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MasOrange retrasa la nueva estructura societaria con Vodafone

La operadora suspende temporalmente la escisión de sus filiales para dar encaje a la ‘fiberco’ y prosigue la búsqueda de un inversor

Meinrad Spenger, consejero delegado de MasOrange.
Ramón Muñoz

MasOrange, la compañía surgida de la fusión de Orange y MásMóvil, ha paralizado el proceso previsto de reordenación societaria con el fin de encajar a la joint venture mayorista de fibra óptica (denominada genéricamente fiberco) que va a constituir con Vodafone, y a la que deben traspasarse tanto activos de red como personal, según ha comunicado la dirección de la operadora al comité de empresa, informaron fuentes sindicales.

La nueva estructura societaria debía estar lista el pasado 1 de abril pero la empresa la ha paralizado temporalmente, sin aclarar las causas de esta suspensión, aunque según fuentes conocedoras de la operación “no se trata de una paralización sino de un retraso, que no se demorará más de dos meses”. De esta forma, también se detiene el proceso por el que parte del personal de MasOrange iba a ser traspasado a la joint venture con Vodafone España, propiedad de Zegona, y a las nuevas sociedades que se van a constituir dentro del nuevo organigrama societario del grupo, según las mismas fuentes.

El proceso de escisión de las compañías afecta a dos entidades iniciales existentes antes de la fusión: Orange España Comunicaciones Fijas (Osfi), procedente de Orange, y MásMóvil Broadband, heredada de MásMóvil. En el caso de Osfi, se dividirá en dos entidades, una denominada Netco FTTH SL, que será la que se aportará al proyecto con Vodafone, y la denominada MasBusiness Infraestructures, que permanecerá en el perímetro de MasOrange. Por su parte, MásMóvil Broadband, se escindirá también en dos sociedades: Fibreco FTTH, que se integrará en la joint venture con Vodafone; y MasBusiness FTTH, que mantendrá sus activos y plantilla en MasOrange.

Valoraciones a la baja

MasOrange y Vodafone España formalizaron a comienzos de enero pasado la creación de una sociedad conjunta para compartir y monetizar la red de fibra óptica de ambas operadoras que cubrirá 12,2 millones de instalaciones (hogares y empresas) en toda España. La joint venture está participada en un 50% por MasOrange y en otro 50% por Vodafone, aunque se ha iniciado el proceso para incorporar un inversor externo que asuma una participación del 40% procedente de Vodafone. La gestora de capital riesgo KKR, el fondo soberano de Singapur GIC y la canadiense Brookfield figuran junto a otros fondos entre los posibles interesados.

Fuentes de la empresa señalaron que el retraso en la escisión de las filiales no afecta al proceso de búsqueda de ese socio inversor para la fiberco, “que sigue adelante según el calendario previsto”, que prevé cerrar la operación a finales del primer semestre. No obstante, otras fuentes apuntan a que ese proceso se está viendo lastrado porque los potenciales inversores encuentran cada vez menos atractivo el proyecto dada la escasa capacidad de crecimiento de MasOrange y de Vodafone en el segmento de la fibra, puesto que la fiberco operará exclusivamente para los clientes de ambas compañías, al no estar abierta al alquiler a terceros.

Las perspectivas futuras no son muy halagüeñas porque los competidores, en especial la rumana Digi, le está quitando miles de líneas a MasOrange y a Vodafone mes a mes por el procedimiento de la portabilidad. Solo en el primer trimestre de este año, Digi ganó 50.000 líneas de banda ancha netas por esta vía mientras que MasOrange se dejó cerca de 40.000, siendo el operador que más clientes de fibra pierde por portabilidad, y Vodafone cedió en torno a las 3.500. Una realidad que conocen los fondos y que está también jugando en contra de la puja por entrar en la fiberco. Desde la empresa se lanza el mensaje de que su objetivo ahora son los “clientes de valor” y que las líneas que ceden por portabilidad las ganan con creces con las altas de los nuevos hogares y negocios como sucedió en 2024, con 168.000 clientes de fibra incorporados.

La prueba de esas dificultades para captar un socio es el baile en las valoraciones. Las estimaciones iniciales pasaban por una tasación para toda la fiberco en una horquilla entre los 9.000 y los 10.000 millones de euros, de modo que el inversor que entre en el capital inyectaría unos 4.000 millones de euros. Pero esa valoración está muy lejos por ahora de las ofertas adelantadas por los posibles interesados, que estarían en la horquilla de los 6.000 a los 7.000 millones, según las citadas fuentes.

Unas difcultades que también afectan a Fiberpass, la sociedad conjunta de fibra entre Telefónica y Vodafone, que ha visto como muchos de los potenciales interesados se retiraban de la puja, quedando Vauban Infraestructure Partners, un fondo de inversión del grupo francés Natixis, como máximo favorito a entrar en el capital. Un reciente análisis de La Caixa otorgaba una valoración de 7.000 millones a la sociedad entre MasOrange y Vodafone, y de 1.700 millones a Fiberpass.

En el caso de MasOrange, los fondos juegan además con la baza de la premura que les urge tanto a MasOrange como a Vodafone por cerrar cuanto antes la operación para poder hacer caja y reducir la ingente deuda que acumulan ambas empresas (MasOrange debe más de 12.000 millones tras la fusión, y Zegona cerca de 3.400 millones por la compra de Vodafone España). Con el añadido de que los antiguos propietarios de MásMóvil, en su mayoría fondos e inversión (KKR, Cinven y Providence), ya han avisado a sus socios de Orange que van activar una oferta pública de venta (OPV) que, aunque no llegue nunca a materializarse, les permitirá valorar su participación para que el grupo francés se la compre directamente con importantes plusvalías, tal y como consta en los acuerdos de fusión.

No obstante, la condición a la que está supeditada esa OPV es que el ratio de deuda neta respecto al ebitda sea inferior a 3,5. Actualmente, ese ratio se sitúa en 4,5 y la única forma de reducirlo, dado el escaso crecimiento orgánico de la compañía por el estancamiento de los ingresos desde que se constituyó tras la fusión, es una inyección de dinero procedente de un inversor externo en la fiberco.



Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.
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