Puig ganó 531 millones en 2024, un 14% más, y se prepara para los aranceles de Trump
El grupo de perfumería cosechó unas ventas de 4.790 millones de euros, un 11,3% más, en su primer año como empresa cotizada. EE UU es su principal mercado por ingresos


El grupo de cosmética, moda y belleza Puig obtuvo en 2024 un beneficio de 530,6 millones de euros, un 14% más que el año anterior, completando así un año crucial en el que la compañía familiar, con sede en Barcelona, cumplió los 110 años desde su fundación y dio el paso de salir a Bolsa en mayo pasado. Así, la empresa ha presentado este jueves sus primeros resultados anuales como empresa cotizada —aunque a finales de enero ya comunicó al mercado la cifra de ventas del año pasado, de 4.790 millones de euros (un 11,3% más que el año anterior) pero sin la cuenta de resultados completa—, que muestran un desarrollo del negocio por encima de las previsiones que hizo la compañía cuando saltó al parqué.
Con estos resultados de récord, Puig tiene músculo para enfrentar los aranceles para los productos europeos, del 25%, anunciados anoche por Donald Trump, presidente de Estados Unidos, el principal mercado de la compañía. “Hay mucha incertidumbre”, ha apuntado el presidente y consejero delegado, Marc Puig, en una llamada con medios de comunicación, en la que ha admitido que esperaban aranceles por debajo de lo anunciado por Trump este miércoles.
La compañía tiene varias fórmulas para evitar un gran impacto de la política arancelaria de Trump, pero Puig ha explicado que todavía no se han planteado nada concreto. Una sería enviar existencias para anticiparse, aunque esto solo daría una ventaja de un mes, según ha explicado Puig, quien ha señalado que una parte de los aranceles se podría trasladar al precio, aunque la intención de la empresa es que este suba con la inflación “y no mucho más”. El máximo ejecutivo ha alejado la posibilidad de llevar a cabo una inversión industrial en Estados Unidos para producir ahí y esquivar los aranceles, ya que en el área de fragancias, la más grande del grupo, “tiene más ventajas concentrar la producción en una sola planta a nivel mundial”. “En otras categorías, en las que sí trabajamos con terceros, puede haber más flexibilidad, pero hoy en día no lo estamos planteando”, ha dicho Puig, quien no ha concretado qué peso tiene Estados Unidos en las ventas del grupo.
En la llamada con los medios de comunicación —que ha sustituido a la tradicional rueda de prensa en la sede corporativa que solía dar Puig para presentar sus resultados antes de su salida a Bolsa— el primer ejecutivo de la compañía ha destacado que el grupo ha logrado crecer incluso por encima de lo prometido a los inversores. Pese a ello, en este primer ejercicio como cotizada, la evolución de la acción de Puig ha sufrido la exigencia del escrutinio de los mercados: este miércoles ha cerrado en los 19,10 euros por título, un precio que es un 22% inferior al de la salida a Bolsa. “Es verdad que desde el momento de la salida a Bolsa la acción ha experimentado una bajada, pero nosotros todos los compromisos que adquirimos en el momento de salida a bolsa los hemos más que cumplido. Por lo tanto, sentimos que hemos hecho nuestro trabajo”, ha dicho Puig, quien ha recordado que el sector en general ha experimentado un decrecimiento del que la compañía catalana “no es inmune”. “Esperamos que si seguimos dando resultados por encima del sector los inversores recojan este buen hacer”, ha añadido.
Más beneficios
En el comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía resalta el importante incremento del beneficio “a pesar del impacto de partidas extraordinarias relacionadas con la salida a Bolsa”. Sin este impacto, el beneficio neto ajustado es de 551 millones de euros (un 15,5% más). El coste extraordinario más importante fue el premio por la salida a Bolsa para todos los empleados de Puig, que tuvo un coste de 91 millones de euros, según ha detallado Puig.
En base al resultado neto reportado de 2024, el Consejo de Administración propondrá a la Junta de Accionistas el reparto de un dividendo de 212 millones de euros, que pagará este año, y Puig mantiene su intención de seguir repartiendo un dividendo que sea de alrededor del 40% del beneficio neto reportado.
Los resultados muestran crecimiento en la mayoría de indicadores. El margen bruto de explotación creció un 11,3%, y resultado bruto de explotación (ebitda) fue de 969 millones de euros, un 12,3% más que el año anterior, y la deuda neta se redujo en 442 millones, hasta los 1.068 millones de euros, lo que implica que la ratio de deuda sea de 1,1 veces el ebitda, por debajo del umbral que el grupo estableció para el medio plazo. El flujo de caja libre operativo mejora también, hasta los 635 millones de euros, frente a los 385 millones del año pasado, “impulsado por la mejora del capital circulante y una reducción notable del inventario”, señala el comunicado.
Estos resultados se apoyan en unos ingresos que vienen sobre todo del área de las fragancias y la moda, donde Puig alcanzó una cuota de mercado del 11,5%. Este área aportó el 73% de las ventas del grupo y creció un 13,6%. En cambio, la facturación en el área de maquillaje (que representa el 16% de las ventas) se redujo un 1,3%, en un año marcado por el comportamiento plano de las ventas de Charlotte Tilbury, la principal enseña de maquillaje propiedad de Puig, de la que además tuvieron que retirarse varios lotes de esta marca del mercado. La tercera línea de negocio, la del cuidado de la piel, aportó el 11% de las ventas y creció un 7,4%.
Además de la salida a Bolsa, en la que la compañía captó 2.700 millones de euros al mismo tiempo que la familia retuvo el control de la sociedad —gracias a la división de acciones, la familia conserva el 71,7% de los derechos económicos de la sociedad y el 92,5% de sus derechos de voto— el año pasado Puig también protagonizó otros hitos: la adquisición de una participación mayoritaria en Dr. Barbara Sturm (una marca de productos para el cuidado de la piel), la adquisición de lo que quedaba de Byredo, la marca de la que Puig ya controla el 100%, o el refuerzo en su participación en Charlotte Tilbury, marca de la que ya controla el 78,5% y que prevé adquirir completamente de forma progresiva hasta 2031.
En el futuro, la compañía, que está presente con sus oficinas en 32 países y vende a 150, espera que este año 2025 el mercado se ralentice, especialmente el del maquillaje y el del cuidado de la piel, aunque prevé que su negocio siga creciendo en ingresos entre un 6% y un 8%. Sobre posibles nuevas adquisiciones de compañías, Puig ha explicado que el crecimiento inorgánico forma parte de la estrategia de la compañía, pero ha recordado que no puede hacer una previsión, ya que dependerá de la oportunidad de negocio que encuentren.
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