La inversión para proyectos de alquileres cortos alcanzará los 2.500 millones hasta 2028
El conocido como ‘flex living’ atrae a capital extranjero, sobre todo para levantar iniciativas en Madrid
Una de las nuevas fórmulas de vivienda por la que los inversores están apostando, el conocido como flex living, va a crecer fuertemente en los próximos años. Así lo asegura un informe de la consultora inmobiliaria JLL presentado este miércoles, en el que ha detectado proyectos por valor de 2.500 millones de euros como mínimo para este tipo de alquiler de corto y medio plazo. Aunque la firma indica que esa inversión podría dispararse hasta 4.000 millones por otros proyectos en curso.
El flex living, tal como lo conoce el sector inmobiliario, se trata de una solución habitacional fuera de la Ley de Arrendamientos Urbanos, ya que opera sobre suelos terciarios (no residencial) bajo la fórmula de hospedaje. Tiene duración de menos de un año y dispone de un componente fuerte de servicios ligados a la vivienda.
Entre los operadores de este tipo de viviendas se encuentran los que se dedican a operar soluciones granulares (en diferentes edificios) como Homiii y Ukio; otras soluciones intermedias como Urbancampus, Cotown, Do Vivo, y finalmente, los que construyen sus propios edificios como Livensa Living, Be Casa, Smart Rental, Node, The Flexy Living, Smart Rental o Nodis.
“En el mercado de flex living en Europa somos pioneros, junto a Holanda y Reino Unido”, señala Juan Manuel Pardo, director de residencial de JLL, que lo vincula a la necesidad de vivienda en el país. “Somos punteros y marcando tendencia”, afirma. De hecho, destaca que de la cartera de proyectos en construcción en Europa, unas 60.000, alrededor de 20.000, un tercio, están en España.
Actualmente, la compañía con un mayor proyecto de construcción en España es Node, iniciativa liderada por el fondo estadounidense Bain Capital junto a la propia Node y la promotora española Momentum. Esta firma dispone de más de 1.000 camas en stock y proyectos para superar las 4.500 unidades.
Igualmente, destaca el crecimiento esperado de la marca llamada The Flexy Living, del fondo español Stoneshield, liderado por Juan Pepa y Felipe Morenés. En este caso, las unidades operativas rondan las 500, pero se acercará a las 4.000 con distintas iniciativas.
Por su parte, Be Casa, del fondo Greystar, es la marca que actualmente dispone de mayor oferta operativa, de cerca de 2.500 pisos, además de proyectos para sumar otros 500. Esta cartera la adquirió el pasado año a sus socios de joint veture el fondo King Street y la promotora Momentum.
El segundo operador con más camas actualmente es Livensa Living, del fondo Brookfield, con más de 1.500 apartamentos.
Respecto a la inversión, superó los 140 millones en 2023, lo que supone un descenso interanual del 55% en comparación con 2022, año en el que se vio impulsada por el cierre de una operación de gran volumen, la compra de Be Casa por Greystar.
“Madrid es la que tira del carro”, asevera Pardo sobre la ubicación de estos proyectos. En esta región existen 6.000 pisos de este tipo (de un total de 11.000 en el país) y una proyección de otros 16.000 para el futuro próximo. Pardo cree que Barcelona, por su parte, debería también atraer la inversión, pero no hay tanto interés del capital. “Tiene que ver con la inestabilidad”, asegura.
Una de las ventajas de este tipo de residencial es que se construye en suelo terciario, que es más barato que el residencial. Está por ver cómo puede expandirse en iniciativas de cambio de usos terciarios, de oficinas a residencial, que distintas Administraciones estudian para crear más oferta de vivienda en alquiler.
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