La industria cultural española factura uno de cada cinco euros de toda la UE
Es el tercer país con el mayor número de empresas en el sector del arte y el entretenimiento, por detrás de Francia y Países Bajos
En la industria cultural, las empresas españolas van a la cabeza de Europa. Facturan uno de cada cinco euros generados en la UE, rozando en 2021 los 40.000 millones de euros, según los datos de eurostat publicados la semana pasada. También aglutinan el mayor número de empleados; casi 400.000, a pesar de tanto Francia como Países Bajos tienen entre 25.000 y 50.000 empresas más. El documento considera a todas las compañías involucradas en actividades creativas, artísticas y de entretenimiento.
Se estima que hasta hace un año y medio, en el continente había más de 700.000 empresas en el sector; en su mayoría de menos de 50 empleados. A pesar de ser pequeñas, aglutinan al 90% de los empleados, según los datos de la agencia europea, mientras que solo el 3% trabaja en una compañía grande.
Los datos de la agencia europea de estadística ratifican la posición privilegiada que ostentan las empresas españolas en el sector cultural, a pesar de venir de una época difícil a causa de la pandemia. En ese entonces, el número de funciones llegó a caer casi un 50% y la recaudación se desplomó más de 70%, de acuerdo a los informes de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Además, debido a los múltiples cierres de teatros, cines y demás recintos artísticos, en 2020 se perdieron más de 42.000 puestos de trabajo. Tres años después, el escenario es muy distinto: la industria ha tenido una recuperación constante y espera poder alcanzar a finales de este año la misma recaudación que en 2019, antes de que estallara la crisis sanitaria. En ese entonces, toda la industria facturó unos 240.000 millones.
En una visión de largo plazo, la perspectiva para el circuito del entretenimiento español es todavía mejor. La última edición del informe Entertainment and Media Outlook, elaborado por PwC, asegura que los ingresos del sector crecerán más de un 5% hasta 2026, medio punto más que el conjunto de la industria a nivel global. El repunte se atribuye a las oportunidades de negocio que se están generando en industrias emergentes, en concreto los podcast, en donde se espera que la audiencia crezca hasta los 26,6 millones de oyentes y genere unos ingresos de casi 600 millones de euros. Por contra, prevé caídas en la televisión y en los periódicos a causa de la merma en la publicidad y el menor número de lectores de medios impresos.
La big four considera que en los próximos, la industria de entretenimiento y medios “estará marcada por su capacidad de adaptación a un mundo más digital, más móvil, muy dependiente de la publicidad en todas sus formas, y muy marcado por la influencia de la capacidad de elección de los jóvenes consumidores”. Es una evolución con la que coincide SGAE, que recuerda que al menos en el sector musical, el peso del mercado digital en España sigue creciendo, acumulando ya el 83% de las ventas totales. En el caso del vídeo, el streaming ya es usado por más de la mitad de la población.
La importancia que tiene el sector cultural en el país ha empujado al Gobierno a aprobar a inicios de este año el Estatuto del Artista, que reivindica reclamaciones históricas como la prestación especial por desempleo para artistas y técnicos de las artes escénicas, audiovisuales y musicales; la mejora de la compatibilidad de la pensión de jubilación con la actividad artística; y la cotización especial para artistas autónomos, cuyos rendimientos netos anuales no superen los 3.000 euros.
En cualquier caso, aún quedan pendientes cuestiones como fiscales como el tratamiento de los rendimientos irregulares y los gastos deducibles o la posibilidad de consideración de la venta de obra de arte como trasmisión patrimonial, además de la representatividad y la negociación colectiva, o los aspectos relacionados con el sistema de formación.
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