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La banca suma 14.000 millones de exceso de capital para impulsar el crecimiento y retribuir a sus accionistas

El Santander, el BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja sitúan sus niveles un 37% por encima de los niveles base prefijados

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín.
Álvaro Bayón

La banca sacará este año un potente bazuka. Se trata del exceso de capital, por importe de 14.000 millones, que las entidades han ido atesorando durante los últimos años de beneficios récord. La cifra es un 37% superior a la que sumaban las seis principales entidades (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja) el año pasado, pero la novedad es que, a nivel general, las entidades han dado cuenta en las última ronda de presentación de resultados anuales de cómo utilizarán ese dinero. Su destino será desde operaciones corporativas, como la opa lanzada por el BBVA sobre el Banco Sabadell, hasta contundentes regalos a los accionistas en forma de dividendos y recompras de acciones.

Quizás la noticia que tuvo una mayor repercusión en el mercado fue la del Banco Santander. La entidad que preside Ana Botín anunció que prevé repartir a sus accionistas 10.000 millones de euros a través de recompras de acciones, una cifra que suma tanto las recompras ordinarias (procedentes del reparto del 60% del beneficio neto), como todo lo que supere la ratio CET 1 fully loaded (la que mide el capital de máxima calidad) del 12%. El banco cerró el ejercicio de 2024 en el 12,8%. Por el momento, ya ha anunciado una recompra de 1.587 millones, que se sumarán al pago de un dividendo complementario.

El Banco Sabadell ha optado por una decisión similar, la de devolver todo el capital que supere el 13% de CET1 con una gran recompra de acciones, de 1.002 millones de euros, que incorpora también una recompra del año pasado paralizada. El contexto, sin embargo, es bien distinto. El banco catalán lo utiliza como una herramienta defensiva, como un modo de intentar convencer a los accionistas de que el banco tiene un mayor valor en solitario que unido al BBVA. Desde que la entidad que preside Carlos Torres le propuso por segunda vez una fusión, que ha trocado en una opa hostil, la retribución a los accionistas ha sido la gran arma que ha esgrimido el Sabadell. Primero prometió pagarles con 2.600 millones, para después elevar la cifra a 2.900 millones y finalmente, este mismo mes, a 3.300 millones.

También Unicaja, que presentó su plan estratégico a cumplir antes de 2027, dio detalles de cómo utilizará su elevado exceso de capital, dado que su ratio CET1 fully loaded cerró el año pasado en el 15,1%. Además de elevar el pay out (el ratio de beneficio que se utiliza para pagar a los accionistas) al 60%, sumará el 25% del capital generado durante estos años.

El BBVA, por el contrario, ha puesto el foco más bien en el crecimiento —fundamentalmente, inorgánico—, como demuestra la opa lanzada sobre el Banco Sabadell. El banco cerró el ejercicio pasado con un exceso de capital de 4.200 millones, tal y como explicó en la conferencia de analistas, dado que su CET 1 está en el 12,88% y se ha fijado una horquilla de entre el 11,5% y el 12%. El banco reserva buena parte de este colchón para digerir la absorción del Sabadell, lo que prevé le cueste 40 puntos básicos. En el caso de que finalmente opte por mejorar la puja ofertada al banco catalán (a razón de una acción del BBVA y 0,29 céntimos por cada 5,019 acciones del Sabadell), como prevé el mercado, deberá echar mano de este capital extra para evitar una ampliación.

También CaixaBank opta por priorizar el crecimiento frente a pagar a sus accionistas. Así lo explicó su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, en la presentación del plan estratégico, cuando justificó que el banco no determinase un montante que espera retribuir a los accionistas en los próximos tres años. “En una situación donde nuestra rentabilidad ya está por encima del coste de capital y la cotización está por encima del valor contable, es más rentable para nosotros crecer que repartir dividendos. El foco no es cumplir con un determinado objetivo de dividendo, sino crecer”, explicó.

Estas posiciones son, sin embargo, bien porosas. Ningún banco quiere mandar el mensaje a sus accionistas que olvidará el pago de dividendos ni el crecimiento en los próximos años. Así, la presidenta del Santander, Ana Botín, explicó en la presentación de resultados el esquema de uso del capital que plantea el banco. En primer lugar, lo dedicarán al crecimiento orgánico, después a las distribuciones de dividendos y recompras y finalmente al inorgánico, para terminar añadiendo esas distribuciones del excedente de capital. El BBVA, por ejemplo, aunque ahora esté centrado en la opa del Sabadell ha sido en los últimos años muy generoso con sus accionistas en el reparto del exceso de capital. Acaba de aprobar una recompra de acciones de 993 millones, con cargo a los resultados del año pasado.

Sobre la firma

Álvaro Bayón
Redactor de la sección de empresas especializado en operaciones corporativas, banca de inversión y capital riesgo. Graduado en Estudios Hispánicos por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Periodismo UAM-El País, ha desarrollado toda su carrera en Cinco Días, donde trabaja desde 2016.
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