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Hidrógeno verde, una oportunidad histórica donde ganar competitividad

La transición energética está fundamentada en el uso de las fuentes renovables y el hidrógeno ha adquirido un papel clave en el proceso

La lucha por salvaguardar el mundo desde el punto de vista climático es una inquietud que ha conseguido poner de acuerdo al mundo. En los últimos años se han diseñado políticas, desarrollado iniciativas y puesto en marcha ayudas, especialmente tras el Covid, para seguir los planes internacionales de reducción de emisiones para 2030 y 2050.

El uso de renovables ha experimentado un crecimiento exponencial, y es la base para continuar con la transición. En este contexto, el hidrógeno verde se ha situado como una pieza clave en el proceso. Esta tecnología se basa en la generación de hidrógeno —un combustible universal, ligero y muy reactivo— a través de un proceso químico conocido como electrólisis. Este método utiliza la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua; si esa electricidad se obtiene de fuentes renovables, se produce energía sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera.

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), esta formula de generación ahorraría unos 830 millones de toneladas anuales de CO2 que se originan cuando este gas se obtiene mediante combustibles fósiles.

Cinco Días en colaboración con Minsait celebró un encuentro para analizar los retos y oportunidades del hidrógeno verde en las empresas españolas. “Probablemente el hidrógeno sea de las tecnologías renovables que permiten una transición más ordenada, a medio plazo, facilitando que la que tenemos ahora de motor de combustión pueda ir poco a poco transformándose en una de cero emisiones, con una inversión menor de la que supondría otro tipo”, comentó Marcelo Martino, director de energía de Minsait.

De izquierda a derecha, Jesús Gil, director de Hidrógeno de Enagás, Ohiana Goicoechea, responsable de desarrollo de hidrógeno en Naturgy, Ibán Molina Saera, director de Hidrógeno Verde de Iberdrola, Marcelo Martino Muñoz, director de Energía de Minsait, Maribel Rodríguez Olmo, responsable de Desarrollo de Negocio de Hidrógeno en Repsol y María Retuerto, científica titular del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del CSIC.
De izquierda a derecha, Jesús Gil, director de Hidrógeno de Enagás, Ohiana Goicoechea, responsable de desarrollo de hidrógeno en Naturgy, Ibán Molina Saera, director de Hidrógeno Verde de Iberdrola, Marcelo Martino Muñoz, director de Energía de Minsait, Maribel Rodríguez Olmo, responsable de Desarrollo de Negocio de Hidrógeno en Repsol y María Retuerto, científica titular del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del CSIC.Pablo Monge

Mientras, para Naturgy se trata de “una evolución natural”, dijo Ohiana Goicoechea, responsable de desarrollo de hidrógeno. “De igual manera que hoy en día tenemos un mix energético combinado con electrificación, gas natural, y otra serie de combustibles fósiles, también el mix descarbonizado debe ser eso, un mix; con lo cual, el hidrógeno aparece como la solución que mejor se complementa con la electrificación”. Goicoechea destacó, por otra parte, el hecho de que “pueda utilizarse igualmente para producir una serie de derivados de gran relevancia en algunos sectores, principalmente en el transporte, sector marítimo, aviación… que son muy difíciles de descarbonizar. También en el sector de calor intensivo, y que todos estos en conjunto engloban la mayor parte de las emisiones”.

Más allá de la oportunidad que ofrece este tipo de energía, María Retuerto, científica titular del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del CSIC, habló de la “obligación” y la “necesidad” de utilizarlo. “Es un pilar más en la transición, pero fundamental”. “Tenemos que entender que se necesita invertir en investigación y en un cambio de tecnología importantísimo”.

En este sentido, Ibán Molina, director de hidrógeno verde de Iberdrola, manifestó que “uno de los grandes retos y desafíos es que todo lo que se había hecho es a escala de laboratorio, y los que ya tenemos plantas funcionando estamos viendo los problemas de escalar esos proyectos. Tenemos que ir muy de la mano de tecnólogos para desarrollar conjuntamente la mejor tecnología, que existe, pero no con las horas de funcionamiento que necesita la industria. Y esto se debe aprovechar para que sea de España”.

