La inflación y las subidas de tipos llevan al seguro a su mejor facturación en 20 años
Las compañías aseguradoras facturaron 76.500 millones de euros en 2023, un 18% más que el año anterior
El negocio asegurador es peculiar. Primero se cobra y solo meses después se presta el servicio. Eso suele ser una ventaja, pero cuando el incremento de precios dispara los gastos de los siniestros, puede destrozar las cuentas de resultados. Eso le ocurrió al sector desde 2022, cuando la inflación se disparó. La forma de protegerse ha sido con una fuerte subida del precio de las primas, que ha llevado a las compañías que operan en España a registrar una facturación récord de 76.500 millones de euros. La cifra es un 18% superior a la obtenida el año anterior. Desde 2002 no se producía un incremento tan fuerte. El otro factor que ha impulsado a estas firmas es la subida de tipos, que les ha permitido ofrecer seguros de vida-ahorro con rentabilidades muy atractivos.
Los datos, ofrecidos esta mañana por Unespa, la patronal de las aseguradoras, muestran un claro cambio de tendencia en el sector. El principal ramo de la industria, el seguro de autos, llevaba años de capa caída, pero la inflación ha sido el acicate para poder poner en marcha una subida generalizada de precios. Mirenchu del Valle, presidenta de Unespa, ha explicado que “en términos generales el seguro ha marcado una tendencia positiva, lo que es una nueva confirmación de la relevancia que reviste el seguro para los particulares y la empresa en España”.
El fuerte incremento de la facturación ha estado impulsado tanto por el ramo de vida como por el de no vida, pero especialmente por el primero. El negocio de vida, reflejado en los ingresos por primas, anotó un alza del 36%, impulsado por los efectos sobre el ramo de ahorro de las subidas de tipos y la buena marcha de los mercados a lo largo del ejercicio. Las aseguradoras han conseguido convertir a las pólizas de vida-ahorro en una alternativa a los depósitos. El volumen del ahorro gestionado por parte de las aseguradoras se elevó un 5,4%, hasta los 204.000 millones.
La facturación del ramo de no vida fue positiva en todas sus modalidades, al anotarse un repunte interanual del 6,8%. Las pólizas empresariales, englobadas en la categoría “resto no vida”, sumaron 10.507 millones de euros y aumentaron un 7,3%. Los seguros multirriesgo subieron un 6,8%, hasta los 9.158 millones, mientras que los seguros del automóvil generaron 12.108 millones de euros a lo largo del ejercicio, un 6,63%, después de muchos años languideciendo.
Por su parte, los seguros de salud crecieron de un año para otro un 6,6% y aportaron 11.238 millones. Durante la última década, este tipo de pólizas han sido las que más han crecido, lo que ha llevado a muchas aseguradoras a adentrarse en un ramo que está muy concentrado en tres compañías: SegurCaixa Adeslas, Asisa y Sanitas.
Respecto a las perspectivas para 2024, la presidenta de Unespa, Mirenchu del Valle, ha subrayado como una de las amenazas del sector el desarrollo de una nueva directiva europea para la comercialización de productos de inversión entre minoristas (RIS, por sus siglas en inglés). El texto, que ahora se debate en el Parlamento Europeo, contempla una fuerte limitación al cobro de incentivos por la venta de seguros de vida-ahorro. “Es imporrante que este proyecto, que quiere fomentar el asesoramiento financiero al cliente, no se enfoque excesivamente en los costes y tenga en cuenta más las necesidades del cliente final”, apunta del Valle.
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