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La Audiencia Nacional obliga a Iberdrola a subir un 10% el sueldo a 1.500 empleados por discriminación salarial

La Sala de lo Social da por acreditado que existe una doble escala salarial en relación con los trabajadores que fueron contratados a partir de 2021

Vista de la Torre Iberdrola, en Bilbao.
Vista de la Torre Iberdrola, en Bilbao.SOPA Images/LightRocket

Iberdrola tendrá que subir un 10% el salario de 1.500 trabajadores por discriminación salarial. La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional ha dado por acreditado la existencia de la doble escala salarial en la compañía que perjudica tanto a los empleados contratados a partir de 2021 como a las futuras incorporaciones. La sentencia, con fecha 28 de febrero pero que ha trascendido este lunes, abre así la puerta a los sindicatos para renegociar las condiciones laborales de la plantilla. El fallo aún no es firme, pues cabe recurso ante el Tribunal Supremo.

Los magistrados de la Audiencia Nacional han estimado la demanda presentada por los sindicatos CC OO y UGT, a la que se adhirieron CGT y ELA, en la que impugnaron la tabla salarial que se fijó en el octavo convenio colectivo de la mayor eléctrica europea y la segunda mayor del mundo. En la sentencia, consultada por este diario, el tribunal considera que hay evidencias claras de la existencia de una doble escala salarial: a los trabajadores que entraron a la compañía antes del 1 de enero de 2021 se les aplica las tablas salariales de 2020, establecidas en el anterior convenio; mientras, a los contratados con posterioridad, se les aplica los salarios acordados después. Estos, según indican las organizaciones sindicales, suponen unos ingresos un 10% menores.

Para la Audiencia Nacional, esta doble escala salarial, entendida como diferente trato salarial para un mismo trabajo o para el que se atribuye un valor igual, no tiene “justificación objetiva y razonable”. Además, los jueces rechazan el argumento de que la reducción de los salarios sirva para llevar a cabo el compromiso de 500 nuevas contrataciones. “Esta consecuencia deberá aplicarse a toda la plantilla y no solo a las nuevas contrataciones, salvo mantener un trato discriminatorio injustificado”, concluye la sentencia.

El litigio se remonta a noviembre de 2023, cuando UGT y CC OO acudieron a la Audiencia Nacional para que declarase ilegal la tabla salarial incluida en este convenio que la compañía firmó, en otoño de 2020, con las organizaciones SIE, ATYPE y USO. En opinión de los sindicatos denunciantes, dicho acuerdo suponía “una disparidad retributiva injustificada y perpetua que se establece entre los trabajadores incluidos en un mismo rango y ámbito de aplicación, motivada únicamente por su fecha de ingreso”.

Posible nueva demanda

Según señalan los sindicatos en un comunicado, el fallo de la Audiencia Nacional es aplicable a “más de 1.500 trabajadores actuales de los 8.900 que integran la plantilla en España”, así como las futuras contrataciones, y aseguran que percibirán el incremento en la nómina de junio. Asimismo, apuntan que han intentado llegar a un nuevo acuerdo con Iberdrola para que este aumento tenga carácter retroactivo, a contar desde el 1 de enero de 2021, fecha en la que entró en vigor el acuerdo laboral, pero no han tenido éxito. Además, las centrales sindicales amenazan con volver a la Audiencia Nacional para lograr este propósito. La cantidad total que la compañía tendría que abonar a la plantilla afectada en caso de que se estimara la nueva demanda rondaría los 2,5 millones de euros, según sus cálculos.

“CCOO y UGT litigaremos ahora para establecer la retroactividad total de la sentencia desde la fecha de incorporación de la persona trabajadora y resarcir por completo la pérdida salarial ocasionada a los afectados por una discriminación que nunca debió suceder, menos aún, en una empresa con más de 5000 millones de euros de beneficio previstos para este 2024″, afirman los sindicatos. “La segunda empresa del Ibex 35 por capitalización no puede plantear una estructura salarial discriminatoria para más de 1500 trabajadores de su plantilla, el 17% del total”.

Iberdrola mantiene un conflicto abierto con los sindicatos desde hace años, en los que amplios colectivos de trabajadores aseguran no haber mantenido su poder adquisitivo con la inflación. Este choque fue particularmente visible en la última junta de accionistas, a mediados de mayo, cuando decenas de empleados exigieron ante la sede de la energética, en Bilbao, una revisión para emparentar sus sueldos con el nivel de vida. La movilización fue promovida por CC OO, UGT y la CGT, que suman el 52% de la representación sindical en la empresa. La consigna fue clara: “Es hora de trasladar los beneficios a los trabajadores de Iberdrola”.

Aunque el sector energético es uno de los mejor pagados, las diferencias entre los directivos y otros empleados son particularmente acusadas. Como en prácticamente todas las industrias, lejos de cerrarse, esa brecha no ha dejado de ensancharse con el paso de los años.

En el caso de Iberdrola, el salario medio ronda los 88.000 euros anuales, pero la alta dirección supera los 2,3 millones de media. El presidente ejecutivo de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, ganó más de 13,8 millones el año pasado.

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