Talgo prevé un impacto de 7 millones en sus cuentas tras el cierre de la disputa con Metro de Los Ángeles
Las partes llegan a un acuerdo para zanjar el litigio abierto en 2022 tras la suspensión de un contrato de modernización de 74 trenes


Pacto entre el fabricante de trenes Talgo y la autoridad del transporte metropolitano de Los Ángeles (LACMTA, por sus siglas en inglés) para dar por finalizado un enfrentamiento en los tribunales que se alargaba ya tres años. La pugna se abrió por la cancelación de un contrato de remodelación de hasta 79 trenes en 2022 por parte de la entidad estadounidense. La española ha reconocido esta tarde que sufrirá un golpe en su cuenta de resultados de cerca de 7 millones de euros.
“El resultado del acuerdo alcanzado tendrá un impacto estimado en los resultados del ejercicio 2025 que, de manera aproximada, será positivo en caja por 6 millones de dólares [5,22 millones de euros] y negativo en la cuenta de resultados por 8 millones de dólares [6,96 millones de euros]”, ha explicado la dirección de Talgo a través de una nota enviada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
LACMTA notificó el 6 de mayo de ese 2022 la decisión unilateral de suspender el contrato adjudicado a Talgo en 2016 por un total de 90 millones de dólares. Tras ello, el fabricante paralizó la ejecución del mismo en sus instalaciones de Wisconsin (EE UU) e inició batalla legal. A lo largo de este tiempo ambas partes se habían cruzado demandas, que concluyen con el pago por parte de LACMTA de una compensación de 15 millones de dólares. En el momento de la resolución del contrato, LACMTA alegó incumplimientos tanto en el alcance de los trabajos como en los plazos.
Talgo ha estimado la liquidación contando con “los compromisos con proveedores y la baja de materiales existente en el momento de terminación”. El citado lastre de 8 millones de dólares en los resultados de este 2025 se produce en el escenario más prudente, según se reconoce el consejero delegado de Talgo, Gonzalo Urquijo, ante el regulador bursátil. La compañía dice trabajar aún con sus proveedores “con la finalidad de disminuir todo lo posible el impacto negativo resultante”.
El contrato con LACMTA, casi diez años atrás, marcó un hito en la diversificación de Talgo desde la fabricación de trenes de alta velocidad y larga distancia hacia la conservación de sistemas ligeros, con el extra de que el trabajo llegaba en un mercado estratégico como es Estados Unidos, donde ya tenía trenes en Portland y Seattle.
El plazo de ejecución fue pactado en 56 meses y alcanzaba inicialmente a 38 trenes, con posibilidad de sumar 36 más. El material rodante que estaba modernizando Talgo, aproximadamente el 70% de la flota de metro, se basaba en trenes A650, contruidos entre 1992 y 2000, a los que había que sustituir componentes mecánicos e instalar nuevos sistemas electrónicos.
Por pequeña que sea la pérdida, la situación financiera de Talgo no es fácil: el cierre de 2024 se produjo con unas pérdidas de 108 millones, tras la provisión de la penalización de Renfe por el retraso en la entrega de 30 unidades del tren de alta velocidad Avril, y los números rojos son de 7,1 millones en el primer trimestre de este 2025.
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