Telefónica pierde el recurso ante el Supremo de Nueva York para elevar la indemnización de Millicom
La compañía española se jugaba unos 60 millones de dólares en intereses sobre la indemnización por la cancelación de la compraventa de su filial en Costa Rica


Telefónica ha vendido durante este año sus filiales en Colombia y Uruguay al grupo Millicom, con sede en Luxemburgo, pero muy fuerte en Latinoamérica. Mientras ambas compañías hacían negocios, también mantienen un duro enfrentamiento en los tribunales a raíz de una operación frustrada anterior, la venta de la filial de Telefónica en Costa Rica. El último capítulo de ese litigio ha sido la sentencia de un tribunal de la división de apelaciones del Tribunal Supremo de Nueva York ante los recursos presentados por ambas compañías. Telefónica se jugaba unos 60 millones de dólares. El tribunal ha corregido en parte la resolución anterior, pero sigue dejando a la compañía española sin los intereses a los que aspiraba.
Millicom acordó a principios de 2019 comprar a Telefónica su filial en Costa Rica por 621,8 millones de dólares, dentro de una operación más amplia que incluía otras filiales en Centroamérica, con las que el grupo español buscaba reducir deuda y rebajar su exposición a Latinoamérica. Sin embargo, en la primavera de 2020, en plena pandemia, Millicom incumplió el contrato bajo el falso pretexto de que no se había recibido la autorización regulatoria. Telefónica vendió después la filial a Liberty International, una operación que se cerró en agosto de 2021, pero a un precio más bajo.
La compañía española demandó a Millicom en mayo de 2020 ante la justicia de Estados Unidos y el juez encargado del caso le dio la razón en febrero del año pasado con una resolución muy favorable. Borrok dictaminó que la firma de Luxemburgo debía indemnizar a Telefónica por daños de 60,57 millones de dólares por el menor precio obtenido por Telefónica, pero además estableció intereses prejudiciales del 9% no solo sobre esa cifra, sino sobre el total de la operación por el tiempo en que Telefónica no pudo disponer del dinero, lo que en la práctica elevaba la cuantía a más de 150 millones de dólares.
Millicon recurrió y, aunque los jueces confirmaron que debía indemnizar a Telefónica, sentenciaron que los intereses prejudiciales debían calcularse únicamente sobre los 60,57 millones del principal. Fue entonces Telefónica la que impugnó esa decisión, tratando de que se calculasen daños e intereses adicionales.
En su nueva decisión, dictada la semana pasada, el tribunal se reafirma en que el juez “no debería haber concedido intereses previos al fallo sobre el precio total del contrato desde la fecha de cierre hasta la fecha de la operación sustitutiva”. Aun así, anula y corrige la decisión anterior y dice que los intereses no deben calcularse sobre la indemnización, sino tomando como referencia “la diferencia entre el precio acordado de las acciones y el valor razonable de mercado en el momento del incumplimiento”.
Con ello, el proceso se complica. El tribunal devuelve el caso al juez para que determine “la cuantía de los daños, si los hubiera”, sobre los que deben calcularse los intereses desde el momento del incumplimiento, incluido el período hasta la operación de sustitución, esto es, la venta a Liberty.
Salvo que las partes lleguen a un acuerdo y cierren el caso, ahora se abre, pues, un procedimiento para calcular esos daños, pero partiendo de la premisa de que los intereses no deben calcularse en ningún momento sobre el precio total, como quería Telefónica. A falta de ese cálculo de los daños, la decisión supone para la compañía española dejar de cobrar en torno a unos 60 millones de dólares en intereses a los que aspiraba.
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