Merlin Properties ajusta a un tercio la capacidad de su centro de datos de Lisboa por restricciones de Estados Unidos a la importación
Portugal figura en una lista de control de exportaciones tecnológicas de EE UU que limita el acceso de la socimi a componentes clave y frena su expansión en la región


El consejero delegado de Merlin Properties, Ismael Clemente, ha anunciado este miércoles durante la celebración de la junta de accionistas que la compañía reducirá la capacidad inicial de su centro de datos en Lisboa de 108 megavatios (MW) a 36 MW. El ajuste responde a las restricciones impuestas por Estados Unidos a la exportación de componentes tecnológicos avanzados en Portugal, lo que obliga a la socimi a replantear su estrategia en el país y reforzar su apuesta por España.
En concreto, Portugal figura en la lista Tier 2, una normativa adoptada por la administración de Joe Biden en febrero que impone restricciones a la importación de tecnología avanzada. La medida inicialmente aprobada para proteger la seguridad nacional de EE UU y evitar que ciertos componentes puedan destinarse a usos militares, simulaciones nucleares o aplicaciones sensibles, dificulta el acceso de la socimi a componentes clave para sus centros de datos en Portugal y frena sus planes de expansión en el país.
Clemente ha señalado que la administración de Donald Trump aún podría “rectificar la clasificación”, aunque por el momento no lo ha hecho. Ante la proximidad de la fecha de entrada en vigor —el 15 de mayo—, la compañía ha optado por iniciar operaciones en Lisboa con una capacidad reducida, por “prudencia”. Esta “pequeña reducción de la potencia”, que supone operar con solo un tercio de lo inicialmente previsto, se compensará con una ampliación de capacidad en los centros de datos de Madrid, ya que España no figura entre los países afectados por las restricciones (está en la lista Tier1).
“Lo importante es saber que los 200 megas de la fase II no se ven alterados”, aseguró Clemente, en referencia a la fase de expansión del plan de infraestructuras digitales de la compañía, conocido como Plan Mega. La fase I cuenta con 64 megas y la inmobiliaria espera que esté estabilizada desde el punto de vista de inversiones en 2027, con unos ingresos por rentas anuales en torno a los 88 millones de euros y una inversión total estimada de unos 608 millones”, ha detallado el directivo.
Clemente ha destacado que la socimi está construyendo de “forma intensa” el resto de centros de datos. La inmobiliaria cuenta con tres data centers en operación (Bilbao-Arasur, Barcelona-PLZF y Madrid Getafe) con aproximadamente 20 MW cada uno. Además, Merlin Properties ha iniciado la construcción de dos nuevos centros en Bilbao, con una capacidad 48 MW cada uno, dos nuevos centros en Getafe y Tres Cantos, así como proyectos de pipelines en Extremadura.
Por otro lado, el directivo ha subrayado los “magníficos resultados” de la compañía para el primer trimestre del año, aunque ha recalcado que se trata de unas cuentas anteriores al impacto que tendrán los aranceles de Donald Trump en la actividad de la inmobiliaria.
Accionistas y dirección “totalmente alineados”
Por su parte, el presidente de la socimi, José Luis de Mora, ha trasladado que la confianza que tiene en el equipo de gestión de la empresa “es y ha sido máxima”, después de algunas discrepancias que surgieron en el pasado entre el accionista que representa (Banco Santander, con el 22% de las acciones) y la dirección encabezada por Clemente. Esta confianza renovada es lo que ha permitido “el empuje fuerte” que se ha hecho “hacia el negocio de data centers, con el que el consejo, el equipo de gestión, el accionista y este humilde presidente están totalmente alineados”, ha asegurado el presidente.
Con una participación del 80% del capital social, la junta ha aprobado la ratificación del nombramiento del presidente como consejero dominical y la reelección de Juan María Aguirre Gonzalo y María del Pilar Cavero Mestre como consejeros independientes, y a Francisca Ortega Hernández-Agero como consejera dominical, según informaciones recogidas por Europa Press.
En cuanto al dividendo, se ha dado luz verde a una distribución de 0,22 euros por acción con cargo a la reserva de prima de emisión, por un total máximo de 108,8 millones de euros. El último pago se produjo el pasado mes de noviembre, en ese caso de 0,18 euros por acción, por lo que el dividendo total con cargo al ejercicio 2023 (año el que su beneficio operativo fue de 284 millones de euros) ascenderá a 0,40 euros.