Puente tilda de “muy arriesgada” la compra a Talgo en 2016 y alerta de las pérdidas en toda la alta velocidad
El ministro admite que “Talgo se ha puesto las pilas” tras el incidente de hace una semana
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha analizado el incidente en la estación de tren de Chamartín en Madrid que colapsó la red durante toda la tarde noche del pasado lunes y por la que la oposición le pide explicaciones ante el Congreso. En una entrevista con Radio Nacional de España, Óscar Puente ha alertado sobre la viabilidad del ecosistema de alta velocidad ferroviaria en España y ha calificado los hechos de la semana pasada de inaceptables. A cambio, ha pedido disculpas por los inconvenientes, si bien ha desgranado la serie de circunstancias que llevaron al bloqueo ferroviario y ha vuelto a centrar la principal responsabilidad en Talgo, la empresa constructora del S106, el modelo que acumula casi medio millar de fallos en su funcionamiento desde su recepción en primavera. “Fue una decisión muy arriesgada”, ha lamentado en referencia al concurso celebrado en 2016 por el que Renfe adjudicó a Talgo la construcción y mantenimiento de 30 trenes de alta velocidad por unos 1.500 millones, un precio hasta un 43% por debajo del precio de licitación.
Óscar Puente, que ha recordado que entonces gobernaba el Partido Popular, ha incidido en que “se hizo la compra de 30 trenes que no existían”, “que eran prototipos” y se ha ocho años después “y están dando problemas”. No obstante, no ha querido ir más allá y, por otra parte, ha admitido que “Talgo se ha puesto las pilas” desde hace una semana y ha designado un técnico a cada convoy. Esto ha derivado en que en esta última semana no se ha producido ninguna incidencia de importancia y, desde luego, ninguna al nivel de la sufrida en Chamartín.
El ministro de Transportes ha querido defender su gestión actual y ha ironizado sobre cómo le ve la oposición: “Yo soy el ministro que para los trenes”. Frente a ello, ha subrayado que la estación de Chamartín pasará de tener una superficie en el vestíbulo de 9.000 metros cuadrados a 18.000. Aunque eso no llegará hasta entrado el otoño y, hasta entonces, hay que gestionar una situación en la que el número de viajeros que pasa por la estación al norte de Madrid se ha triplicado respecto a las cifras que ya eran récord en 2019.
Desde entonces, Puente ha resaltado la inversión desplegada por el Gobierno de coalición y tampoco ha hecho demasiada sangre de que entre 2009 y 2019 apenas se invirtiera en infraestructuras: “No creo que no se invirtiera por gusto. A ese gobierno le habría gustado tener más recursos”, pero se atravesaba una crisis económica. A cambio, el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez ha replicado con “récord año tras año en inversión en infraestructura viaria”, en una serie de actuaciones que se han concentrado en mejorar la red existente, con lo que eso conlleva de impacto sobre la actividad normal en las vías. “No es lo mismo hacer una vía nueva que trabajar sobre las catenarias o las existentes”, ha explicado.
Como tampoco es comparable el uso actual de la red ferroviaria. Cuestionado por la modificación de la política de indemnizaciones por retrasos (cuyos tiempos se han elevado considerablemente este verano), Puente ha recordado que en 2023 se pagaron 42 millones por este concepto y había que detener esa sangría. En particular, porque desde 1992, cuando solo había seis viajes al día entre Madrid y Sevilla, no se había cambiado un programa de devoluciones que ahora se gestiona para 100.000 usuarios al día. No haberlo ampliado habría sido “un suicidio económico”, ha alertado.
Como añadido, ahora no solo existe Renfe sino dos empresas más (la francesa Ouigo y la italiana Iryo) compartiendo infraestructuras. Y también pérdidas. El ministro de Transportes cifra en 230 millones los números rojos conjuntos de las tres rivales y ha decretado que “el ecosistema ferroviario de alta velocidad español es un sistema que da pérdidas” y “mantenerlo es un suicidio económico” en estas circunstancias. Óscar Puente, que defiende la gestión de Renfe por encima de todo como empresa pública que es, ha lamentado más de una vez el modelo de pérdidas cuantiosas de Ouigo en su entrada en el mercado nacional.
Explicaciones parlamentarias
Sobre las consecuencias políticas, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenibleha replicado que está “deseando” comparecer para explicar con “calma” en sede parlamentaria las incidencias que están afectando a los servicios ferroviarios españoles, entre otras cuestiones.
“Creo que las comparecencias parlamentarias siempre son una buena ocasión para explicarse con calma y aportar información y datos”, ha defendido Puente, quien ha asegurado que lo que busca es “sacar al país de esa constante hipérbole, de esa falta de rigor con la que la derecha analiza las cosas”.
Sin embargo, el titular de Transportes ha reconocido que España está atravesando un verano “muy complicado” desde el punto de vista de la operativa ferroviaria, ante lo que ha avanzado que “las cosas tienen explicación”. “Creo que es importante que tengamos oportunidad de hacerla en sede parlamentaria con la calma que ello requiere”, ha avanzado, según recoge Europa Press.
Puente ha cifrado en más de 500 las incidencias que se han producido desde finales de mayo en la red ferroviaria española y ha explicado que el Gobierno necesita “algo de tiempo” para explicar la situación. Particularmente, se ha referido al ecosistema ferroviario madrileño, “que de alguna manera es el faro o el termómetro de cómo van las cosas” en términos nacionales.
A pesar de “estar avanzando”, Puente ha señalado que hay que ser conscientes de que actualmente España vive “un momento de transformación y de mucha obra”, que va a ocasionar molestias.
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