_
_
_
_

¿Qué esperar del mercado cripto en 2025 más allá del bitcoin? Monedas con potencial y riesgos a la vista

Analistas y profesionales de la industria prevén que la tendencia alcista continuará ante la mayor adopción de ‘stablecoins’. La inflación y la correlación con los índices estadounidenses son los principales temores

Bitcoin
Una ilustración del presidente electo de EE UU, Donald Trump, junto a un establecimiento de intercambio de criptomonedas.Tyrone Siu (REUTERS)

El mundo cripto acaba de cerrar un año dorado, marcado por el lanzamiento de los fondos cotizados (ETF), el apoyo político de Donald Trump y la llegada a los 100.000 dólares del bitcoin. Pero todo esto ya es historia. Profesionales del sector y analistas tienen la mirada puesta en 2025, un año que se espera de alto voltaje. El optimismo domina gracias a los vientos de cola procedentes de Estados Unidos; las expectativas sobre el segundo mandato del republicano se mantienen altas. La regulación en marcha en Europa y la que se espera para el país norteamericano dibujan un panorama positivo para la industria, de la que se espera más adopción por parte de las grandes gestoras de activos, más emisión de stablecoins y más tokenización. Pero la cautela nunca es suficiente y los riesgos están a las puertas. La mayor incertidumbre está en la evolución del contexto macroeconómico, en las decisiones de política monetaria y en el comportamiento de los mercados tradicionales, a los que bitcoin mira de reojo.

El optimismo es la característica que más pesa entre los analistas. 2025, según los expertos consultados, va a ser positivo y seguirá la estela del año pasado por varias razones. En primer lugar, la entrada de dinero. El mercado de activos digitales sigue siendo residual respecto al total de activos bajo gestión a nivel mundial: representa poco más de un 1%. Por ello, las expectativas ante la entrada de grandes inversores institucionales catapultaría el precio de estos activos.

La historia se repite: al principio los tenedores de bitcoin eran principalmente desarrolladores de software y criptoevangelistas. Pero la llegada de inversores minoristas que descubrieron las criptomonedas fomentó el ciclo alcista de 2017. En cambio, en 2021 el impulso llegó de fondos de cobertura y family officers. Según las previsiones, 2025 es el turno de los institucionales: Cada ola de dinero nuevo que entra en una clase de activos pequeña ha producido rendimientos extraordinarios, y se espera lo mismo a medida que los inversores institucionales tradicionales asignen fondos a las criptos, una tendencia que ha comenzado con los ETF de bitcoin”, según el informe Crypto Market Outlook 2025 de Sygnum.

El año pasado, grandes instituciones financieras empezaron a virar hacia las cripto. BlackRock, Fidelity y Morgan Stanley han apostado por instrumentos con exposición a activos digitales, con asignaciones entre el 1% y el 3%. Algunos fondos de pensiones estatales (de Wisconsin y Michigan) también han comenzado a invertir en ETF de bitcoin. No obstante, a día de hoy, el 80% de las tenencias en estos fondos todavía son de minoristas.

El sueño del sector, que coincide también con sus previsiones, es que la entrada institucional esté marcada especialmente por los actores estatales, que han anunciado o sugerido la creación de reservas estratégicas de bitcoin, como EE UU. “En Brasil un proyecto de ley propone una adquisición planificada y gradual de bitcoin hasta el 5% de sus reservas internacionales. Marruecos, muy beligerante contra esta criptomoneda, ahora quiere regularla. Tailandia se plantea que sea dinero de curso legal. En Rusia, Putin dijo que bitcoin no se puede detener”, detalla Javier Pastor, director de formación de Bit2Me. A esta carrera se suman empresas públicas y privadas, que van acumulando esta criptomoneda en sus reservas. Javier Molina, analista de eToro, calcula que más de 60 compañías cotizadas tienen bitcoin en su balance.

