Criteria prepara un giro en su plan estratégico para priorizar el dividendo a la Fundación La Caixa
Tras el relevo de Ángel Simón por Francisco Reynés en el mando, el ‘holding’ ya ha descartado entrar en Celsa y ha congelado la participación en Europastry

Las consecuencias de la llegada de Francisco Reynés en Criteria Caixa no se han hecho esperar: todas las operaciones que estaban sobre la mesa y que había impulsado su antecesor, Ángel Simón, se están revisando. El principal holding inversor de España, que maneja unos activos con una valoración superior a la del presupuesto de la Comunidad de Madrid, está inmerso en un nuevo giro en su estrategia, que se materializará en las próximas semanas, según explican fuentes cercanas. Un gigante que da un nuevo golpe de volante menos de un año y medio después de dar el último.
El próximo lunes, previsiblemente, la Fundación Bancaria La Caixa —único accionista de Criteria y que nutre su obra social con los dividendos de las participadas del holding— hará público su nuevo plan estratégico para el periodo 2025-2030, y a partir de ahí Criteria adaptará el suyo. El objetivo es dar prioridad al dividendo a la Fundación, y esto puede implicar que ya no sean tan prioritarias aquellas empresas donde Criteria puede ser un socio industrial estratégico para el futuro, pero donde la rentabilidad inmediata no está tan clara. De momento, esta semana la Criteria de Reynés ya ha descartado entrar en Celsa y ha congelado la operación para entrar en Europastry.
El cambio de estilo en Criteria es claro. Simón, que fue consejero delegado del holding durante 15 meses, había sido nombrado para dar un giro agresivo tras años de calma y dividendos tranquilos. Durante este periodo, Simón —bajo las directrices del presidente de Criteria y de la Fundación, Isidro Fainé— revolucionó el panorama industrial español, con un continuo de anuncios de compras, adquisiciones y participaciones en empresas estratégicas de todos los sectores: Telefónica, Puig, ACS, Veolia en España (Agbar), Europastry o Celsa.
El objetivo de Simón era no solo tener participaciones en empresas rentables que alimentasen a la fundación, sino también estar presente y tener voz —en los consejos de administración o como accionista— en las empresas líderes en sus sectores. No pocas veces coincidiendo con el Gobierno, que mediante la SEPI también hacía este papel, por ejemplo en Telefónica. “En algunas ocasiones me gustaría que nos acompañaran otros grupos industriales en España que estuvieran en empresas estratégicas”, dijo Simón en un acto público, expresando que en España hacía falta un revulsivo financiero para hacer crecer a estas compañías.
Simón fue finalmente defenestrado a finales de abril debido a la pérdida de confianza por parte Fainé. Y el presidente de La Caixa puso a un nuevo hombre fuerte, Francisco Reynés, para devolver a Criteria a su sitio natural: estar ahí donde sea rentable para alimentar a la fundación. No en vano, cuando Reynés fue nombrado vicepresidente primero del brazo inversor de La Caixa y miembro de la comisión ejecutiva de la compañía, el entorno del grupo de la estrella destacaba su marcado perfil financiero y su obsesión por garantizar el retorno al accionista.
Queda por ver cómo se adaptará el plan estratégico de Criteria. El holding gestiona una cartera de activos con un valor bruto de más de 30.400 millones de euros, y el plan estratégico era llegar a una cartera de activos de 40.000 millones en 2030 y repartir 700 millones a la fundación. En 2025 el presupuesto de la fundación ya alcanzará los 655 millones de euros, un 9% más que el año pasado.
Tras llevar a cabo cambios en su equipo —en el último mes la cúpula de Criteria se ha reforzado con José María Méndez como nuevo director general de la compañía, y Adolfo Feijóo como nuevo director adjunto—, Reynés tenía algunas carpetas abiertas que eran prioritarias. Una era decidir sobre Celsa, donde Simón había anunciado un preacuerdo para entrar con un 20% mediante una ampliación de capital. El miércoles esta operación se descartó. La segunda carpeta más importante todavía es una incógnita y pasa por resolver la situación de Naturgy, donde Criteria tiene el 26,7% y donde desde hace tiempo el propio Reynés, como presidente ejecutivo de la gasista, está tratando de ver cómo facilita la salida de los fondos CVC y GIP.
Y luego están las demás carpetas, como la de Europastry —donde Criteria había anunciado también un principio de acuerdo para entrar con un 20% mediante una ampliación de capital—. Esta operación está ahora en pausa. Y, según señalan fuentes cercanas, muchas otras están bajo la lupa de Reynés. “Conceptualmente se está revisando todo, pero esto no significa que se esté poniendo todo en duda. Si cumplen los criterios, se tirará adelante”, señalan.
Estos criterios se marcarán la próxima semana con el nuevo plan estratégico de la fundación. Para poder llevar a cabo los objetivos que tiene la fundación de aquí a 2030, Criteria tendrá que dar prioridad a las empresas que le aporten dividendo para nutrir a su accionista. “El fin último de Criteria es dar dividendos a la fundación”, recuerdan fuentes cercanas, que enmarcan la revisión de las carpetas en el inicio de una nueva etapa en la que la actividad del holding se tiene que alinear con la de su accionista.
Sobre la firma
