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Riu lidera el asalto hotelero español a EE UU en medio del huracán Trump

La hotelera balear abrió hace un año en Chicago y prepara su tercer hotel en Nueva York. Hotusa o Iberostar también han incrementado su presencia en el último año

Carlos Molina

Estados Unidos se ha convertido en un mercado prioritario para la industria hotelera española. En un país con 340 millones de habitantes, en el que menos de la mitad tienen pasaporte para viajar al extranjero, y en el que los viajeros tienen un alto poder adquisitivo, con un gasto medio que duplica en la mayoría de casos a los grandes mercados europeos como Reino Unido, Alemania o Francia, la presencia de los hoteles españoles ha sido testimonial hasta hace pocos años.

Una brecha que están intentando cerrar con la hotelera balear Riu a la cabeza, coincidiendo con el convulso segundo mandato de Donald Trump, que comenzó con una guerra comercial a sus grandes socios mundiales y continuó con tensiones geopolíticas y con una cruzada contra la inmigración. La suma de todas esas decisiones se ha dejado notar negativamente en la llegada de turistas a EE UU. La cadena hotelera de la familia Riu se estrenó en 2014 con la apertura de su primer hotel en Florida, tras una reforma de 11 millones de euros. Once años después, la compañía cuenta con cinco hoteles operativos (dos en Nueva York y uno en Miami, San Francisco y Chicago) y otro en construcción en Nueva York (será el tercero en dicha ciudad con más de 650 habitaciones cada uno de ellos). El último activo que se incorporó a la cartera fue el de Chicago, que cumple un año de operación.

El suelo dónde se levantó el Riu Plaza Chicago, con una categoría de cuatro estrellas y 390 habitaciones, se compró en 2021 y no fue hasta 2022 cuando comenzaron las obras que se prolongaron hasta el verano de 2024, con una inversión total de 175 millones de euros. Ricardo Luque, director de negocio urbano de Riu, recalca que le ha sorprendido la buena evolución de las tarifas y de la ocupación en el primer año de vida del hotel de Chicago. “Hemos alcanzado precios de 220 dólares con ocupaciones medias del 88%, teniendo en cuenta que la temporada baja es larga por los rigores del invierno en Chicago. Los resultados han sido mejores de lo esperado”, remarca en una entrevista con Cinco Días.

En cuanto a mercados emisores, Luque destaca que en las tres localizaciones de la costa este (Nueva York, Chicago y Miami), los cinco grandes mercados emisores de los hoteles son iguales. “España, Alemania, Estados Unidos, México y Argentina, por este orden”. En el caso de San Francisco también hay una fuerte participación de los mercados de Australia y Asia.

Frente al recrudecimiento de las políticas antinmigratorias de Donald Trump, Luque distingue dos planos. “En cuanto al negocio, no hay ninguna preocupación, ha habido cancelaciones puntuales de particulares y convenciones de México, sobre todo, y también de Canadá. De hecho ha habido más cancelaciones de europeos. Donde sí tenemos un problema, aunque por ahora controlado, es la preocupación de los empleados, ya que una parte significativa de nuestra plantilla procede de Latinoamérica”.

Boston y Washington

La cadena hotelera Hotusa se ha mostrado especialmente activa en el último ejercicio, con la incorporación de tres activos, dos de ellos en propiedad y otro en alquiler, para sumar una cartera de seis hoteles: dos en Miami y uno en Nueva York, Chicago, Boston y Washington. El gigante hotelero fundado por Amancio López ha aprovechado la amortización total y anticipada del préstamo de 241 millones de la SEPI, comunicada el 29 de agosto, que le condicionaba el crecimiento, para ampliar su cartera en propiedad de forma acelerada. El 3 de septiembre anunció la compra de un hotel de 80 habitaciones en Boston y solo ocho días después comunicó la adquisición de otro inmueble de 156 habitaciones en Washington. “El desembarco en la capital norteamericana y las otras dos operaciones realizadas este año representan un hito clave en el plan de crecimiento internacional de Eurostars, que tiene como principales focos consolidar su liderazgo en España, donde ya es la mayor cadena por número de hoteles, seguir creciendo en Europa, donde ya se sitúa como la sexta cadena hotelera y crecer internacionalmente en destinos estratégicos donde poder ofrecer alojamientos singulares, en ubicaciones privilegiadas y que respondan a las exigencias de calidad tanto del viajero de negocios como del turista”, recalcó en un comunicado reciente.

Otra compañía que ha retomado su interés por tener presencia en EE UU es Iberostar, que firmó en enero su regreso al mercado estadounidense con dos nuevos hoteles en Miami (Iberostar Waves Berkeley Shore e Iberostar Waves Miami Beach). La hotelera de los Fluxá empezó su primera aventura empresarial en EE UU en 2016 con la firma de dos activos en Nueva York y Miami, de los que se desprendió posteriormente.

“Estas aperturas marcan un hito clave en nuestra estrategia de expansión. Ambos establecimientos son un ejemplo de nuestro esfuerzo por ofrecer una propuesta de valor renovada y por impulsar un modelo de turismo responsable”, recalca Phil Mc Aveety, consejero delegado de Iberostar.

La estrategia de crecer en EE UU no solo se basa en captar viajeros estadounidenses para sus hoteles en EE UU, sino de llevarlos al resto de activos de su cartera a través de una alianza comercial estratégica con IHG; la cuarta hotelera del mundo, para la comercialización de hoteles en régimen de todo incluido en Caribe, América, Sur de Europa y Norte de África. Hasta 70 hoteles de la compañía están incluidos en el canal de comercialización de la compañía, al que tienen acceso los más de 100 millones de clientes suscritos al programa IHG One Rewards. Una alianza similar tiene el grupo Piñero con la estadounidense Hyatt, con la que ha creado una joint venture para cogestionar 22 resorts de la marca Bahía Príncipe y el megacomplejo Cayo Levantado en República Dominica, integrando en su plataforma esos hoteles para que los reserven los 58 millones de miembros del programa de lealtad Wold of Hyatt.

Meliá, la primera hotelera española por número de habitaciones, solo cuenta con dos activos en Estados Unidos, situados en Nueva York y Orlando, aunque reconoce que está en búsqueda activa de oportunidades de crecimiento. “Queremos expandirnos en las principales gateway cities del país, como Miami y Nueva York, además de en destinos con un fuerte componente de bleisure, un ámbito en el que destacamos especialmente. Por ello, estamos abiertos a oportunidades en las que nuestra propuesta de valor pueda realmente diferenciarse y ser más competitiva”, recalcan desde la hotelera de los Escarrer. Barceló no tiene ningún hotel con marca propia en EE UU, aunque el grupo es propietario al 100% de una gestora hotelera (Crestline), con una cartera de 120 activos y 17.000 habitaciones en el país.

Sobre la firma

Carlos Molina
Periodista de la sección de Empresas, especializado en hoteles, turoperadores, agencias de viajes y aerolíneas. Trabajó en la sección de Especiales entre 2001 y 2005 y escribió sobre comercio exterior, política económica y macroeconomía en la sección de Economía entre 2005 y 2015. También ha trabajado en ABC, Interviú y el diario Mediterráneo.
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