El exconsejero delegado fue el mejor pagado de OHLA en 2023, con 1,4 millones solo por no competir
La compañía responde a la cláusula contractual por la que José Antonio Fernández Gallar recibirá hasta 2,8 millones tras su salida
La inesperada renuncia de José Antonio Fernández Gallar a la reelección como consejero delegado de OHLA en la junta del 30 de junio, pese a haber recibido el respaldo mayoritario de los accionistas (98% del quorum), se salda con importantes réditos para quien fue hombre de confianza, primero, de Juan Villar-Mir de Fuentes y su padre Juan Miguel Villar Mir, y, posteriormente, del mexicano Luis Amodio, actual presidente de la constructora. Fernández Gallar ha recibido 1,4 millones de euros entre el 1 de julio y el 31 de diciembre por su compromiso de no competir con la que fue su empresa.
A la conclusión de esa reunión de accionistas de final de junio fue el consejo de administración el que, tal y como informó Cinco Días, decidió activar la cláusula contractual de no competencia. La compensación al consejero delegado saliente se iba a repartir en 12 mensualidades (anteriormente eran 24) hasta completar 2,8 millones, coincidiendo con una anualidad de retribución máxima para el cargo.
Los 233.333 euros que llegan mensualmente a la cuenta corriente de Fernández Gallar, para que no trabaje en el sector constructor u otros afines a la actividad de OHLA, se han convertido en la mayor partida en el cuadro de retribuciones de los administradores de la sociedad. OHLA pagó el año pasado 1,28 millones de euros a sus consejeros por la pertenencia al órgano de decisión y comisiones (1,34 millones en 2022); dedicó otros 1,12 millones a los sueldos a estos miembros del consejo (1,2 millones un año antes); la retribución variable en efectivo a los administradores sumó 624.000 euros (902.000 euros en 2022), y la indemnización a Fernández Gallar se fue hasta los 1,4 millones, cifra que se repetirá en el primer semestre de este 2024. Los directivos, por su parte, se repartieron una remuneración total de 8,77 millones de euros (9,12 millones en 2022).
Antes de afrontar esta retribución en efectivo al antiguo ejecutivo, cuya salida coincidió con los 65 años de edad, OHLA había acumulado indemnizaciones y compensaciones millonarias a otros consejeros delegados en los siete años previos. Con un Juan Miguel Villar Mir superando ya los 80 años de edad, pasaron por el despacho antes que Fernández Gallar, Josep Piqué (entre octubre de 2013 y junio de 2016), Tomás García Madrid (de junio de 2016 a octubre de 2017) y Juan Osuna (de octubre de 2017 a junio de 2018).
Lo que ha hecho la compañía liderada por la familia mexicana Amodio es aplazar la contratación de un nuevo ejecutivo, cuyo fichaje se esperaba para antes de la conclusión del pasado ejercicio. La compañía iba a buscar, preferentemente en España, un perfil con experiencia en la construcción y gestión de infraestructuras. El candidato debe demostrar experiencia internacional. Hasta ese fichaje, o la apuesta por la promoción interna, el día a día de la compañía está bajo la supervisión del directivo mexicano Tomás Ruiz, hombre de confianza de los Amodio.
José Antonio Fernández Gallar construyó buena parte de su carrera en Grupo Villar Mir, donde lideró el negocio inmobiliario. Su nombramiento como consejero delegado de OHL se produjo en 2018, cuando la empresa atravesaba una dura crisis. Su papel fue fundamental para retener al personal y lograr la remontada. La despedida se explicó por “motivos personales”. En el entorno del directivo se dijo que prefirió no abrir un nuevo ciclo de cuatro años tras un periodo de fuerte desgaste para los gestores de la compañía. OHLA ha concluido 2023 con la vuelta a beneficios, declarando 5,5 millones en negro, al tiempo que da por consolidada su transformación operativa.
Si el antiguo ejecutivo incumple su compromiso de no competencia, estará obligado a devolver lo cobrado más un 25% en concepto de indemnización a la empresa, al margen de la posible reclamación por daños y perjuicios.
Más de 25 millones en compensaciones a altos ejecutivos
La salida de Josep Piqué de OHL se produjo en junio de 2016 con el pago de dos millones por dos años de no competencia; el pacto con García Madrid se alzó a 6,02 millones por dos años eludiendo trabajar en los sectores que tocaba OHL, y Juan Osuna percibió 18 millones como bonus extraordinario en el año de su salida por el “liderazgo” en la venta de OHL Concesiones al fondo IFM, por el que fichó al no haber percibido suma alguna a cambio de un compromiso de no competencia.
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