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Seis meses de MiCA: un goteo de licencias, cautela regulatoria y muchos ajustes por venir

Los expertos consideran que es demasiado pronto para evaluar los efectos del reglamento y abogan por esperar el fin de los periodos de transición. Por ahora se han otorgado 39 licencias, según la ESMA

Una sesión en el parlamento europeo de Estrasburgo.

En el imaginario colectivo la palabra cripto evoca una idea: un escenario hostil, opaco y sin reglas, donde todo puede ocurrir. Desde hace tiempo, la industria busca dejar atrás este estereotipo. Hace tan solo unos días, en su debut en el mercado español, el exchange cripto OKX, estrenó un corto con Vincent Cassel como protagonista, que cabalga por diferentes ciudades en un escenario western, viendo las funcionalidades del mundo cripto y descubriendo la supuesta “libertad” en la era digital. El titular es llamativo: “Mild Mild West”, un guiño a la etiqueta que sigue persiguiendo a la industria, y que busca representar la evolución del mercado a un ecosistema regulado. MiCA vino a poner orden a este desorden en Europa. Seis meses después de su entrada en vigor, los progresos se producen con cuentagotas.

Según el fichero provisional de la ESMA, son 39 las entidades que en toda Europa han recibido la licencia MiCA. Algunos países han concedido varias autorizaciones, mientras otros todavía no han dado luz verde a ninguna. En el caso español, la CNMV autorizó solo una entidad hasta la fecha: BBVA, que prevé empezar a operar este verano con criptoactivos. No obstante, según fuentes del mercado, en la mesa del regulador español hay varias solicitudes, algunas a punto de autorizarse. Desde la CNMV explican a CincoDías que tienen pendiente aprobar cuatro notificaciones de entidades financieras (tres entidades de crédito y una empresa de asesoramiento financiero) y ocho autorizaciones de entidades que están inscritas en el registro de proveedor de servicios de activos virtuales del Banco de España.

La cautela de los reguladores y la complejidad de la normativa hacen que la nueva era para los criptoactivos tarde en llegar. Para muchos, todavía es demasiado pronto para evaluar sus efectos. José María Olivares, socio de finReg360, asegura que el proceso de adaptación a esta normativa es complejo y largo, y lo compara al periodo de adaptación a los criterios ESG, a la normativa sobre servicios de pago y a Mifid. “MiCA es un Mifid 3. Los proveedores cripto han pasado de cero a cien en términos de regulación”.

Ante este escenario, los expertos prevén que el reglamento provoque cierta concentración del mercado, puesto que muchas empresas, especialmente las más pequeñas, no podrán cumplir con los requisitos impuestos, tanto por costes como por recursos. Por ello, coinciden en que de las 121 entidades registradas ante el Banco de España, solo un 20% conseguirá la licencia (excluyendo las que la obtuvieron en otros países).

La ESMA también reconoce a Cinco Días que todavía es demasiado pronto para sacar conclusiones y advierte de que el impacto se hará más evidente una vez finalicen los periodos transitorios en los Estados miembros, de entre 12 y 18 meses dependiendo del país. Los proveedores de servicios cripto se preparan y presentan sus solicitudes para obtener la licencia antes de que acabe este plazo, fijado para España en el 30 de diciembre de 2025.

Aunque todo parece moverse lentamente y todavía no hayan recibido las licencias negro sobre blanco, algo ha cambiado en la percepción del sector, especialmente entre la gran banca. “Ha habido un cambio en la percepción de los bancos, que son entidades muy reguladas y que para poder operar en un nuevo mercado necesitan mantener los estándares de cumplimiento y regulación con los que vienen operando”, incide Alfonso Ayuso, vocal de AEFI y CEO de Minos Global.

La entrada de estas entidades en el ecosistema cripto supone un cambio de paradigma para la industria. Además de BBVA, en España Banco Santander y Caixabank también han anunciado que ofrecerán servicios cripto a sus clientes. Las entidades medianas, en cambio, están esperando a ver “cómo se mueven los grandes” para entrar en este mercado, que según Beatriz Benítez, directora de Regulación Financiera de finReg360.

Desde el principio las empresas criptos aplaudieron la llegada de la normativa. Pero lo cierto es que desde hace meses varias entidades comentan que la licencia estaba al caer y todavía no ha llegado. Cristina Carrascosa, consejera delegada de ATH21, cree que en muchos casos se ha subestimado la complejidad del reglamento, especialmente los requerimientos de Dora, necesaria para obtener esta licencia. “A diferencia del registro en el Banco de España, lo de MiCA es un régimen de autorizaciones y no son ni medio parecidas”.

¿Hacia un MiCA 2?

Si es complicado reconocer sus efectos, también es difícil aún decir qué hay que mejorar en la normativa. Pero para la industria todavía hay camino por recorrer. Gómez cree que hay incertidumbre sobre el tratamiento de los emoney tokens, un tipo de criptoactivo que para mantener un valor estable está vinculado al de una moneda oficial y solo se puede emitir por un banco o una entidad de dinero electrónico.

La Autoridad Bancaria Europea (EBA) apuntó recientemente que determinados servicios relacionados con las fichas de dinero electrónico deben tratarse como servicios de pago y, por lo tanto, requerir que sus proveedores obtengan una licencia de entidad de pago o de dinero electrónico. “Si un proveedor tiene que ir a MiCA para ofrecer criptos y al Banco de España para ofrecer servicios de pago, no termina nunca de autorizarse”, critica Carrascosa. “No se han tenido en cuenta las peticiones de la industria y han hecho una interpretación totalmente legalista”, añade Gómez.

Para evitar la necesidad de una doble licencia que dilate los tiempos, la EBA ha recomendado a los legisladores europeos aprovechar el trámite legislativo sobre servicios de pago (PSD 3 y PSR) para modificar el reglamento MiCA y reforzar o incluir en esta norma los requisitos aplicables a los servicios considerados como de pago.

También hay quién ya piensa en un MiCA 2. Javier Pastor, director de Formación de Bit2Me, el exchange español que está a la espera de la licencia por parte de la CNMV, reconoce que el reglamento es positivo para el sector, al crear un marco regulatorio común y limpiar el mercado de actores “maliciosos”. Pero hay algunos temas pendientes de regular, como los servicios de finanzas descentralizadas y el staking. “Sobre DeFi se necesita una actualización del reglamento porque plantea retos grandes“, afirma. Desde Bitpanda creen que ”unas normas claras aumentan la confianza y la confianza impulsa la adopción“, algo en el que incide también OKX: “MiCA sienta las bases para un crecimiento sostenible en los activos digitales”.

Pero la normativa no elimina los peligros, recuerda el regulador europeo. “MiCA es una regulación revolucionaria, única a nivel mundial y pionera en el intento de proteger y garantizar unos requisitos mínimos en el espacio cripto, en un entorno altamente volátil y fragmentado. Pero contar con una regulación no significa que hayamos eliminado el riesgo: el mercado cripto sigue siendo vulnerable e impredecible, y MiCA por sí sola no mitigará completamente este riesgo”.

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