La incertidumbre sobre los planes económicos y fiscales de China anima al bitcoin
La falta de medidas ambiciosas para levantar el gigante asiático movió a los inversores hacia los activos digitales. Las autoridades prohibieron el comercio de las criptos en 2021, aunque un exviceministro de Finanzas ha sugerido la necesidad de repensar esta estrategia
China sigue luchando contra sus fantasmas del pasado: la desaceleración económica, la crisis inmobiliaria y la deuda acumulada por los gobiernos locales no permiten al dragón rojo levantar la cabeza. El anuncio de medidas de relajación de la política monetaria el pasado 24 de septiembre, como el recorte de tipos, la reducción de coeficientes bancarios y el apoyo al sector inmobiliario sirvió de estímulo para los inversores y para sus mercados, que vivieron el mayor rally en 16 años. Sin embargo, en la última reunión celebrada el pasado fin de semana las autoridades no dejaron claros sus próximos pasos en término de política fiscal. La incertidumbre y la convicción de que se necesitan medidas más ambiciosa para levantar la economía se manifestaron en los mercados, que dejaron a sus espaldas una subida histórica dejando espacio a caídas en los principales índices.
Mientras los inversores dejaron patente su decepción en los mercados tradicionales, los activos digitales, en particular el bitcoin, se comportaron de manera opuesta. “Los mercados probablemente están interpretando un estímulo decepcionante de China como una buena noticia para bitcoin, ya que se entendía que la rotación de capital desde bitcoin hacia acciones chinas estaba pesando previamente sobre los precios de las criptomonedas”, explica Caroline Mauron, cofundadora de Orbit Markets, a Bloomberg. En la tarde de este martes, la criptomoneda ha llegado a superar los 67.600 dólares, con un repunte del 3% en el mes, aunque ahora está corrigiendo parte de subida.
De hecho, en la última semana de septiembre, cuando las autoridades lanzaron la batería de anuncios económicos, la reacción de los activos digitales fue opuesta. En ese entonces, los inversores optaron por deshacerse de estas monedas y saltar al mercado de valores del país, que en los días siguientes repuntó enérgicamente. Bloomberg apuntó que Tether, la stablecoin más utilizada del mundo, se estaba negociando con descuento en relación al dólar en varias ocasiones en esas fechas. “Si los traders se apresuran a cambiar de nuevo a moneda fiduciaria, se puede inferir que están comprando acciones chinas en pánico”, dijo en ese entonces Livio Weng, director ejecutivo de la plataforma de intercambio de criptomonedas Hashkey, con sede en Hong Kong, a Bloomberg.
Alberto Fernández, profesor del Máster en Blockchain e Inversión en activos digitales del IEB, explica que estos movimientos reflejan el interés de los inversores chinos hacia estos activos: “Si las regulaciones se suavizaran, la participación en el mercado cripto podría aumentar significativamente, dado el apetito inversor reflejado en los índices bursátiles”, destaca.
El gigante asiático ha prohibido el comercio de criptomonedas en 2021: de hecho, el dragón rojo tiene uno de los marcos regulatorios más estrictos del mundo para los criptoactivos, con una prohibición total sobre las actividades relacionadas con criptomonedas, incluyendo la minería y las transacciones. Sin embargo, muchos residentes del continente han seguido utilizando cuentas y plataformas en el extranjero para comprar y vender activos digitales, en un intento de evitar los controles de capital y trasladar activos al exterior: “[La prohibición] ha sido como poner puertas al campo: no se puede prohibir completamente el trading de criptomonedas”, afirma Fernández. Frente a esto, ahora algo podría cambiar.
A finales de septiembre, durante una conferencia sobre temas económicos, el exviceministro de Finanzas chino, Zhu Guangyao, afirmó que, en su opinión, el gigante asiático debería replantearse su estrategia hacia las criptomonedas. Para el ex funcionario, estas representan un aspecto crucial para el desarrollo de la economía digital de la república popular. Si bien ya no tiene un rol activo en el gobierno, el think tank chino Center for China and Globalisation (CCG), define a Guangyao como el Consejero del Consejo de Estado, es decir, el máximo órgano ejecutivo del gigante asiático.
Fernández cree que, pese a su postura restrictiva, las autoridades chinas están reevaluando su posición, especialmente tras la aprobación de ETFs de bitcoin en EE UU, que ha representado un impulso para la industria. “Podría señalar una apertura futura o un interés en entender mejor el sector. Casi todos los empresarios chinos en la industria han tenido que emigrar a lugares como Hong Kong y Singapur [que también ofrecen estos instrumentos]. Esto refleja que China quizás se está dando cuenta del error que cometió al cerrarse al mercado de criptomonedas, ya que ha perdido talento e innovación”, considera.
A día de hoy, no hay planes formales para modificar esta prohibición total. No obstante, Andrew O’Neill, director general y líder de análisis de activos digitales en S&P Global Ratings, reconoce el interés de China por la tecnología blockchain “pero enfocándose en redes centralizadas y controladas por el gobierno, en lugar de redes descentralizadas como Bitcoin o Ethereum, y en una Moneda Digital del Banco Central (CBDC)”.
Competencia con EE UU
El lanzamiento de los ETFs al contado de bitcoin en EE UU ha supuesto un antes y un después en el sector, puesto que permitió canalizar el apetito de los inversores institucionales y particulares por las criptomonedas a través de instrumentos regulados y fáciles. Ante este escenario, China podría sentir el peso de la competencia con el país norteamericano, que no ha sido el único en dar luz verde a estos instrumentos. De hecho, Hong Kong también ha aprobado los ETF al contado de bitcoin y ethereum. Pese a que los inversores chinos no pueden acceder a estos fondos en Hong Kong, O’Neill destaca que podrían hacerlo si tienen acceso a cuentas de corretaje en Hong Kong.
“Lo que ha cambiado en otras jurisdicciones fuera de China con la aprobación de ETFs de BTC y ETH al contado es que estos criptoactivos están siendo considerados como activos financieros invertibles en los mercados tradicionales. Entre los inversores tradicionales que están interesados en tener alguna asignación en criptomonedas (y, por lo tanto, invertir en estos ETFs), un factor clave suele ser la expectativa de rendimientos descorrelacionados de otros activos financieros, como acciones y bonos. Los inversores chinos podrían adoptar una visión similar si hubiera un cambio en la postura regulatoria”, detalla.
Pero la competencia con EE UU se hace más acuciante si se mira también a otro aspecto: la minería de bitcoins que, pese a la prohibición establecida por las autoridades en 2021, ha seguido existiendo en el país. “China aún controla el 55% de la tasa de hash [un indicador de la potencia de una red blockchain] de bitcoin”, asegura Fernández. Pero una gran parte de esta actividad se trasladó a EE UU, especialmente a Texas, donde los mineros se aprovechan de los bajos costes energéticos gracias a las renovables. Si el gigante asiático decidiera levantar las restricciones, podría recuperar el liderazgo global en esta actividad, gracias a su infraestructura y al acceso a energía barata.
Si bien la posibilidad de que China flexibilice su postura hacia los activos digitales parece más un espejismo que una realidad, sería una buena noticia para la industria. Por un lado, los expertos consideran que una regulación sin exceso de las criptomonedas sería beneficiosa para gestionar riesgos como el lavado de dinero y avanzar en innovación. Por otro, permitiría al dragón rojo seguir en el desarrollo de la tecnología, además de impulsar la demanda global de criptos, aumentar la liquidez y atraer a nuevos inversores.