Air Europa lanza su ampliación de capital y explorará en 2025 una operación corporativa
La inyección de 65 millones por parte de Globalia garantiza el equilibrio patrimonial a la espera de que IAG decida si acude con su 20%
El futuro a corto plazo de Air Europa pasa por la ampliación de capital que salió de su junta de accionistas el miércoles. Pero a varios meses vista se piensa ya en una posible operación corporativa que comenzará a analizarse a partir de enero. La inyección para antes de que concluya el año será de 81 millones y el accionista de control, Globalia, la cubrirá con su 80%, lo que resulta la aportación de 65 millones de euros. El otro partícipe, el grupo IAG, tiene por decidir qué hará con su 20% en la aerolínea rival.
La dirección de Air Europa ha trasladado a la propietaria de Iberia la petición de 16 millones. De no acudir a la ampliación, el holding que lidera Luis Gallego se diluiría en Air Europa hasta el 17%. Una vez frustrado el intento de compra de la compañía área de la familia Hidalgo, IAG sigue considerando su paquete como una participación financiera. Y del mismo modo se tratará una posible aportación.
La decisión en manos de IAG no es sencilla. Por una parte, se trata de reforzar al eterno rival de Iberia en el el aeropuerto de Madrid-Barajas y en el corredor del Atlántico-Sur, pero, por otra, IAG protegería su inversión de 100 millones para hacerse con el 20% en el marco del intento de integración que terminó en vía muerta. Air Europa busca reequilibrar su patrimonio a la vista del vencimiento, a final de año, de la prórroga en la moratoria contable otorgada por el Gobierno (Real Decreto-ley 20/2022, de 27 de diciembre). Con ella se dio margen a las empresas para restablecer sus patrimonios tras los golpes de la pandemia y la invasión rusa de Ucrania.
En un primer Real Decreto-ley, 16/2020, de 28 de abril, fue acordada la referida medida para excluir las pérdidas del ejercicio 2020 a los efectos de la determinación de causas de disolución de sociedades de capital. Con ello se evitó una avalancha de quiebras de empresas viables antes de la crisis sanitaria. Este tratamiento excepcional se amplió a los resultados empresariales de 2021, con lo que quedaban sin computar los números rojos de 2020 y 2021 durante los tres ejercicios contables posteriores a efectos de la causa legal de disolución. Air Europa no va a esperar a que el Gobierno dé por zanjada o amplíe la moratoria y ejecutará su recapitalización en diciembre. En el entorno de la empresa se da por descontado que los 65 millones de Globalia serán suficientes para reequilibrar el patrimonio, independientemente de lo que haga IAG.
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Una vez cerrado este capítulo, en Air Europa se va a abrir la ventanilla a fondos y actores industriales que están preguntando por las intenciones de los Hidalgo. Fuentes conocedoras de los contactos aseguran que a partir de enero se explorará la intención real de estos inversores. Antes de que Globalia firmara el acuerdo de venta de su aerolínea a IAG, en octubre de 2019, la empresa tuvo propuestas de adquisición por parte de los otros dos grandes grupos europeos del sector: Lufthansa y Air France KLM.
La primera de ellas está inmersa en el proceso de compra de la italiana ITA, mientras que Air France-KLM ha apostado por la escandinava SAS. Una integración transfronteriza sería mejor vista por las autoridades comunitarias de Competencia que el intento de Iberia. El hecho de que los dos grupos estén inmersos en otros movimientos corporativos y de que sus cuentas de resultados pasen por horas bajas, puede abrir oportunidades a fondos con presencia en el transporte aéreo, como Norges, Blackrock, Vanguard y Capital. Con todo, la opción con más ventajas desde el punto de vista operativo y comercial es la de la integración en un gran grupo.
Los gestores de Air Europa tienen margen para tomar decisiones antes del vencimiento de su mayor paquete de deuda, el de dinero público concedido por el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE), gestionado por la SEPI. La devolución de los 475 millones (235 millones en crédito ordinario y 240 millones de préstamo participativo) debe producirse en noviembre de 2026, momento hasta el que la SEPI estará en los órganos de decisión y contará con la figura del consejero delegado. De haberse hecho con Air Europa, IAG planeaba amortizar de forma prácticamente inmediata esa deuda.
Ahora se dan otros escenarios. El retraso en la llegada de nueva flota por los problemas que atraviesa Boeing lastra el desarrollo del plan de negocio 2024-2026 pactado con la SEPI. La aerolínea culminó 2023 con cifras históricas (165 millones de beneficio neto), que podrían superarse al cierre de 2024. Y 2025 se augura como buen año para el transporte aéreo. Pero la evolución de la española podría ser aún más rápida de contar con los cinco B787-9 Dreamliner y diez B737 MAX encargados al fabricante estadounidense. Con más capacidad podría llegar holgada a devolver el rescate. En esta situación, ganan enteros la entrada de un accionista de perfil financiero, la integración en un grupo de aerolíneas o, como alternativa en solitario, la búsqueda de crédito bancario para cubrir una parte de lo que se debe al Estado.