El apoyo político de Trump y los nombramientos procripto en su nueva administración seguirán sirviendo de impulso. EE UU es el mercado financiero más grande del mundo, que alberga a muchos de los inversores más importantes a nivel global. En este sentido, la decisión de poner el foco en los activos digitales ha impulsado el precio y dado confianza a la industria, a la espera de una regulación que clarifique el estatus de los criptoactivos y establezca los roles de los reguladores en este mercado. Gracias a la “protección” de los republicanos, Manuel Pinto, analista de mercados, cree que la tendencia alcista persistirá en 2025 y alcanzará su pico en el primer trimestre. “En el punto más alto de este ciclo, proyectamos que el bitcoin alcanzará los 130.000 dólares y ethereum cotizará por encima de los 5.000″.

Las empresas del sector buscan mayor claridad regulatoria también para dar el salto a los mercados en 2025. Álvaro Cisneros, líder del segmento de B2B de Bitpanda en España espera “salidas a Bolsa de los principales operadores para obtener capital y para poder crecer”. Desde hace meses se especula sobre el debut de Circle, que ya avanzó sus intenciones a la SEC; Kraken; eToro, que espera hacerlo en el segundo trimestre de 2015, y de la misma Bitpanda.

No solo bitcoin

En este escenario, bitcoin seguirá siendo el rey de los criptoactivos. Preguntado sobre en qué activos hay que apostar en 2025, Román González, co-gestor del Criptomonedas FIL de A&G Global Investors, no tiene dudas: “Bitcoin, bitcoin y más bitcoin”, aunque tiene otros proyectos en su portfolio con potencial alcista. “Tanto Sui como Aptos son criptomonedas que tenemos en cartera con pesos bastante ajustados, ya que, aunque con alto riesgo de caídas superiores al 70%, nos dan un potencial de revalorización más alto que bitcoin en este ciclo alcista. Ambas destacan por su velocidad de transacción y su escalabilidad”, explica.

Para Molina, el valor está en bitcoin y poco más. No obstante, el desarrollo de la tokenización en 2025 beneficiaría a otros proyectos como ethereum, por su potencial para usarse como plataforma para estos usos: “BlackRock lanzó su primer fondo tokenizado y lo hizo sobre ethereum. Es la más cara, pero la más segura”, asevera. Dovile Silenskyte, directora de investigación de activos digitales de WisdomTree, también señala a Solana como un actor clave. “Sus bajas tarifas de transacción y la velocidad de procesamiento la han convertido en la opción favorita para desarrolladores que crean aplicaciones descentralizadas, protocolos de finanzas descentralizadas y proyectos de NFT”.

A estas, los analistas añaden XRP, que permite transacciones internacionales rápidas y de bajo costo. Si logra resolver sus problemas con la SEC de la mano de los nuevos nombramientos de Trump, podría reconquistar la confianza de los inversores empujando al alza su adopción. Ante las expectativas positivas, este activo se ha revalorizado un 60% en el último mes, y un 250% en el año.

Stablecoins

Los expertos también auguran una expansión del mercado de stablecoins, que se enfrentan este año a una mayor regulación, especialmente en Europa. Christian Menda, responsable de Chainalysis en España, destaca que su capitalización ya supera los 190.000 millones de dólares y su papel potencial como dinero digital se está haciendo evidente. “Es muy importante el interés sostenido de todos los sectores (instituciones financieras, grandes corporaciones y desarrolladores) en explorar diferentes casos de uso de las monedas estables”, dice.

Uno de los últimos proyectos relevantes es el de Ripple, que lanzó su stablecoin RLUSD hace unas semanas, con el objetivo de diversificar su negocio. Esta moneda, que ya tiene la aprobación de los reguladores, serviría a las empresas financieras tradicionales para realizar pagos transfronterizos, como explica Pastor. En este sentido, Román González prevé que el volumen de transacciones en stablecoins siga al alza, superando al realizado a través de Visa o Mastercard en 2025. “Se han posicionado como uno de los nichos más importantes de este ecosistema, proporcionando volumen y liquidez a numerosas criptomonedas, e incluso colocándose en muchos casos como la opción más liquida”, afirma.

