamos es que DeepSeek representa un alejamiento de la IA como fenómeno puramente estadounidense. Hay razones para que esto continúe, principalmente el desarrollo del código abierto, en contraposición al código cerrado, por ejemplo, OpenAI. El auge de los modelos de código abierto, liderados por Llama, de Meta, empieza a democratizar la IA, es decir, ya no se trata únicamente de la cantidad de computación que se puede construir y de la cantidad de GPU de Nvidia que se pueden comprar”, afirma Jamie Mills O’Brien, director de inversiones de renta variable europea de Abrdn.
Estrategia europea
Los expertos consultados coinciden en que el resultado de Europa dependerá de cómo juegue sus cartas. La región ya cuenta con algunas empresas relevantes en el sector, como Mistral, Amadeus o SAP, y principalmente con fabricantes de semiconductores como ASML y Besi. No obstante, su apuesta parece ir orientada también a democratizar el sector. “El objetivo de la UE es que todas las empresas, no solo las grandes, puedan acceder a la potencia informática que necesitan. Queremos que los desarrolladores de IA compitan en función de su grado de innovación, no solo de su acceso a chips o del tamaño de su poder financiero”, asegura la portavoz de la Comisión Europea.
En esta línea, el Ejecutivo comunitario resalta que Europa ya lidera en algunos ámbitos de esta industria. Por ejemplo, cuenta con algunos de los superordenadores públicos más rápidos del mundo. “Ahora los estamos poniendo al servicio de nuestras mejores empresas emergentes y científicos, para que puedan crear la IA que necesitamos. En tan solo unos meses crearemos un récord de al menos doce fábricas de IA, siete de ellas ya se están instalando en este mismo momento. Y estamos invirtiendo 10.000 millones de euros en ellas. Esta ya es la mayor inversión pública en IA del mundo, que desbloqueará más de diez veces más inversión privada”, subraya la portavoz desde Bruselas.
En la Cumbre de Acción sobre la IA en París, la presidenta Von der Leyen lanzó también un nuevo fondo europeo de 20.000 millones de euros para gigafábricas de inteligencia artificial. “El fondo InvestAI de la UE financiará cuatro futuras gigafábricas de IA en toda la Unión. Las nuevas fábricas de IA estarán especializadas en el entrenamiento de los modelos de IA más complejos y de gran tamaño. Estos modelos de última generación requieren una amplia infraestructura informática para lograr avances en dominios específicos como la medicina o la ciencia. Las gigafábricas contarán con alrededor de 100.000 chips de IA de última generación, aproximadamente cuatro veces más que las fábricas de IA que se están construyendo en este momento”, explica la portavoz de Bruselas.
En este contexto, la alternativa de Europa de innovar en sectores en los que el desequilibrio es menor podría ser una alternativa que le permita competir. “Si se es capaz de construir sobre modelos que ya existen, donde la computación ya ha sido construida, entonces esto juega a favor de los institutos de investigación y las universidades, que es realmente donde Europa tiene una fuerza real, ya que de repente se puede acceder a estos modelos de vanguardia con solo 6.000 dólares de hardware. La cuestión es que creemos que la IA está dejando de ser un fenómeno puramente estadounidense para convertirse en un fenómeno compartido de forma más equitativa a escala mundial. Así que el código abierto probablemente signifique que veamos más innovaciones de IA, más modelos de vanguardia, con sede fuera de EE UU, incluso en Europa”, opinan desde Abrdn.
Tom Riley coincide con esta perspectiva. Y añade que, a medida que pasa el tiempo, la IA empieza a extenderse más allá de los hiperescaladores y las empresas de infraestructuras que se benefician de la construcción de centros de datos, hacia empresas que pueden emplear la inteligencia artificial de forma eficaz. “Puede utilizarse para desarrollar nuevos productos y servicios o para hacer más eficientes las operaciones existentes. Aquí es donde habrá una gama más amplia de empresas que puedan beneficiarse, y las que puedan adoptar con éxito estas tecnologías estarán preparadas para el éxito en cualquier parte del mundo”, defiende el experto de Axa
Riley también considera que Europa está mejor posicionada para esta nueva fase de la IA que consiste en integrar la tecnología en los productos existentes para mejorarlos. “Esto puede incluir la robótica y el equipamiento industrial, donde hay muchas empresas europeas líderes del mercado. Un ejemplo reciente, anunciado en enero en el CES, es el de Kion, una empresa alemana de soluciones para la cadena de suministro y automatización que ha creado una solución de inteligencia artificial que revolucionará la automatización de almacenes. Llevando la IA al mercado de almacenes y centros de distribución, que mueve un billón de dólares”, afirma el experto.
¿Qué es lo que busca el Ejecutivo comunitario para la IA?
La Unión Europea quiere impulsar el sector de la inteligencia artificial, pero con su firma personal. Ante la evidente desigualdad entre la capacidad de inversión y la infraestructura de los gigantes chinos y estadounidenses, una opción podría ser aprovechar las capacidades particulares del Viejo Continente para desarrollar ciertos segmentos. La estrategia de la Comisión Europea se orientará hacia estos objetivos.
Desde Bruselas explican que, en primer lugar, la IA europea se deberá centrar en la adopción de esta tecnología en aplicaciones complejas, utilizando datos y conocimientos industriales y de fabricación únicos de la región. Asimismo, buscará ser cooperativa y reunir talentos de diferentes países, sectores y orígenes.
Finalmente, la IA europea estará enfocada en el poder del código abierto. “El código abierto puede difundirse mucho más rápido, junto con los sistemas propietarios. Es por todas estas razones que la escena de las empresas emergentes de IA en Europa está en auge. El número de unicornios se ha multiplicado por diez en tan solo unos años, por lo que esta marca europea de innovación abierta está dando resultados”, indica una portavoz de la CE.