Telepizza ofrece al ICO derivados para recuperar su inversión
La firma diseña unas “acciones sintéticas”, con derechos económicos y no políticos
Telepizza y sus fondos acreedores diseñan una esquema para acomodar al ICO en su plan de reestructuración, según indican fuentes financieras. La idea es ofrecer a la institución pública una suerte de derivados con el que devolver el dinero público con el que, en 2020 en plena pandemia, avaló el crédito de 40 millones que le concedió el Banco Santander.
Los fondos acreedores y la compañía alcanzaron la semana pasada un acuerdo para reestructurar la firma. En virtud a este pacto, los fondos tomarán el control de la compañía, con el 75% del capital, asumirán una quita del 50% de la deuda, los actuales accionistas (capitaneados por KKR) pierden toda su inversión y la compañía recibe 70 millones de liquidez extra.
Aún quedan algunos flecos en este pacto. Uno de ellos es determinar la distribución del 25% restante en el accionariado. En principio, en él entrará el Banco Santander, con una participación en el capital, junto a otras entidades financieras.
En el aire está el papel que asumirá el ICO. Si bien en un principio los fondos contemplaban que el instituto público entrase también en el capital, lo cierto es que las reglas de la línea de avales no lo contemplan. Por tanto, los fondos exploran fórmulas para compensar al ICO en línea con lo obtenido por el resto de acreedores.
La compañía y sus acreedores, de la mano de sus asesores Houlihan Lokey y Rothschild, están diseñando unas llamadas “acciones sintéticas”. Se trata de un tipo de derivados que permitirían al Estado obtener su parte de las ganancias o beneficios futuros que registre Telepizza, así como embolsarse una parte de las futuras plusvalías que obtengan los fondos en una eventual venta de la enseña.
El Estado ha blindado el papel del ICO en las reestructuraciones. Si bien la nueva ley concursal permite obligarle a cumplir las condiciones del resto de acreedores, la normativa establece que el blindaje público se pierde si los bancos venden su deuda a otro inversor, si se cambia la jurisdicción o si se convierten los préstamos en acciones.
Para el Santander es clave este detalle. El banco siempre ha batallado para que en el contexto de las reestructuraciones de empresas con problemas, la banca obtenga condiciones idénticas a las de los bonistas. Aunque la ley concursal permite obligarlos a aceptar pérdidas si lo acuerda una mayoría de los acreedores, lo cierto es que están tratando de bloquear esta posibilidad por todos los medios. En el caso de Naviera Armas, donde la compañía y los fondos han acordado una quita total para los bancos. Y estos –con Santander, CaixaBank y Sabadell a la cabeza– han recurrido a la justicia para pararlo.
En Telepizza, la idea de la compañía de sus nuevos accionistas era encontrar una solución con el que todas las partes estuvieran contentas. En el hecho relevante remitido a la Bolsa de Luxemburgo, la compañía afirma que el valor de los créditos ICO se reducirán en un valor “económicamente equivalente” al de los bonistas.
La compañía tiene una emisión de bonos por 335 millones, que pagan un interés del 6,25%. Los bonistas, a cambio de quedarse con la compañía, asumirán una quita de dos tercios de su pasivo, unos 200 millones. Transforman esta deuda en un 75% del capital y el resto, unos 100 millones, se convierte en unos nuevos bonos. Estos títulos retrasan dos años el vencimiento, que pasa de 2026 a 2028, y disparan el interés, del 6,25% al 12,25%.
Los bonistas inyectan también 60 millones tal y como rubricaron ambas partes en febrero en un primer acuerdo. Se articula como un préstamo, con un interés del euríbor más un 6,25% y una comisión del 4%, del cual la compañía ya ha recibido 31 millones. A esto se suman otros 11 millones que aportan los actuales accionistas, liderados por KKR.
Lexaudit, experto independiente en el proceso
El juez ha iniciado el proceso de homologación del plan de reestructuración alcanzado por Telepizza, ahora renombrada como Food Delivery Brands, y sus acreedores. El juez ha nombrado a la firma Lexaudit como el asesor independiente en este proceso de reestructuración. Esta figura es una de las novedades de la nueva ley concursal. La norma prevé que, cuando una empresa se encuentre en una situación de insolvencia o prevea alcanzarla en un momento concreto del futuro, acuda al juzgado para negociar con sus acreedores un plan de reestructuración con el que garantizarse la viabilidad de la compañía. Para este proceso la ley prevé que el juez nombre a un experto independiente que acompañe y asesore a las partes en las negociaciones.
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