Tokenización

La tokenización ha avanzado en 2024: los activos del mundo real tokenizados crecieron más del 60% hasta los 13.500 millones de dólares (excluidas las monedas estables), según la firma de análisis rwa.xyz. No obstante, todavía va muy lenta: la escasez de productos así como la falta de liquidez en este nuevo mercado que incentive a los compradores a desarrollar este sistema han sido los principales obstáculos: “Muy pocos compradores para atraer a los emisores”, resume el informe de Sygnum Bank.

Pero Manuel Pinto se muestra optimista y resalta que las empresas ya están experimentando con el uso de activos tokenizados como garantía para otras transacciones financieras, como las que implican derivados, lo que podría agilizar las operaciones y mitigar el riesgo. “Su tendencia se está expandiendo más allá de activos como los bonos del Tesoro de EE UU y los fondos del mercado monetario, y está ganando terreno en el crédito privado, las materias primas, los bonos corporativos, los bienes raíces y los seguros”.

Peligros en el horizonte

Aunque la mayoría de los expertos augura un 2025 positivo, existen riesgos en el horizonte. González resume su escenario con una palabra: burbuja. “Se están cociendo todos los ingredientes para que se produzca otra gran burbuja de precio, con subidas estratosféricas, que habitualmente duran muy poco tiempo. Las criptomonedas, a diferencia de la renta variable, suben en ascensor y caen en escalera mecánica. La mayor parte de los rendimientos positivos suceden en apenas siete meses, mientras que los mercados bajistas son lentos y dolorosos, durando hasta 18 meses”, alerta. Si bien la criptomoneda pionera ha experimentado subidas progresivas a partir del pasado marzo, desde septiembre lleva repuntando de forma ininterrumpida.

El presidente de la Fed, Jerome Powell.
El presidente de la Fed, Jerome Powell. Kevin Lamarque (REUTERS)

El contexto macroeconómico es lo que más preocupa. A primera vista, el fuerte crecimiento de EE UU y de recorte de tipos parece un escenario ideal para los mercados financieros. No obstante, la inflación sigue siendo un quebradero de cabeza y las posibles bajadas de impuestos y de nuevos aranceles durante la administración republicana aumentan la presión en los precios. Un riesgo adicional es el crecimiento descontrolado de la deuda y el déficit de EE UU, así como el aumento de los rendimientos de los bonos, que podría frenar el mercado alcista en los activos de riesgo. Un frenazo en la bajada de las tasas por parte de la Fed también tendría un impacto negativo en los mercados criptos, ya que una política restrictiva le hace un activo menos atractivo.

La liquidez es otro aspecto que preocupa, puesto que se prevé una expansión mucho más moderada en 2025. “La liquidez global está bajando y cuando esto ocurre hay salidas de los activos de riesgo y el primero es bitcoin”, espeta Molina. El experto también pone la mirada en los mercados internacionales tras los fuertes repuntes del Nasdaq y del S&P. “A estas subidas siempre siguen correcciones significativas. Si el mercado cae, el bitcoin caerá porque es un activo de riesgo”, por su correlación con estos índices.

Finalmente, el riesgo de concentración también empieza a preocupar. Desde Sygnum Bnak ponen el foco en la alta cuota de mercado de Tether entre las stablecoins respaldadas en dólares, cuyo dominio ronda el 75%. “Las preocupaciones se centran en la integridad y la fiabilidad de la información sobre sus reservas, especialmente considerando su historial”. David Tercero Lucas, profesor de Economía en la Universidad Pontificia de Comillas - ICADE, cree que 2025 será el año de las monedas estables, pero llama a la prudencia: “Si no se monitorizan las reservas que soportan el precio de estos activos, podríamos ver importantes turbulencias en el mercado”.



Más información

Archivado En

_
_