Volkswagen quiere volver a la ‘pole position’ en China: tres prototipos y 30 modelos nuevos hasta 2027
El grupo alemán busca remontar en el gigante asiático, su principal mercado, donde sufre la fuerte competencia de las marcas locales


Volkswagen busca la remontada. El gigante alemán ha mostrado al mundo este miércoles, en el marco del Salón del Automóvil de Shanghái, sus ideas para el futuro de la compañía en China con tres prototipos de la rama ID —es el apellido de toda la familia eléctrica de Volkswagen—. Estos son el ID.Aura, el ID.Era y el ID.Evo, que si bien no dejan de ser concepts, muestran las intenciones de la marca alemana de cara a los próximos años. “Son el resultado visible de nuestra estrategia En China, para China. De este modo, hemos realizado todos los preparativos necesarios para seguir en la pole position entre los fabricantes de automóviles extranjeros en China”, ha afirmado Thomas Schäfer, consejero delegado de la marca Volkswagen.
Entre los aspectos a destacar de estos prototipos está la alta autonomía sin necesidad de recarga que se espera del ID.Era: hasta 1.000 kilómetros entre los 300 que ofrece en modo eléctrico y los 700 en combustión, en los que un generador alimentado por combustible carga la batería mientras se conduce. Tanto este vehículo como el ID.Evo son SUVs de gran tamaño, mientras que el ID.Aura es un vehículo de menor tamaño y más barato.
La compañía busca así ser número uno entre los fabricantes extranjeros en China, después de un ejercicio en el que sus ventas en el gigante asiático han caído en más de 300.000 unidades, lo que lastró una cuenta de resultados que cayó un 33%, hasta los 10.721 millones de beneficio. Este agujero en sus ventas se ha debido a la preferencia de los clientes locales por las marcas nacionales, como BYD, SAIC Motor (dueña de MG) o Nio, que adelantan a la firma alemana sobre todo en el ámbito del vehículo eléctrico, un tipo de coche más extendido en China que en Europa. Por ello, la automovilística prevé lanzar 30 nuevos modelos hasta 2030, 20 de ellos considerados de nueva energía, es decir, enchufables. Entre ellos, estarán las versiones de serie de los tres prototipos presentados este miércoles.

La alemana ha señalado en un comunicado que todas las versiones de producción de los prototipos estarán equipadas con sistemas basados en inteligencia artificial para una conducción “altamente automatizada”. La compañía ha prometido que estos coches contarán con un nivel de autonomía 2++ el próximo año, “lo que significa que, en determinadas situaciones, los coches podrán conducir de forma totalmente autónoma”.
“Hemos adoptado la velocidad china con nuestro nuevo centro de desarrollo en Hefei. Nuestro objetivo es desarrollar nuestros modelos en un plazo máximo de 34 meses. Lanzaremos los modelos adecuados a la velocidad adecuada y con los socios adecuados. Los tres vehículos conceptuales satisfacen los diferentes requisitos tecnológicos de los clientes chinos con sistemas de propulsión totalmente eléctricos para los segmentos de gran volumen y la tecnología de extensión de autonomía”, ha indicado Thomas Ulbrich, director general del Centro Tecnológico de Volkswagen China.
Precisamente este aspecto, el de la velocidad para desarrollar nuevos vehículos, ha sido una de las principales ventajas competitivas del automóvil chino, con modelos que se hacen desde cero en periodos muy cortos, de tan solo dos años. Renault, por ejemplo, ha prometido ponerse a esa altura con el futuro Twingo, su eléctrico barato hecho en Europa, que saldrá al mercado el año que viene con un precio en torno a los 20.000 euros sin contar ayudas públicas. Volkswagen, de hecho, mantuvo negociaciones con Renault para tener su propia versión del Twingo, aunque finalmente la compañía alemana decidió ir por libre y desarrollar su propio eléctrico barato para el Viejo Continente. Este se hará en Portugal y se espera para 2027.
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