El nuevo dueño de Bonaire enfila el salto al mercado continuo tras alcanzar 1.700 millones de valor de sus activos
Castellana Properties cumple todos los requisitos para pasar desde BME Growth al principal mercado tras adquirir seis centros comerciales desde octubre. Pero esperará al momento bursátil apropiado


La inmobiliaria Castellana Properties ha engordado rápidamente desde octubre mediante seis adquisiciones de centros comerciales, lo que ha aportado el tamaño suficiente a la firma para cumplir su objetivo original de dar el salto al mercado continuo desde BME Growth. “Castellana está preparada en todos los sentidos para saltar al continuo en cuanto a todas sus obligaciones”, afirma Alfonso Brunet, consejero delegado de la empresa en una conversación con este medio. También avanza que mirará oportunidades en el sur de Europa para ir más allá de España y Portugal.
Brunet reconoce que ahora lo único que falta es esperar el momento adecuado para saltar al continuo, algo que actualmente no ve posible debido a la tormenta bursátil global generada por Donald Trump, presidente de EEUU, por su guerra arancelaria. El responsable de la inmobiliaria señala que la intención del accionista sudafricano Vukile, que controla el 99% de la compañía, es aprovechar la incorporación al mercado principal de la Bolsa española para lanzar una ampliación de capital. “El salto vendrá en el momento en el que los mercados mejoren lo suficiente como para hacer una IPO [oferta pública] y poder levantar capital para hacer otro salto transformativo”, asegura Brunet, quien asevera que la sociedad no tiene prisa por pasar a esta siguiente etapa.
En los últimos seis meses, la compañía ha invertido casi 600 millones en adquirir seis centros comerciales, cinco en Portugal, además de Bonaire en Valencia, por el que desembolsó el mes pasado 305 millones a Unibail-Rodamco-Westifield. Tras estas compras, Brunet estima que el valor bruto de su cartera de propiedades superará los 1.700 millones, un cálculo que debe confirmarse cuando se conozca en junio la última tasación realizada.
Castellana es una socimi (sociedad cotizada de inversión en el mercado inmobiliario) creada en 2018 por Vukile y especializada en la propiedad de centros comerciales. Su cartera suma ya 21 de estos activos. Su última compra, cerrada la pasada semana, fue la de Forum Madeira por 63,2 millones, un complejo que Brunet describe como el dominante de Funchal y que se beneficia también de los 2,5 millones de turistas que recibe la isla.
El impulso comprador de los últimos meses ha estado propulsado por el capital recibido tras vender su participación en la rival Lar España, opada por Hines y Grupo Lar, lo que le reportó 200 millones, de los que 82 millones fueron beneficios gracias al recorrido bursátil alcista de su competidora. De esas ganancias, alrededor de 40 millones, explica el consejero delegado, irán a un dividendo extraordinario. Junto a los recursos obtenidos por la venta en la opa, Castellana ha recibido capital de Vukile y ha logrado deuda bancaria para abordar las adquisiciones. “Es muy sorprendente el apetito de los bancos por financiar la compra de centros comerciales”, revela Brunet, después de años de escaso interés de las entidades financieras por un tipo de inmuebles que habían sido golpeados por la pandemia de Covid-19 y el auge del comercio electrónico.

El directivo de Castellana explica que, precisamente, la empresa pone su diana en el sur de Europa ya que la recuperación de afluencias y ventas en los centros comerciales ha sido mucho mejor gracias al carácter más social de sus habitantes para salir a hacer compras, frente a Reino Unido y el norte del Viejo Continente. En el caso de Portugal, añade que estas instalaciones funcionan muy bien y aportan rentabilidades atractivas, por encima del 8%.
En el caso de Bonaire, esa yield (rentabilidad en función del dividendo) al pagar 305 millones -una de las mayores operaciones entre estos activos en los últimos años- ha sido del 7,2%, lo que para Brunet conlleva haber realizado “una muy buena compra”, porque en otros momentos este tipo de grandes centros comerciales costaban bastante más. Castellana cerró el mes pasado esta transacción de Valencia, aunque llevaba desde octubre con la intención de adquirir Bonaire. Pero la dana del 29-O afectó gravemente a sus tiendas. Así que, una vez renovados los locales, la socimi selló la adquisición y negoció una garantía con Unibail, que establece unos pagos al comprador si no se cumple el ritmo de recuperación de las ventas tras la riada que afectó a esta infraestructura de Aldaia y a muchos de los pueblos aledaños.
Tras este periodo ambicioso de adquisiciones, el consejero delegado reconoce que la socimi entra en un periodo de digestión, de inversión en los propios centros para lograr mejoras. Aún así, avanza que la inmobiliaria sigue en modo comprador, pero ahora solo en una posición oportunista, por si aparece algún activo a la venta que ofrezca una buena rentabilidad.
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