Esteban Arza (Linklaters): “Un buen abogado no puede estar en su despacho, tiene que salir a la calle para enterarse de lo que se mueve”
Apunta al buen trato, el escaso protagonismo y la gestión de equipos como las claves para ser un buen abogado de mercantil
Esteban Arza (Bilbao, 1982) es de los pocos abogados especializados en fusiones y adquisiciones (M&A, en la jerga) que presume de que lo suyo es vocacional. “No tuve dudas al elegir el área de especialización y no me equivoqué”, sostiene, mientras que apunta que plantarse ante un tribunal no es lo suyo y que solo lo ha hecho “tres o cuatro veces”.
Comenzó su carrera en Bilbao en Cuatrecasas, despacho con el que hizo las maletas en 2011 para mudarse a Madrid. Y en 2013 para cambiar de despacho, a Linklaters, un recorrido mucho más corto en lo geográfico (ambos bufetes tienen su sede en la calle Almagro de Madrid), pero de gran trascendencia. Pese a que aún mantiene su corazón como socio del Athletic de Bilbao e intenta ir a San Mamés siempre que puede, Arza asegura que ni se plantea emprender el camino de vuelta a su tierra natal. “Bilbao se me quedó pequeño. El tipo de clientes y de operaciones en los que podría trabajar era más limitado. Me apetecía un cambio y ver cosas distintas”, rememora.
En cuanto al cambio de despacho, Arza recuerda que lo que motivó el cambio fue ligeramente similar, su vocación de trabajar con otro perfil de clientes y asuntos, destacando el carácter global e internacional de su nuevo destino. De su actual enseña, en la que fue nombrado socio en 2022, pondera tres asuntos. El primero es la normalidad en el trato, con menos jerarquías y marcado por la cercanía entre las categorías. El segundo, el hecho de que el despacho haya conseguido “ser puntero” en varias áreas, no solo en M&A.
El tercer elemento diferencial es el culto por la meritocracia. “Es un despacho en el que se premia a quien se lo merece. El que curra y se esfuerza es promocionado. Yo no soy de Madrid, cuando llegué no conocía a nadie de ICADE, no tenía amigos con padres políticos ni en el Ibex 35. Lo que he conseguido me lo he currado”, asevera. Pese a declararse como un outsider de Madrid, Arza destaca de la ciudad, tanto a nivel personal como profesional, su carácter abierto y acogedor. “Estoy encantado en Madrid. Nunca he sentido que venir de fuera me haya perjudicado profesionalmente. Es una gran urbe y se nota la diferencia”, admite.
Arza pertenece a una nueva generación que viene pisando fuerte en el M&A, de entre los 40 y los 50 años, y pide paso a la precedente, la de quienes lideraron la práctica en una época de gran crecimiento de la economía española, de eclosión de los fondos de private equity y en los que la práctica se estableció en España. En su opinión, esta nueva hornada se diferencia de la anterior en aportar una nueva visión, más internacional y menos personalista y agresiva.
En esta trayectoria en Linklaters, Arza destaca su trabajo en varias opas, un trabajo “muy exigente y muy divertido”. De entre ellas destacan la oferta del fondo australiano IFM sobre hasta el 22% de Naturgy, la adquisición de BME por Six, el gestor de la Bolsa suiza, la fusión de Siemens con Gamesa y más recientemente la guerra de opas por Applus, donde asesora al consorcio formado por I Squared y TDR. En el lado del capital privado destaca la compra de Primafrio por Apollo o la adquisición y posterior venta de Cupa por Carlyle.
En su opinión, la clave del éxito para un abogado es saber mantenerse en un segundo plano. “El abogado no es el protagonista de las operaciones. Tiene que ser un tipo agradable, generar en el clientes ganas de estar contigo y empático”, comenta y apunta también a la necesidad de combinar estas actitudes con la gestión del personal, cuidar del equipo tanto dentro como fuera de las oficinas y defiende la importancia de acompañarlos en actividades fuera del despacho, como tomar cañas. Y sobre todo, pondera que la clave del éxito es pisar la calle. “Un buen abogado no puede estar en su despacho, tiene que salir a la calle para enterarse de lo que se mueve por ahí”, sostiene.
Uno de los principales retos que destaca es dibujar un nuevo vínculo de las relaciones entre el trabajo y la vida personal. Apunta a que es un reto especialmente complicado en el área de M&A, el área más exigente en la abogacía de los negocios. “Estamos haciendo esfuerzos por ser capaces de proyectar todo lo necesario y mantener un mínimo equilibrio con la vida personal, con fórmulas que ya teníamos antes de la pandemia y se han tenido que acelerar”, dice. En su caso, busca combinar el trabajo en el bufete con sus dos pasiones, el fútbol, jugador hasta los 22 años, y la gastronomía, donde elige como plato fetiche el pescado a la brasa.
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Algunas operaciones clave
- Opas. Destaca el trabajo en algunas de las mayores ofertas de los últimos años, como la de IFM sobre el 22% de Naturgy, la de Six sobre BME, de Sigma sobre Campofrío y más recientemente la guerra de opas por Applus, donde trabaja del lado de I Squared y TDR.
- Private Equity. Ha trabajado en la compra del 49% de Primafrio por Apollo, la adquisición y venta de Cupa por Carlyle, la toma de Innoliva por Fiera Comox y la compra dle 80% de Ellawan por Orix.
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