Texas abre el proceso para arrebatar a Abertis y ACS su mayor autopista en EE UU
La Comisión de Transportes analizará si compensa la reversión de la concesión de la autopista SH-288, valorada en más de 3.000 millones
Esta tarde de jueves ha comenzado para ACS y su participada Abertis un proceso en el Estado de Texas (Estados Unidos) por el que podrían perder su mayor autopista en Norteamérica, la SH-288, que presta servicio en el entorno de Houston. Las negociaciones sobre una posible reversión anticipada del activo a manos públicas, entre el Departamento de Transportes y la concesionaria Blueridge Transportation Group, controlada por Abertis con un 56,8% del capital (el resto es de ACS), se mantendrán durante un plazo de seis meses.
La empresa que preside Florentino Pérez, partícipe de Abertis junto a la italiana Mundys, con un 50% del capital cada una, ya advirtió anoche ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que se abría un periodo de incertidumbre sobre el futuro del activo texano.
“La Comisión de Transportes de Tejas (EEUU) tiene previsto reunirse hoy 28 de marzo para autorizar la creación de una corporación de transportes y la posible terminación anticipada del contrato de concesión de la autopista SH-288, actualmente propiedad del Grupo ACS y Abertis”, se explicó en la nota remitida por ACS al regulador bursátil. Finalmente, el voto a favor de la configuración de la corporación pública de transportes ha sido unánime en la Comisión de Transportes que preside Bruce Bugg.
El vocal que ha dirigido la sesión, Alvin New, ha afirmado que “este no es el final de la iniciativa, no hay cambios en la SH-288 sino que se autoriza a la toma de una acción futura si se determina que es en interés de Texas”. Tras la votación ha añadido que “habrá numerosas conversaciones entre el Departamento de Transportes y la concesionaria Blueridge sobre las cuatro esquinas del contrato, pero esta decisión no supone una reflexión sobre la eficiencia en el trabajo de la concesionaria”. Y New ha rematado su argumento asegurando que la Comisión “está comprometida con el mejor interés del Estado de Texas y sus ciudadanos”.
La activación del referido ente público que actúe en nombre de la Comisión texana de Transporte viene amparada por el capítulo 431 del Código de Transporte de ese Estado. A través de la nueva corporación se puede adquirir, desarrollar, financiar, construir, remodelar u operar cualquier carretera de peaje en Texas, así como poner fin a un contrato de concesión. Ello es posible, en el caso de la SH-288, en virtud de un convenio firmado el 4 de marzo de 2016.
El presidente de la Comisión de Transportes en el momento de la firma de la concesión, Robert Nichols, hoy miembro del Senado de Texas, ha recordado que se apostó por la colaboración público-privada para construir carreteras en un momento en que las arcas públicas estaban vacías, situación que se ha revertido con el paso de los años. De hecho, ahora se cree que es más ventajoso recuperar el activo que dejar en manos privadas el cobro de los peajes a lo largo de los 52 años de concesión. Nichols ha recordado que Texas se garantizó la posibilidad de una recompra ante la larga duración del contrato de explotación.
Otros intervinientes, en defensa de la concesionaria, han calificado de negativo el mensaje que se lanza a la comunidad de inversores: “Se irán a otros Estados como Florida, Carolina del Norte, Tennessee o Virginia. Poner fin a la concesión va a tener consecuencias negativas”, se ha podido escuchar como argumento de oposición a una retirada de la autopista a Abertis y ACS.
Desde el grupo español de infraestructuras se argumenta que la SH-288 “ha venido funcionando con notable éxito desde su entrada en funcionamiento en noviembre de 2020″. ACS da opciones a una posible solución favorable con la habilitación del plazo de seis meses “para negociar un nuevo acuerdo con la concesionaria actual que evite dicha terminación anticipada y que refleje el interés del Estado de Tejas y de los accionistas inversores”.
Activo clave para Abertis
ACS alcanzó en abril de 2023 el 100% del capital de la concesionaria de la citada SH288. Entonces se hizo con un 21,62% del capital en manos de Shikun & Binui, a través de su filial Iridium, por 450 millones de dólares. Anteriormente, la constructora había pagado 1.063 millones de euros por el 78,38% que ostentaba antes de esa última operación. Con el control total del activo, el siguiente paso fue colocar la mayoría del capital en Abertis, que tiene en EE UU su destino prioritario de desarrollo. La catalana pagó el pasado diciembre 1.423 millones por el 56,8% de la concesionaria, lo que dejó una plusvalía neta de 180 millones para ACS al cierre de 2023.
El contrato para la explotación de un tramo de 17 kilómetros de longitud de la SH-288 fue firmado en 2015 por el Departamento de Transporte del estado de Texas. El consorcio ganador estaba liderado por ACS Infrastructure Development (Iridium) con el 21,62% y también participaban, en labores de construcción, otras empresas del grupo ACS como Dragados USA y Pulice Construction.
Otros accionistas de la concesionaria fueron la citada Shikun & Binui (21,62%), InfraRed (21,62%); Northleaf (18,03%); Clal Houston Road (9,54%), Clal Shoreland, LP (2,57%), y Star America (5%).
En el contrato se incluyó la financiación, diseño, construcción y operación de cuatro nuevos carriles de peaje en la mediana del corredor y sus accesos, la rehabilitación y mejora de las calzadas y enlaces de la autopista existente, y el acceso al complejo hospitalario conocido como Texas Medical Center. Esta fue, por tanto, una de las obras de infraestructura más importantes ejecutadas en el área metropolitana de Houston. La SH-288 acoge de media a 160.000 vehículos diarios, de los que un 10% optan por circular por los carriles de pago. La tarifa de peaje varía en función del nivel de congestión.
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