La Bolsa china registra su mayor subida diaria desde 2008 al calor de los estímulos públicos
La renta variable se dispara un 8,5% y se baten todos los récords de negociación en los mercado de Shangai y Shenzhen. El precio del acero sube el 10%
La Bolsa china protagoniza un rally que no se veía desde hace décadas. Hoy, las grandes cotizadas del gigante asiático se dispararon un 8,5%, la mayor subida diaria desde 2008. Este fuerte repunte sucede a la mejor semana bursátil desde la gran crisis financiera. El catalizador de este movimiento ha sido el plan del Gobierno para apoyar a los mercados de capitales —favoreciendo las recompras de acciones— y el temor de los inversores por perderse la fiesta, justo cuando el país inicia hoy cuatro jornadas de vacaciones por la llamada Semana Dorada.
La renta variable china llevaba tres años de declive. Sobre todo por los desequilibrios macroeconómicos del país y su burbuja inmobiliaria. Para algunos inversores, la última batería de medidas propuesta por Pekín es el punto de inflexión para que el país recupere el vigor de hace unos años. Fue el martes pasado cuando el Banco Popular de China —el banco central del país— dio a conocer un plan para impulsar la renta variable, que incluye un fondo de financiación dotado de 800.000 millones de yuanes (102.000 millones de euros). Este dinero se podrá utilizar para dar préstamos a empresas que quieran recomprar sus propias acciones. También permitirá prestar dinero a instituciones financieras no bancarias, como aseguradoras, para comprar acciones locales.
Pese al miedo de que lo sucedido en los últimos días pueda ser otra falsa resurrección, el sentimiento que predomina en el mercado es que hay que subirse pronto a un tren que parece que ya ha echado a andar. En una señal de un frenesí continuo, el volumen de negocios combinado en las Bolsas de Shanghái y Shenzhen ha alcanzado el lunes un récord de alrededor de 2,6 billones de yuanes (331.000 millones de euros). “La velocidad de esta subida se explica por lo hundido que estaba el mercado”, ha explicado a Bloomberg Charu Chanana, estratega de mercados globales de Saxo Markets. “Existe una clara creencia de que esta vez es diferente en lo que respecta al apoyo de las autoridades a los mercados”.
La demanda de acciones chinas fue tan fuerte el lunes que varias corredurías de compraventa de acciones sufrieron retrasos en el procesamiento de órdenes en sus aplicaciones de negociación, según los medios locales, y algunas firmas de valores también vieron un aumento en las solicitudes para abrir nuevas cuentas de inversión. Ya el viernes hubo fallos en la Bolsa de valor de Shangai ante el aluvión de órdenes de compra.
El renovado optimismo sobre el segundo mercado bursátil más grande del mundo también se está extendiendo a nivel mundial, con hedge funds vendiendo acciones de tecnología estadounidense para adquirir empresas de minería y materiales. Uno de los inversores más famosos de Estados Unidos, David Tepper, quien lleva meses apostando por compañías chinas como Alibaba y en las últimas semanas ha redoblado su apuesta.
La batería de estímulos anunciada por Pekín también incluye el recorte del tipo de interés de referencia, el del tipo hipotecario para viviendas existentes y una bajada del coeficiente de reservas de los bancos (lo que les permitirá dar más financiación). Además, el lunes se conoció que tres de las ciudades más grandes de China —Shangai, Shenzhen y Guangzhou— han relajado las reglas para los compradores de viviendas. Tras este anuncio, los activos inmobiliarios chinos se dispararon un 14%. La demanda de casas también aumentará gracias a que se va a favorecer la refinanciación de las hipotecas.
De hecho, otro activo que se ha visto impulsado por este programa de estímulos es el hierro, con una subida el lunes de hasta el 11%, ante la perspectiva de construcciones de nuevos edificios e infraestructuras. También el acero ha llegado a repuntar un 10%. Desde la firma de banca privada Julius Baer explican que estos movimientos indican que el mercado “está poniendo en precio las expectativas de las medidas de estímulo anunciadas e incluso un paquete aún más amplio”. Los expertos de la entidad consideran que “los problemas del mercado inmobiliario está en el centro de la actual debilidad económica de China” y no descartan que los estímulos “se extiendan al sector de las infraestructuras”.
El indicador de miedo y codicia del Índice Compuesto de Shanghái, que mide el impulso de compra y venta del índice de referencia bursátil popular entre los inversores minoristas de China, subió el lunes al nivel más alto desde 2020. David Chao, estratega de Invesco Asset Management entiende que “el aumento eufórico que hemos visto en los últimos días en los mercados chinos podría convertirse en algo más concreto y sostenible porque parece haber un cambio de política completo que finalmente podría dar la vuelta a los vientos en contra que ha habido en los últimos tres años”.