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Aena llama a eléctricas y financieras para blindarse frente a futuras subidas de la luz

La empresa pública pone a competir a Iberdrola, Repsol, Acciona, Engie y Santander, entre otras, por un contrato ‘PPA’ a diez años que cubra el 19% de su consumo eléctrico a precio variable

Javier F. Magariño
Viajeros en el área de facturación de la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas.
Viajeros en el área de facturación de la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas.MARISCAL (EFE)

Paso adelante de Aena para embridar los costes energéticos. Varias eléctricas y entidades financieras van a competir por asegurar parte de la luz que precisan los aeropuertos a un precio estable y durante diez años (de 2026 a 2035). El gestor aeroportuario firmará su primer contrato financiero de suministro energía renovable (PPA) con la ganadora de un concurso al que ha invitado a Iberdrola, Repsol, Acciona, Engie, Santander, el gigante europeo de las renovables Statkraft, el banco de inversión Kenta Kapital y a la firma suiza de renovables Axpo, especializada en el trading y comercialización de energía solar y eólica. Otra candidata, apuntan fuentes conocedoras del proceso, podría ser Naturgy.

El plan ha obtenido luz verde del consejo de administración que preside Maurici Lucena, en el que se ha abogado por una modalidad, el PPA financiero, no sujeta a la Ley de Contratos del Sector Público, lo que permite ir más allá de los cinco años de plazo habitual en la contratación de Aena. La dirección se ha decantado por un periodo de diez años por la mayor liquidez del PPA y sus mejores precios.

El volumen de energía previsto es de 175 GWh (gigavatios hora) anuales, lo que supone alrededor del 19% del consumo estimado en la red de aeropuertos. El gasto total ronda los 950 gigavatios-hora por ejercicio, el equivalente a las necesidades de unos 295.000 hogares.

La intención de Aena es adjudicar el contrato a la oferta más económica, dejando la puerta abierta a una subasta. Con un consumo constante durante las 24 horas del día, se trata de diversificar más allá de la producción de las plantas solares que están siendo instaladas en los aeropuertos, con lo que Aena se anticipa al riesgo de un incremento de precios como el que se produjo con la invasión rusa de Ucrania.

La evaluación de las ofertas se llevará a cabo durante la primera quincena de septiembre y la elección de la mejor se produciría ese mismo mes. La firma del contrato se irá a la segunda semana de noviembre.

El PPA complementará al contrato con Endesa e Iberdrola que entró en vigor en enero, hasta 2028, por el que Aena se garantiza el 36% de su consumo a un precio fijo; otro 34% tiene un precio variable, y el 30% restante debería cubrirse a partir de 2026 con el autoconsumo. La previsión es que en dos años estén operativas las plantas solares de Madrid (120 MW de potencia nominal), Barcelona (12 MW) y Reus (12,5 MW).

La firma de este tipo de contrato financiero para controlar parte del 34% de la energía a precio variable, es una vía extraordinaria mientras se avanza con el programa de instalación de placas solares, en el que Aena invertirá 350 millones para alcanzar una producción de 950 GWh/año en 14 aeropuertos. Con ello cubrirá el 100% de las necesidades en toda la red.

Lección aprendida

El coste eléctrico se convirtió en el mayor de los problemas para Aena una vez superada la pandemia, en un contexto de inflación desbocada. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) recomendó a la empresa pública la contratación de coberturas para limitar la volatilidad de una factura que acaba engrosando las tarifas aéreas. La regulación permite la actualización del coste unitario de la energía teniendo en cuenta la variación del índice de precios industriales IPRI que publica el INE.

En este marco, Aena sufrió un severo impacto en las tarifas de 2023, cuando pidió a la CNMC la aplicación excepcional de la tasa de variación real del coste eléctrico, ante la crisis energética originada por la invasión de Ucrania. El regulador negó esa posibilidad al no estar prevista en la ley 18/2014, que regula la relación entre aerolíneas y gestor aeroportuario, una actualización basada en el índice de precios Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE), al que Aena tiene indexado su contrato de suministro eléctrico. La citada Ley introduce el índice P de actualización de costes fuera del control de Aena para la formación de las tarifas, pero en el caso de la energía se produce con años de retardo.

Aena pudo incluir en 2023 la escalada de la energía que reconocía el índice IPRI entre 2020 y 2021, de solo el 19,2%, mientras que su coste eléctrico se había disparado en realidad un 135%. No ha sido hasta la fijación del marco tarifario de 2024 cuando se ha recogido ese sobrecoste, que dio lugar a un alza del 4,09% en los precios que pagan las aerolíneas. Contra ello lucha la asociación Iata en el Tribunal Supremo, donde reclama 1.000 millones a Aena.

La CNMC afirmó durante la negociación de las tarifas de 2023 que Aena podía haberse anticipado a la crisis energética contratando una cobertura de riesgo por la variación de costes. “Este tipo de decisiones [por la contratación de coberturas] son, de hecho, las que pretende el legislador que Aena se plantee y adopte, en su caso, comportándose de la manera más eficiente posible, sin esperar que la normativa le cubra de toda eventualidad y todo riesgo”, sostuvo el órgano que preside Cani Fernández.

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Sobre la firma

Javier F. Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.
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