Otro de los desafíos marcados por Maribel Rodríguez, responsable de desarrollo de negocio de hidrógeno en Repsol, es “la falta de rentabilidad en comparación con los combustibles que tenemos actualmente. Estamos en una transición y tenemos que tener un apoyo inicial para que demos esa competitividad a estas tecnologías. Igualmente, vemos la necesidad de impactar en el modelo de negocio para que sea algo sostenible, no una inversión puntual”.

Por su parte, Jesús Gil, director de hidrógeno de Enagás, destacó tres aspectos fundamentales: regulación, demanda y orden. “Toda la legislación que está por venir va a redundar en seguridad jurídica, sobre todo para las inversiones. La demanda es una de las palancas fundamentales y el driver que realmente mueve el desarrollo, sobre todo el más incipiente. Y como todo proceso de transición, tiene que ser ordenado, tiene que tener un sentido para que a medida que vayan avanzando los cambios de la tecnología sea de una manera organizada y al final permita optimizar el proceso y que el coste/beneficio sea el esperado”.

Pasos hacia delante

Con respecto al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) las compañías asistentes manifestaron estar alineados, aunque no está exento de grandes retos. “Hay un contexto de descarbonización importante para la CE, de seguridad de suministro y de autonomía energética. A partir de aquí los recursos que tienen cada área geográfica de Europa permitirán poder llegar a esos objetivos, y España con el PNIEC ya está mostrando esa ambición. Hay un mecanismo importante de ayudas, como el Banco Europeo del Hidrógeno y los PERTE”, dijo Gil.

En este ámbito, Goicoechea apuntó a la necesidad de “la flexibilidad de los plazos en el desarrollo de los proyectos a la hora de acceder a las ayudas”, así como a la ampliación de las cuantías cuando no se tratan de pequeña escala.

Al margen del horizonte marcado para la descarbonización, Minsait subrayó que “lo que está claro es que se va avanzar en la capacidad que tenemos instalada y el crecimiento va a ser exponencial”. Por tanto, “es el momento de apostar por crear esa capacidad dentro del país, y para eso es fundamental que haya confianza en la inversión, que la tiene que dar la regulación”.

En general, los asistentes coincidieron en señalar la oportunidad como histórica. “España gracias a tener el mejor recurso renovable de Europa está en disposición de producir el hidrógeno renovable más competitivo, y hay espacio para todas las empresas”, opinó la representante de Naturgy.

Para Ibán Molina “ya está siendo una realidad”, aunque señaló que hay que seguir dando “pasos firmes” para seguir avanzando. “Hay retos regulatorios, debemos comparar las ayudas con las fuera para que los proyectos se queden aquí y no vayan a buscar otros sitios donde dichas ayudas sean más rentables, y que esta oportunidad genere industria en nuestra sociedad”, añadió.

Como conclusión, María Retuerto quiso insistir en la necesidad como país de “ser independientes y competitivos en toda la cadena de valor”. Pero para ello, “hay que innovar, diversificar y reciclar. Va a ser un cambio muy importante, histórico, en las materias primas que vamos a utilizar”.

Por su parte, Maribel Rodríguez explicó que “los proyectos tienen que ser sostenibles”. La portavoz de Repsol contempla el hidrógeno verde “como una ventaja competitiva para todos; es un reto país. Hay que generar un mercado sostenido y sostenible, sin dejar nadie atrás”.

En cuanto a la red futura del hidrógeno como va a requerir “una inversión muy importante, es fundamental que de verdad se planifique en el tiempo adecuado para que la generación con ese transporte pueda dar unos costes que el mercado pueda aceptar”, explicó Ibán Molina.

Por su parte, Ohiana Goicoechea insistió en la idea de “mirar hacia fuera para coger las prácticas de otros países y que podamos llegar a ser líderes”. “Los países que tomen ventaja son los que más van a influir y los que van a tener un papel más relevante”, dijo.

En definitiva, se trata de un momento donde la participación debe ser unánime. “De todos, instituciones, Gobierno, centros de investigación, empresa privada y empresa pública, depende construir esas capacidades que son necesarias. Es fundamental que trabajemos todos juntos los próximos años”, aseveró Marcelo Martino.




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