Sacyr buscará crecer en “Agua, Concesiones y en países de habla inglesa” con el plan estratégico que lanzará en 2024
La previsión es mantener la política de dividendos, con una rentablidad del 5%, pero será revisada con el lanzamiento de la nueva hoja de ruta
“No queremos ser la empresa de infraestructuras más grande, pero sí la mejor”, ha aseverado esta mañana el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, ante la junta de accionistas del grupo celebrada en Madrid. El ejecutivo ha resaltado el perfil concesional de la compañía, con una cesta de 69 activos, y ha recordado el escaso riesgo de los mismos a la vista de las garantías de tráfico que recogen los contratos. Con una tasación actual superior a los 3.000 millones de euros, Manuel Manrique ha reiterado la previsión de una tasación de 3.700 millones en 2025 para Sacyr Concesiones.
Durante la intervención central se ha mostrado confianza con el futuro del negocio de operación de activos en concesión en mercados esenciales para Sacyr en los que se han dado recientes cambios políticos, como son Colombia y Chile: “Ambos países mantienen sus planes de concesiones, lo que nos da confianza. Los tipos de cambio se han visto afectados, pero creemos que será un efecto temporal”.
La dirección de Sacyr tiene ya la orden de realizar un nuevo plan estratégico “más ambicioso”, que será presentado a primeros del próximo ejercicio, una vez que la actual hoja de ruta 2021-2025 tiene superados sus principales hitos. Estos eran ingresar más de 5.500 millones, conseguir un ebitda de 1.200 millones, que el margen bruto llegara al 22% o que un 85% del ebitda procediera del área concesional: “Están todos los objetivos superados con tres años de adelanto”, ha remarcado el presidente. Solo resta dar un tijeretazo definitivo a la deuda corporativa, para lo que Sacyr mantiene abierto un plan de desinversiones.
Tras refinanciar 355 millones de esa carga financiera con un sindicato de 14 bancos, Sacyr ha vendido el 100% de la filial de servicios ambientales Valoriza. La desinversión ha valorado la empresa de servicios en 734 millones, con un múltiplo de 9,2 veces el ebitda de 2022 y unas plusvalías de 270 millones. “Se ha tratado de una magnífica operación, que aporta futuro a los empleados y que se ha cerrado con cifras por encima de recientes operaciones similares en el sector”. El destino de los fondos obtenidos será el del recorte de deuda, al igual que sucederá con la venta de Sacyr Facilities.
Respecto al próximo plan estratégico, Manuel Manrique ha anticipado que se apostará por los mercados de habla inglesa, el desarrollo de la división de gestión del ciclo del agua, la consolidación del negocio concesional, y mantener la política de reparto de dividendos. Sacyr Agua fue identificada en octubre como una de las posibles desinversiones, pero la decisión está en estos momentos en el aire. “Comunicamos al mercado que estudiaríamos la venta de un 49% en Servicios y en Agua. Al final separamos Valoriza y Facilities, de las que soltaremos el 100%, mientras que Agua depende del diseño del plan estratégico. En septiembre u octubre podríamos tener una decisión”, ha contado Manuel Manrique en una comparecencia posterior ante los medios de comunicación.
En la reunión de accionistas ha salido adelante la formulación de dos dividendos flexibles, por un máximo de 20 millones de acciones cada uno, que se harán pagaderos en este 2023 y en 2024. El grupo viene de distribuir dos dividendos flexibles en 2022, por un total de 0,115 euros por título, lo que supone un rendimiento del 4,8%. En enero de este ejercicio ha pagado 0,058 euros por acción, con un 2,2% de rentabilidad. “La intención es mantener la remuneración al accionista en el entorno del 5%”, ha explicado el primer ejecutivo de Sacyr.
Reequilibrio en la obra pública
La junta de Sacyr también ha servido para que el presidente de la compañía, Manuel Manrique, reclame una urgente actuación para estabilizar la situación en que se desenvuelve el sector constructor por la subida de los precios de materiales básicos. Esta figura relevante del sector de la construcción ha reconocido que la inflación que impacta de lleno en la actividad se ha moderado, “pero la situación no se ha normalizado aún”. A renglón seguido, el primer ejecutivo ha afirmado que es “importante que las Administraciones pongan las medidas cuanto antes para solucionar las desviaciones de precios y establezcan un marco estable para la actividad”. Y ante los medios ha sido más concreto aún: “Hay que reconocer antes [por las desviaciones de precios], pagar antes y revisar lo que haya de ser revisado”.
La situación de desviación en los presupuestos de ejecución de las obras “afectan a empresas como Sacyr, pero incluso más a toda la cadena de subcontratas que tenemos detrás. Es un problema para todo un sector”.
Desde Sacyr también se ha puesto de manifiesto el retraso en la ejecución de los fondos europeos del programa Next Generation en España y el efecto negativo que pueden acarrear al respecto los dos procesos electorales en este país. Sin embargo, Manrique ha señalado ante los accionistas que espera un repunte en la inversión pública gracias al empuje recibido de Europa.
Otros asuntos que han salido esta mañana han sido el del nombramiento de un consejero delegado para 2025, que compartirá labores ejecutivas con el presidente, o la vuelta de la acción al Ibex 35 cuando se cumplen 20 años de cotización. “Estamos en el camino adecuado. Desde que el 5 de octubre anunciamos el plan de desinversiones nuestra acción ha subido un 46%. Hoy el consenso de los analistas no ofrece un valor objetivo de 3,70 euros”, ha sentenciado Manuel Manrique.
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