S&P ve indicios de debilitamiento en el sector aéreo por la guerra comercial de Trump
El crecimiento de la demanda se enfrió en febrero y se teme por los efectos de una recesión en EE UU


La agencia de calificación S&P ha estrechado la vigilancia sobre el sector aéreo ante los primeros signos de pérdida de vigor que llegan desde Estados Unidos, una vez desatada una guerra comercial de dimensión global por parte de la Administración de Donald Trump.
La entidad antepone toda cautela en un informe publicado este miércoles, pero advierte que la demanda de vuelos hacia, desde y dentro de Estados Unidos se está debilitando incluso por encima de lo esperado. Una situación que afectaría a las grandes aerolíneas del país norteamericano y también a grupos europeos como IAG, Lufthansa y Air France. “El aumento de las tensiones políticas y los requisitos fronterizos más estrictos podrían disuadir a las personas de viajar hacia y desde EE UU”, se puede leer en el informe de S&P.
La incertidumbre geopolítica y macroeconómica, así como la volatilidad de los mercados, juega ya en contra de la oferta y demanda de asientos. “Los riesgos a la baja han aumentado sustancialmente para el sector en general, ya que el menor crecimiento económico mundial podría lastrar la confianza de los consumidores y reducir la demanda de vuelos”, se afirma desde S&P. La mayoría de las aerolíneas bajo su supervisión, como emisoras de deuda, “han acumulado un colchón de calificación para soportar cierta presión sobre los beneficios y el flujo de caja este año”. Sin embargo, la agencia no descarta posibles rebajas en la nota de calidad crediticia “para las compañías aéreas con un margen más estrecho”.
El retroceso de la demanda interna en EE UU ha conducido a una reducción de las expectativas de ganancias del sector aéreo en ese país durante el primer trimestre. Según datos de la asociación de aerolíneas IATA, el número de viajeros domésticos fue en febrero un 4,2% inferior al del mismo mes de 2024, mientras que el tráfico internacional se contrajo un 1,5% en Norteamérica. En Europa el crecimiento en el tránsito internacional de viajeros se moderó en febrero, con una subida del 5,7% frente al 8,6% registrado en enero frente a los meses comparables de 2024. Y en el área Asia-Pacífico se pasó de un salto del 22% en el primer mes del año a un aumento del 9,5% en el segundo. S&P hace buenas las interpretaciones que culpan de este enfriamiento a la incertidumbre económica.
En España, Aena ratificó días atrás su previsión de 320 millones de viajeros en su red española de aeropuertos para este 2025, lo que supone perseguir un nuevo récord de tráfico, con un alza del 3,4% sobre el de 2024. Sin embargo, el presidente Maurici Lucena advirtió de que se estrecharía la vigilancia sobre las reservas de capacidad de las aerolíneas ante la tormenta desatada por el desafío arancelario de Trump.
Con el inicio de abril ha arrancado la temporada aérea de verano, clave para los resultados de las compañías, lo que no hace más que elevar la tensión: “Pronto tendremos una visión más clara sobre las reservas cruciales de verano. Sin embargo, dado que varias aerolíneas estadounidenses planean reducir la capacidad previamente planificada, cada vez es más evidente que 2025 será un período de demanda de pasajeros más débil de lo esperado”, aventuran los analistas de S&P.
Entre las aerolíneas que han dado el paso de reducir su capacidad en Norteamérica, Air Canada rebaja en un 10% sus vuelos con EE UU, y Delta va a suprimir los vuelos menos rentables, apuntando a operaciones en horas valle. En Europa, S&P advierte del riesgo de una reducción de la demanda en las rutas trasatlánticas, motor de beneficios de las citadas IAG, Lufthansa y Air France-KLM, aunque se aprecia al cliente premium como resistente a una posible recesión. El análisis de mercado apuesta por una sólida demanda de viajes de ocio dentro de Europa, lo que protege el negocio de referencias del bajo coste como Easyjet y Ryanair.
S&P confía en que los precios de los billetes se mantengan estables, entre un 20% y un 30% por encima de los de 2019, pero advierte de posibles tensiones para las compañías a la vista de que ya hay rebajas en rutas entrantes en EE UU.
Dólar débil
El adelgazamiento del dólar frente a divisas como el euro es otro factor que juega en contra de los viajeros estadounidenses, pero que puede favorecer a los de fuera. En cuanto a las compañías, la mayor parte de ellas con compras en la moneda estadounidense y pueden encontrar cierto alivio en los arrendamientos de aviones o los pedidos de combustible. Otro punto a favor de los márgenes es el de la caída de los costes del combustible, con expectativas de S&P situadas en 65 dólares por barril de Brent y 60 dólares por barril para el crudo West Texas a lo largo de este 2025.
La agencia también señala que la industria aeronáutica está inmersa en un mar de dudas sobre la afectación de los aranceles en la compraventa de aviones. El esperado encarecimiento de los materiales debería tirar al alza de los precios de catálogo de fabricantes como Boeing y Airbus, y generar tensiones en la cadena de suministros. Todo ello derivaría en retrasos en la anunciada renovación de flotas en busca de una mayor eficiencia.
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